Atlanta.

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- Ahora quiero que bajes tu arma y des la vuelta lentamente - dijo la chica apuntando al hombre con su rifle, él hizo lo que le pidió y lo que vió la sorprendió, jamás espero que una de las personas que los amenazaban fuera nada más y nada menos que Daryl Dixon, su mejor amigo de la infancia

- Pero miren nada más, la princesita de papá sigue viva - dijo también sorprendido de verla, aunque había pasado mucho tiempo desde la última vez que se vieron la había reconocido enseguida

- ¡Jodete Dixon! - le dijo aún apuntando con su arma, a pesar del tiempo que había pasado Max lo veía exactamente igual a la última vez que estuvieron juntos, si había crecido pero seguía siendo él, la única persona que había amado en su vida además de su familia.

- ¿Se conocen? - pregunto uno de los hombres que estaba al lado de la chica

- crecimos en el mismo barrio - le respondió Sam, él bufó al escucharla

- No solo crecimos juntos princesa - todos estaban apuntándose con las armas que tenían y Sam estaba a punto de decir algo cuando la interrumpieron

- Sam, Felipe - una anciana apareció entre los hombres

- ¡Quita a la anciana de la línea de fuego! - gritó Daryl, podía ser un imbecil pero no iba a dispararle a una abuela

- ¡Felipe el señor Gilbert no puede respirar! ¡Necesita su medicamento para el asma Carlitos no lo encontró! - insistía la abuela 

- Abuela vete, no es lugar para ti ahora - le dijo Guillermo, el hombre que parecía ser el líder

- ¡Necesita su medicina Sam, por favor! - insistía, de pronto noto la presencia del hombre frente a ella vestido como Sheriff y se le acercó - no se lleven a mí nieto, Felipe es un buen chico, tuvo sus problemas pero lo necesitamos aquí

- No estoy aquí para arrestar a su nieto señora - le respondió el policía

- ¿Entonces porque lo buscan?

- nos ayudará a encontrar a una persona pérdida, su nombre es Glenn

- ¿El chico asiático? Está con el señor Gilbert, venga se lo mostraré - le dijo la anciana tomándolo de la mano, Guillermo suspiró y les dijo

- bajen sus armas, que pasen... Sam ya sabes que hacer - la chica asintió y puso si rifle en su espalda, entro al edificio corriendo mientras Daryl la seguía con la mirada.

Siguieron a la anciana hasta el interior del edificio por dónde Sam había desaparecido y se encontraron con lo último que pensaban ver, era un asilo de ancianos y Glenn estaba parado entre ellos viendo cómo la chica le administraba un remedio al hombre que no podía respirar.

- creí que te comían los perros hombre - le dijo T - dog a Glenn

- ¿Esos perros? - le dijo volteando a ver tres pequeños chihuahuas en una cama para perros

- ¿Puedo hablar contigo? - le dijo el policía a Guillermo - eres un hijo de perra con suerte, vinimos aquí dispuestos a dispararles a todos, si lo hubiese hecho esa sangre estaría sobre mis manos

- sobre las mías también, hubiésemos respondido - le contestó

- ¿Que son, médicos?

- Felipe y Sam son enfermeros, yo soy un guardia - Sam se acercó hasta ellos

- Deberíamos hablar en otro lugar G, no queremos molestar a los abuelos

- Tienes razón, siganme - les dijo y entraron a lo que parecía ser una oficina - Cuando todo empezó algunos decidieron venir a ver a sus padres, sus abuelos y cuando vieron que los dejaron aquí decidieron quedarse. Nos hacían falta los músculos, debíamos cuidar lo que queda, la comida, alimentos. La gente allá afuera es de la peor clase, saqueadores que se llevan todo

El Corazón De La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora