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El viaje de regreso a Seúl fue algo largo e inquietante, Minho estuvo practicando durante horas la disculpa que le daría a Jisung, las palabras de su madre no dejaban de golpear en su cabeza provocándole un miedo enorme a que Jisung realmente lo odiara, había una explicación, pero eso no aseguraba que las aceptaría sin titubear, durante esos meses pudieron pasar tantas cosas y que el castaño decidiera dejar de lado de una vez su amor por el era lo que más le aterraba.

Llegó a la estación por la tarde, prendiendo por primera vez su celular desde que abandono la casa de sus padres y enfocándose solo en llamar a Seugmin.

—Estoy aquí— informó apenas escuchó la voz de su amigo.

—Llegó en unos minutos— contestó seugmin antes de volver a colgar. Realmente sabía que lo haría, estaba preparado y a solo unas calles de distancia.

Como imagino tenía muchas llamas perdidas de su madre, padre, incluso de Jackson, la bandeja de mensajes estaba repleta pero sentía que no valía la pena leer ni un solo mensaje de ellos.

Se sentó sobre la banqueta mientras esperaba a que llegaran por el, no dejaba de pensar en que estaría haciendo Jisung en ese momento, ¿qué pensaría cuando lo viera?, ¿estaría feliz o enojado?, ¿correría a abrazarlo o le pediría que se fuera?. A pesar de estar practicando sus palabras sabía que estar frente a él no sería lo mismo, lo más seguro era que olvidaría más de la mitad de las cosas que tenía por decir.

—Minho— lo llamaron desde el otro lado de la calle.

Al levantar la vista se encontró con la imagen de su amigo, quien movía su mano de un lado a otro desde la ventana de un auto para llamar su atención.

—Finalmente estás de regreso— saludó con un cálido abrazo.

—Oh, ¿seugmin acaso tú estás...?— dudo antes de terminar, pero el notorio bulto que sintió cuando fue abrazado lo tomó por sorpresa.

—Ay no, tu yo del pasado estuvo presente el día del anuncio así que más le vale recordarlo o juro que te mato— bromeó— cielo, ayúdale con su equipo.

—No yo no traigo equipaje, literalmente huí de la casa de mis padres cuando supe todo.

Seugmin lo miró de pies a cabeza.

—Estás loco si piensas llegar así con Jisung— abrió la puerta trasera invitándolo a subir— primero iremos a casa a que te des un baño.

*******
Félix salió en silencio de la habitación de Jisung, hoy era uno de esos días donde todo era más difícil para el, prácticamente lo obligaron a comer y beber agua, pero no pudieron hacer que se pusiera de pie en todo el día.
Lo sabían, no importaba cuánto tiempo y cariño le dedicaran ellos nunca podrían recompensar a Minho, era complicado y lo seguiría siendo por un tiempo, no era fácil para nadie sobrellevar una separación y un embarazo al mismo tiempo.

—¿Ya está mejor?— preguntó Jeongin mientras ponía un tazón de comida frente a él.

—Acaricie su cabeza hasta que se quedó dormido, se que está esforzándose por no romperse de nuevo.

La puerta principal se abrió, hyunjin cargaba en sus manos un par de sobres llamando la atención de los presentes.

—Creo que esto ya es raro— movió los papeles en el aire.

—¿De nuevo?— Jeongin los tomó confirmando que si se trataba de nuevo sobre la petición de divorcio.

—Esto es extraño— Félix peinó su cabello hacia atrás— bueno entiendo que no recuerdes nada debió al accidente pero es demasiada la insistencia en que Jisung firme los papeles, no es como si tuviera apuro de casarse de nuevo, ¿cierto?

Crónica de un matrimonio fallido (minsung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora