Capítulo 5

38 7 2
                                    

Las horas habían pasado y ya era por la tarde. Zhang Hao salió a dar una vuelta.

Zhang comenzó a caminar y se fijó en que el camino por el que quería ir estaba cortado, parecía que había pasado algo así que no tuvo más remedio que pasar por otro camino.

Nunca había ido por es zona ya que era muy lujosa y no podría pagar ni una simple camiseta. Algo incómodo por estar allí pasó enfrente de todas esas tiendas. Después de caminar unos minutos el chino vio cómo una moto iba detrás de él por la carretera y pensó que iban a secuestrarlo. Caminó más rápido pero el chico montado en la moto llegó hasta él. Rápidamente se quitó el casco dejando a Zhang Hao ver quién era.

—Sung H-Hanbin.

—¡Zhang Hao! Sabía que eras tú, por eso me he acercado.

—Me has asustado, pensé que iban a secuestrarme.

—No era mi intención.

—Está bien. Adiós. —el chino comenzó a caminar pero Sung, junto a su moto volvió a seguirlo —¿Q-qué quieres?

—Vivo por esta zona y nunca te había visto por aquí.

—Es la primera vez que voy por aquí. Igualmente no voy a comprar nada, no tengo tanto dinero.

—Pues gracias a este maravilloso chico —se señaló a sí mismo con los pulgares —vas a ser el más guapo, después de mí, claro, en la fiesta de Ricky.

—¿Q-qué quieres dec- —el coreano aparcó la moto en unos segundos y bajó de ella. Guardó el casco y se acercó al menor. Lo cogió del brazo y lo arrastró hasta una tienda cercana de ropa de lujo.

—Esta tienda me encanta, y ahora te encantará a ti. Elige lo que tú quieras y yo te lo pago.

—¡No vas a pagar por mí! —decidido, Zhang Hao fue a la salida del local pero el cuerpo de Sung se interpuso entre la puerta y él —Apártate. No puedes ir por ahí pagando por los demás.

—Mentira. No pago por los demás, pago por ti.

—Que no.

—Que sí.

—No.

—Sí. —una vez más, lo arrastró al pasillo de la tienda en donde estaba la ropa para fiestas.

—Hanbin, yo ya tengo ropa para la fiesta.

—Pues voy a tu casa y lo compruebo. Dime la dirección.

—¿Tú eres idiota o te lo haces? No pienso llevarte a mi casa.

—Pues te compro ropa. —el menor asintió derrotado.

—Solo una cosa. Y que sea barato. —el chino le preguntó a un hombre que trabajaba allí dónde estaba lo más barato y le señaló la sección que buscaba —Muchas gracias.

—De nada joven.

Zhang Hao comenzó a buscar algo que le gustara y segundos después se fijó en una camiseta negra que tenía una apariencia elegante.

—E-esta camiseta me gusta.

—Estupendo, Zhang Hao. ¿Es tu talla?

—Sí. —con aquella respuesta el coreano la cogió de aquel perchero y la llevó a caja.

—Hola.

—Oh, Hanbin. ¿Otra vez por aquí? Casi cada día vienes a comprar algo.

—Lo sé, Hitomi, pero esta compra es necesaria. La camiseta es para él. —señaló al menor.

Una nueva vida (HAOBIN) (ZB1/BP) (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora