Capítulo 13

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—¿A dónde me vas a llevar?

—Es un secreto. Primero daremos un paseo por un barrio popular entre los jóvenes de noche, pero para llegar ahí tenemos que ir en moto. —se acercaron al vehículo aparcado enfrente de la casa y ambos se pusieron el casco. El mayor empezó a conducir.

—Son casi las doce de la noche, ¿qué pasa si mis padres se despiertan y ven que no estoy?

—No te preocupes, no va a pasar eso. —Sung volvió a concentrarse en conducir quedando en silencio.

Unos minutos después Hanbin aparcó la moto en una calle en la que el chino nunca había estado.

—W-woah. Eso es increíble. —el menor comentó al fijarse en la cantidad de luces de neón y jóvenes que habían allí. Para ser tan tarde todo estaba muy animado —¿Ya habías estado aquí antes, no?

—Sí, Hao. Me gusta venir aquí por la noche a veces. —comenzaron a caminar por la calle.

Mientras pasaban por todos los escaparates Hanbin le iba contando al chino qué era cada local y si se lo recomendaba o no.

—¿Cómo se llama esta calle, Bin?

—Todos lo llaman Young Street, creo que ya te habrás dado cuenta del porqué. Venga, que ya vamos a llegar. —aceleraron el paso hasta que se pararon en un local llamado Drink Money. Entraron fascinando a Zhang al ver a todos, tanto chicos como chicas, vestir elegantemente, al igual que ellos.

—¿Por qué van todos vestidos así? ¿No es solo un bar?

—Sí que es un bar, Hao, pero de muy buena calidad. Todo es muy caro. —el menor asintió y una chica que trabajaba allí les indicó la mesa en la que podían sentarse.

Tenían todas las bebidas que podías imaginar y eso volvió a sorprender a Zhang Hao.

—¡Una botella normal de agua cuesta un montón!

—Yo pago, no te preocupes.

—¿Q-qué? No pagues por mí.

—Pienso pagar por ti, y no puedes negarte. —aún pensando que era mucho dinero terminó aceptando.

Otro chico que trabajaba allí vino para tomar nota.

—Hola Hanbin.

—Hola Jacob.

—Oh, ¿tú eres Zhang Hao? —tímidamente asintió —Me llamo Jacob y soy canadiense. Sung me ha hablado mucho de ti, eres más guapo de lo que pensaba. —el chino asintió.

—Gracias.

—¿Qué vais a tomar?

—Para mí un té de limón.

—Yo un zumo de manzana. —Zhang respondió y el camarero se fue. Regresó un minuto después con las dos bebidas.

Le dió a cada uno su bebida correspondiente y seguidamente no se fue, si no que siguió hablando con Zhang.

—¿Tienes novio? —aquella pregunta sorprendió al menor.

—N-no.

—¿Me das tu número? —alegremente Jacob preguntó y el chino no supo qué responder.

Hé! Il n'est pas disponible. —Sung respondió en un idioma que Zhang detectó como francés.

Ah non? Pour autant que je sache, il n'a pas de partenaire.

Vous ne travaillez pas? Allez servir d'autres clients.

[—¡Oye! Él no está disponible!

—¿Ah no? Que yo sepa él no tiene pareja.

—¿No tienes trabajo? Ve a atender a otros clientes.]

Algo molesto el canadiense se fue quedando solo ellos dos.

—Bin, no sabía que supieras francés.

—Como Jacob es canadiense y también sabe francés me ha enseñado un poco. ¿Nos has entendido? —preguntó algo preocupado.

—Ni una palabra, nunca he aprendido francés. ¿De qué habéis hablado?

—De nada interesante. —mintió —¿Está bueno tu zumo? —el menor lo probó asintiendo muchas veces.

—El mejor zumo que he probado. Ahora entiendo estos precios tan elevados. Pero sigo creyendo que no hacía falta que pagaras lo mío...

—No es nada. Si no fueras tú no habría pagado, pero quería venir aquí contigo, Hao. —ante aquellas palabras Zhang se conmovió.

—M-muchas gracias. —ambos sonrieron bastante y siguieron con sus bebidas.

[🎧]

Acabaron sus bebidas y Hanbin pagó. Salieron de aquel bar y Sung llevó al menor a un callejón sin gente donde se sentaron en el suelo apoyados en la pared.

—¿Qué harás con tus padres ahora, Hao?

—No lo sé, no me imaginaba que serían así, nunca me mencionaron ni preguntaron nada sobre mi vida amorosa. Pero sobre todo me preocupan Chaewon y Yunjin.

—A mí igual, aunque si ambas son mayores de edad supongo que no pueden obligarlas a nada... —continuaron hablando un rato sobre eso.

—¿A ti te gusta alguien, Bin?

—Mm... Sí. ¿Por qué preguntas?

—Por curiosidad solamente. —el contrario asintió.

—¿Y a ti?

—A mí también. —se quedaron en un silencio algo incómodo.

Ambos se levantaron a la vez para irse pero debido al poco de hielo que había al hacer mucho frío y que recientemente había llovido un poco, el chino se resbaló asustándose.

Obviamente el contrario no iba a dejar que él se cayera, así que rápida y ágilmente lo sujetó por la cintura quedando en una posición que parecía de película romántica.

Se quedaron mirándose fijamente y sus ojos brillaron al darse cuenta de lo que acababa de pasar.

Sonrieron ampliamente y sin moverse de aquella posición los labios del coreano se acercaron a pocos centímetros de los del contrario. Al principio dudó en si besarlos o no, pero mandó todos los problemas y preocupaciones a la mierda y juntó perfectamente sus labios con los de Zhang.

Cerraron los ojos y el menor se agarró más firmemente a Sung para no caerse mientras aquello ocurría. Era un momento mágico para ambos y no podían pensar en otra cosa.

Después de dos minutos se separaron a la vez y Hanbin ayudó al chino a ponerse de pié correctamente.

Sus respiraciones eran algo agitadas y esperaron a calmarse antes de decir algo.

—Zhang Hao... Sé mi novio. —ante aquella petición, que sonaba más a orden, haciendo reír un poco al menor por el tono en el que lo había dicho, ya que había sonado entre tierno y firme, solamente pudo pensar en una cosa: aceptar.

—P-por supuesto, Hanbin. —un abrazo los volvió a juntar mientras casi lloraban de la emoción.

Salieron del callejón dados de la mano regresando a la moto.

Durante el camino a casa del menor estuvieron en un silencio en el que aunque no se dijeran nada, era muy fácil saber que estaban felices.

Al llegar Zhang Hao se quitó el casco saliendo de la moto.

—Gracias por esta noche tan maravillosa, Bin.

—Siempre que quieras volver allí solo avísame. —una sonrisa se formó en el rostro de ambos —Que duermas bien.

—Tú también duerme bien, adiós.

—Adiós. —sin parar de sonreír el chino entró sin hacer ruido a la casa subiendo a su habitación. Miró por la ventana y al bajar la vista volvió a ver a Sung, que estaba haciendo un corazón con sus manos, algo que él imitó.

Una nueva vida (HAOBIN) (ZB1/BP) (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora