Capítulo 20

137 24 0
                                    

Narra Rubí:

Estos últimos días no a pasado nada interesante, solo fueron salidas con las chicas al parque o al centro comercial, año nuevo lo pasé con los Sano ya que Shinichiro dijo que pasarnos año nuevo juntos con el abuelo y así fue, con Mikey nos pusimos debajo de la mesa a las doce para conseguir pareja este año.

¿Por qué? Porque vi a Emma y Draken juntos y se ven súper lindos juntos y yo quiero algo así de bonito.

No he vuelto a ver ni a Hanma ni a Kazutora, lo cual quiere decir que si me hicieron caso en que no quería volver a verlos.

Acabo de despertar, aún estoy en pijama un pantalón corto y una camiseta de mangas largas ya que tenía un poco de frío anoche.

Y como hoy es mí cumpleaños puedo hacer cualquier cosa y vestir como yo quiera.

Aunque nada me salva de tener que abrir la puerta cuando tocan el timbre, con toda la flojera del mundo fui a abrir y vaya sorpresa.

—¡¡Sorpresaa!!.— gritaron mis padres asustandome un poco.

—¿Mamá, papá?— pregunté un poco tonta.

—Siii. ¿Quienes más boba?— respondió mí madre abrazándome. —Feliz cumpleaños mí niña preciosa.— besó mí frente y yo correspondí su abrazo.

—Gracias mamá, perdonen estoy un poco dormida.— hablé al separarme de mí mamá.

—Entonces nuestro regalo te despertará.— dijo mí papá señalando detrás de él y yo de curiosa me acerque.

Que quede claro que de ser posible mí mandíbula ya estaría en el piso de la sorpresa.

Un jodido auto estaba estacionado en la entrada de la casa con un moño arriba.

—¿Para mí?— pregunté dándome vuelta hacía mí papá quien tenía un juego de llaves dónde viene un aparatito que es para abrir las puertas y las llaves jsjs.

—Feliz cumpleaños mí niña pequeña.— felicito abrazándome fuertemente y yo correspondí.

—Gracias papá, pero es mucho para mí. Debió costar muchísimo.— hablé al separarme y él negó con su cabeza.

—Nada es más importante que ver a mí pequeña princesa feliz. Soy capaz de gastar todo mí dinero por verte sonreír.—

—No exageres papá.— contesté riendo y también rió.

—¿Lo estrenamos?— preguntó con una gran sonrisa.

Asentí emocionada y volteé a ver a mí mamá.

—Vayan ustedes prepararé el desayuno.— habló antes de que pudiera preguntarle, asentimos con papá y nos subimos al auto.

—¿Recuerdas cómo manejar?— preguntó papá al subirnos.

—Por supuesto.— respondí encendiendo el auto y comencé a manejar. —Me encanta.— hablé entusiasmada.

—Me alegro que te guste.— habló papá con una gran sonrisa y luego su rostro cambio a uno un poco más serio. —¿Podemos hablar?—

—Papá aún no se que estudiar no me presiones.— respondí seria sabiendo que sería sobre eso.

—No es eso, acepté tus condiciones y soy hombre de palabra.—

—Ni tan de palabra.— dije mirando hacia el frente.

—No te amargaré el día con eso. Mejor dime ¿cómo has estado? ¿Hiciste nuevos amigos? ¿Te divertiste? ¿Conociste a alguien? ¿Cómo estuvo el clima? ¿Los gatos bien? ¿Te gusta alguien? ¿Las calles siguen iguales?— comenzó a hacer sus preguntas un poco nervioso.

Ojitos Lindos - Kazutora HanemiyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora