Crónica de un matrimonio fallido (minsung)

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Lee Minho está feliz de nuevamente ver a jeongin, se veía tan agradable y dulce como siempre, tenía esa aura de ser una persona comprensible que no dudó en expresar rápido sus intenciones.

—No tengo problema en conseguirles el lugar por más días— confesó mientras cortaba de manera fina unos vegetales— y aunque no quiero sonar egoísta o algo por el estilo, esta vez les ayudaré solo con una condición.

Minho no dudó en aceptar, solo sería una semana y era claro que cualquier cosa que le pidiera el pelirojo la aceptaría, estaba haciendo demasiado por ellos.

—Si es cuestión de trabajar, puedo hacerlo sin problema, incluso si no recibo un sueldo.

Jeongin sonrió mostrando uno hoyuelos que terminaron de enganchar a Minho, era tan tierno como un dibujo animado.

—Si fuera cuestión de trabajo créeme que sin importar lo que dijeras te pagaría.

—¿Entonces?.

—Si es trabajo, pero no para ti— aclaró— me gustaría que los días extras que pasarán aquí se presentara jisung— sus mejillas se sonrojaron al decir su nombre en voz alta.

Algo que ignoro por completo Minho, pues estaba más emocionado por la oferta a su esposo que el hecho de que pareciera que a Jeongin lo ponía nervioso Jisung.

—Tendría que hablarlo con él, no suele hacer esa clase de cosas, además de que la guitarra la tomo prestada de un cliente.

—Se que tú no puedes decidir por él así que coméntale— sonrió volviendo a lo suyo.

Minho está consternado, la petición de jeongin era extraña y ahora su estadía en esa casa no dependía de él si no de Jisung.

Cuando volvió a salir noto a Jisung tratando de mantener una conservación con Hyunjin, pero el pelinegro parecía no tener mucho interés en lo que hablaba Jisung.

—Regresemos— pidió Minho.

Jisung aceptó y se despidió de Hyunjin.

Minho le pidió a Jisung que dieran un paseo por la playa, aún era temprano así que el sol no estaría tan intenso y un ambiente como ese podría ayudar a su esposo a tomar las cosas con calma y no solo negarse de una.

—Minho me pone ansioso que estes tan serio, si Jeongin no puede alargar nuestra estadía lo mejor es que lo digas ya.

—No es eso, parece ser que quiere algo a cambio.

Jisung lo miro de inmediato, su cara se tornó seria y sus profundos ojos marrones lo miraban con enojo, que podría querer ese chico con su esposo y porque él aún no se atrevía a decirle.

—Eres increíble— Jisung apresuró el paso dejando atrás al rubio.

—Cariño espera, ¿que ocurre?.

—Tu dime— lo enfrento— que es lo que quiere de ti como para que no tengas ni el valor de decirme ¿o acaso quiere una cita?

—Yo nunca dije que quisiera algo de mi.

Jisung rodó sus ojos ante la poca habilidad de su esposo por captar indirectas.

—Eres demasiado inocente como para entender— lo regañó.

—Jisung si él estuviera coqueteando conmigo o algo por el estilo créeme que lo detendría de inmediato— tomó su mano— pero él no me quiere a mi, si no a ti.

—¿De que hablas?.

—La petición o mejor dicho condición para poder seguir en la casa hasta que el auto esté listo es que tú cantes en su restaurante.