Me desperté con el olor de café proveniente de la cocina. Abrí los ojos, desubicada, y entonces caí, estaba en casa del portugués, miré a mi izquierda y me encontré con el lado de la cama vacía. Había dormido mejor que nunca y el único culpable era el portugués.
Me froté los ojos antes de salir de la habitación para buscar a João, y al llegar a la cocina me lo encontré de espaldas, sin camiseta y con el pelo mojado, supongo que de la ducha que debía haber tomado en algún momento.
Me mordí el labio, que bueno que esta este hombre. El portugués no parecía darse cuenta de mi presencia por lo que me acerque y rodeé su cintura con mis brazos.
- Buenos días portugués - le dije dejándole un pequeño beso en el hombro
João se giró con su preciosa sonrisa y me cogió la mejilla para darme un beso en los labios
- Buenos días princesa - me respondió al separarnos
Me quedé ensimismada con sus ojos por milésima vez. Lo guapo que es este hombre esta fuera de lo normal. No puedo decir ni una cosa que no me guste de el.
- ¿Qué cocinas? - le pregunté asomándome a ver que había en la sartén
- Pancakes para mi princesa, y en la mesa hay café - me respondió con una sonrisa
Le devolví el gesto antes de rodearle el cuello y darle otro beso en los labios
- ¿Cómo puedes ser tan perfecto? - le preguntó
- Y me lo dices tu
Nos sentamos a desayunar mientras hablábamos del próximo partido que sería de aquí nada. Al acabar recogimos los platos y yo le dije al portugués que debía irme ya
- No por favor - me pidió haciendo un puchero - quédate a comer conmigo
Suspiré, supongo que a Amelia y Sara no les importaría.
- Haces lo que quieres conmigo portugués - le respondí sonriendo
João me devolvió la sonrisa y de repente puso sus brazos detrás de mis rodillas levantándome como si fuera un saco de patatas. El corazón casi se me sale por la boca, y pegué un chillido que debió escuchar toda Barcelona.
- ¡João ! - grité - ¡Bájame ahora mismo!
- Nop - me respondió riéndose
En segundos me tiró sobre su cama y con un poco de cuidado se dejó caer sobre mi
- Me haces muy feliz Clara - me confesó mirándome a los ojos
Una ola de felicidad me recorrió el cuerpo y no pude evitar una sonrisa tonta. Ojala pudiera demostrarle a João todo lo que el me hace sentir a mi
- Tu a mi también cariño - le dije acariciándole la mejilla
De repente la cara de João cambió, y una sonrisa traviesa se le formó en los labios
- Mhm, ¿Con que cariño no? preguntó refiriéndose a mi nuevo apodo para el
Me puse roja al instante y me tapé la cara con el cojín, vale, había sido demasiado rápida y directa, por favor, que vergüenza. El portugués me quitó el cojín de la cara mientras reía
- No tengas vergüenza, cariño - bromeó
- No te voy a volver a llamar así en la vida João - dije simulando un enfado
- No princesa, por favor, te prometo que me encanta el apodo, casi tanto como "portugués" - me dijo João haciendo un puchero
Lo miré y no pude evitar que se me escapara una sonrisita, que mono que es. Entonces, ya no pude contenerme más las ganas y me lancé hacia esos labios que ya conocía de memoria y tanto me gustaban.
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Is it worth it? - João Félix
Roman d'amourEn el vibrante escenario del fútbol mundial, donde la pasión y la destreza convergen, surge un romance inesperado entre João Félix, la estrella del FC Barcelona, y Clara Hernández, la encantadora hija del renombrado entrenador del equipo. Entre los...