Capítulo 42: Dos almas destinadas a estar juntas.

60 10 0
                                    

~Dos almas destinadas a estar juntas.~

¿Creen en el hilo rojo del destino?

Ese hilo rojo que solo conecta con una sola persona en la vida.

Ese hilo rojo que te indica quien será tu compañero de vida.

No importan los kilómetros de distancia ese hilo solo conecta con una persona y en cualquier momento se cruzarán.

~❤️~

Narra Elizabeth:

Todo comienza cuando tenía diecisiete años.

Soy gemela de mi hermano Elías así que somos los menores de la familia pero yo nací última por lo tanto soy la menor de los dos y tengo tres hermanas mayores.

Tenía buenas notas en la escuela, no tenía amigos pero no me importaba ya que solo quería estudiar, por eso aprendí varios idiomas.

Mi belleza era algo irreal, según mamá, pero llamaba la atención de cualquiera, hasta de adultos mayores y mamá se aprovechó de eso. Horrible, lo sé.

Me comprometió con un señor de cuarenta años por dinero, dinero que no necesitábamos pero mamá era ambiciosa, las únicas condiciones que el hombre puso fue que nos casemos cuando cumpla mis dieciochos y que llegara pura al altar. De novela ¿no?

Papá se molestó mucho con mamá y yo me negaba a casarme obligada. Todos los días eran discusiones sobre el tema. Mis hermanas estaban de acuerdo con mamá pero papá y Elías no.

Faltaban solo dos meses para mi cumpleaños y necesitaba que la boda se cancelara a como diera lugar.

Al ser menor de edad no tenía ni voto ni voz para opinar así que no me quedaba de otra que aceptar las cosas que mi madre decía. Pero aún así me negaba a aceptarlo.

Mamá y mis hermanas se encargaban de los detalles de la boda mientras que con papá y Elías buscábamos la forma de que se cancelara. Hasta que un mes después se nos ocurrió la idea de escapar a Japón.

Tenía que fingir aceptar la boda y pedir que mi vestido fuera de Japón para que mi "prometido" pagara el viaje y dicho vestido. El plan salió perfecto, pedí de condición que Elías me acompañara y lo aceptaron. Mi supuesto prometido hizo reservaciones en un hotel lujoso y toda la cosa.

~~⁠~⁠~~~⁠~⁠~~~⁠~⁠~~~⁠~⁠~~~
—¿Y en ese viaje conoció a su
ahora marido?—
preguntó curioso Kazutora.

—Exactamente.— contesté
riendo y sonrojada.

—Siga que no interrumpo más.—
~~⁠~⁠~~~⁠~⁠~~~⁠~⁠~~~⁠~⁠~~~

Al llegar a Tokio nos instalamos en un hotel barato ya que no queríamos que nos encontraran.

Estuvimos sin problemas un par de semanas, con el dinero del vestido comprábamos comida y pagábamos la habitación del hotel.

Pero no todo podía ser perfecto.

Un día estábamos viendo una película aburrida que pasaba por la televisión cuando tocaron la puerta, Elías fue a ver quien era y volvió pálido asustandome.

¿Que-..

Vete.— me interrumpió Elías. —Vete, sal por la ventana y no vuelvas.— ordenó serio. —Nos encontraron, vete.— no tuve otra opción más que hacer caso.

Ojitos Lindos - Kazutora HanemiyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora