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Al escuchar esas palabras sintió como su vista se nubló pero no era momento de ser débil.

—¿Qué ocurrió?— preguntó en voz baja.

—No lo se, el amigo de mi padre llegó no hace más de quince minutos y nos informó que fueron trasladados de emergencia a un hospital de Jeju.

La respiración del castaño comenzó a subir y bajar con dificultad, sentía que no podía respirar, todo su malestar de ayer fue nada menos que un presentimiento.

En cambio a Jeongin no le importó su extraño comportamiento ni mucho menos se detuvo a esperar si estaba bien, lo tomó del brazo sin pensarlo dos veces y se subieron a un auto donde los esperaba un señor en compañía de la señora Yang.

Durante el trayecto se mantuvo mirando solamente al vacío, estaba por completo en su mundo, pensando una y otras ves en lo que pudo haber ocurrido para que Minho tuviera que ser hospitalizado, Jeongin intentó en varias ocasiones entablar una conversación con el para ayudarlo a distraerse pero era en vano, Jisung no se movía ni decía nada, veía como le ofrecían comida y sabía que le hablaban porque por el rabillo del ojo veía como los labios ajenos se movían, pero no lograba escuchar nada, no sabía por cuánto tiempo estarían así, para iniciar ni siquiera sabía dónde estaban y cuál era la distancia hasta Jeju, pero la carretera totalmente libre de civilización le daba una idea, esto sería un viaje largo.

Jeongin un poco frustrado por Jisung se atrevió a moverlo con su mano, algo de lo que se arrepintió en el momento en que el castaño lo volteó a ver y respirar con dificultad, su pecho subía y bajaba con rapidez, podía notar como abría la boca en busca de aire pero todo parecía ser inútil.

—Señor pare— gritó Jeongin— madre creo que está teniendo un ataque de ansiedad.

En cuando el carro se estacionó en la orilla de la carretera la señora Yang abrió la puerta del lado de Jisung y jalando su cuerpo lo sacó para que pudiera estar en un entorno abierto, le hablaba al castaño pero como imagino este no la podía escuchar, solo miraba de un lado a otro, la desesperación se notaba en su mirada y el miedo de no poder tomar aire lo hizo llevar sus manos hasta su cuello. La señora yang intentó comunicarse con señas, con sus manos apartó el agarre que se hizo en el cuello y comenzó a pedirle que inhalara y exhalara, haciéndolo al mismo tiempo que él.

Jeongin quería llorar por la angustia de saber cómo estaba su padre, hyunjin y Minho, sentía impotencia de no haber estado ahí para ayudar ¿pero realmente hubiera podido ayudar? ahora que veía a Jisung con dificultades para respirar y solo podía mirar a lo lejos, temía acercarse, además de que no sabía cómo se controlaba un ataque de ansiedad, no uno de ese nivel.

Pasaron varios minutos antes de que Jisung pudiera volver a sentir que respiraba, sus manos seguían temblando y su boca se sentía seca.

—Jisung— lo llamó—se que no estás en condiciones pero necesitamos continuar el viaje, ¿podrás soportarlo un poco más? Solo falta una hora y media de camino.

Jisung asintió porque más que nada el también ya quería llegar y ver a su esposo.

Cerrando sus ojos para soportar las ganas de llorar y llevando la ventana de su lugar abierto para poder recibir el aire fresco fue que pudo sobrellevar el resto del camino.

En cuanto el auto estuvo estacionado en el hospital los cuatro salieron corriendo en busca de sus familiares.

Al entrar a urgencias lo primero que notaron fue a Hyunjin, se encontraba recargado sobre la pared durmiendo con su brazo derecho siendo tratado por una férula.

—Hyunjin— Jeongin se acercó tratando de no asustarlo.

Cuando el pelinegro abrió los ojos estos se llenaron de lágrimas, cómo pudo abrazo a Jeongin con su mano sana.

—Me alegra que estés bien— el pelirrojo respondió el abrazo sobando su espalda.

—¿Qué ocurrió?— se atrevió a preguntar jisung.

—Un maldito conductor ebrio— chistó— se impactó contra nosotros justificando que no nos vio, pero lo más seguro es que iba bien concentrado en seguir tomando su estupido alcohol que ni atención puso.

—No puedo creerlo— suspiró la señora Yang.

—Por lo que supe su marido está bien, tiene una pierna rota, es por eso que no puede irse sin un familiar.

Los Yang sintieron un enorme alivio de saber eso.

Pero aún había alguien que esperaba respuestas.

Hyunjin trató de evitar la mirada de Jisung pero el castaño buscaba el contacto con desesperación.

—Lo siento Jisung, no se nada sobre la condición de Minho— agachó la cabeza— dijeron que solo darían información a los familiares.

El miedo que por un momento desapreció de Jisung cuando encontró a Hyunjin en perfectas condiciones regreso a él, ¿su condición podría ser peor?.

Sin perder más tiempo se dirigió a la recepción, donde la enfermera estaba atendiendo una llamada corta y no había nadie más a su alrededor que pudiera proporcionarle ayuda, le tocaria esperar.

Mientras lo hacía golpeaba frenéticamente el mármol, no era que quisiera presionar a la recepcionista, solo era su ansiedad manifestándose.

Cuando la mujer estaba por terminar la llamada una alarma sonó por todo el lugar, un par de enfermeras se movilizaron rápido con equipo, algo que solo ponia mas nervioso a Jisung.

—Llama a neurología y pide por el doctor Wang— se acercó una doctora— que le avisen que el paciente de terapia intensiva de nuevo convulsionó, con esta son cuatro veces en el transcurso de la mañana.

La mujer lanzó una mirada a Jisung esperando que comprendiera el porqué aún no lo atendía y así lo hizo.

La misma doctora de antes ahora estaba hablando con Hyunjin, Jisung no pudo evitar sentir curiosidad sobre lo que hablaban, aún observando vio el momento exacto en el que el pelinegro se puso de pie buscando a alguien, o mejor dicho a él, pues apenas lo vio llamó de nuevo a la mujer y lo señaló.

Podía escuchar los latidos fuertes de su corazón, sus manos sudaban y podría jurar que su piel había palidecido en cuestión de segundos, el mundo se detuvo por un par de minutos.

—¿Familiar de Lee Minho?— espero a la confirmación de la información.

—S...si— tartamudeo.

—Necesitamos que nos de su autorización para una intervención quirúrgica en caso de ser necesario, como sabe el joven Lee Minho fue quien recibió todo el impacto del accidente y la inflamación de su cerebro aún no disminuyó, las convulsiones siguen siendo frecuentes— continuó a pesar de la falta de respuestas— en estos momentos está siendo valorado por nuestro equipo de neurología.

Crónica de un matrimonio fallido (minsung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora