- no te veo muy seguro de que solo quieras ser su amigo...
- realmente no se que quiero.
.....
- él me gusta, pero dudo que él sienta lo mismo que yo, así que solo me queda conformarme con una amistad.
- Blair, el también lo siente. Pero es un pende...
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- levántate ya pendeja. Se te va a hacer tarde - gritó mi padre en todo mi oído.
- ay papá! Cuál era la necesidad de gritarme en el puro oído? - pregunte indignada y con mi oído ahora, tapado.
- llevo como 10 minutos tratando de despertarte y tú nada. Parecias muerta la neta. - respondió él mirándome seriamente - pero ya levántate fodonga. Te tienes que preparar. - ordenó.
- si, si, ya voy, ya voy - me levanté de la cama y me estire un poco.
Me metí al baño, hice mis necesidades, me desnude y entre a la ducha. Siempre acostumbro a bañarme con agua fría, pero esta vez no pude. Tenía mucho frío, dormí con el aire acondicionado al full ya que hacía demaciado calor pero ahora tengo demasiado frío. Termine de bañarme y como saldría, me fui a arreglar. Busque en mi closet que podría ponerme y al final opte por lo siguiente:
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Tenía que ponerme algo cómodo, hoy saldría con Xavi, mi mejor amigo. Él quiere que lo acompañe a comprarse ropa ya que "como soy mujer, tengo mejor gusto y le puedo dar mi opinión sobre lo que escoje" si, el pendejo me dijo eso.
Pero que mal educada soy, no me presenté.
Mi nombre es Emma Blair Orozco, mis padres literalmente se sacaron ese nombre del culo. Soy una mezcla de estadounidense y mexicana, mi madre es gringa, para poder comunicarme con ella tengo que hablar en inglés, ya que ella no sabe español, bueno, solo los insultos. Tengo 18 años, soy influencer. Tengo un hermano de 14 años y una princesa que aún viene en camino.
- BLAIR, XAVI YA LLEGO POR TI - gritó mi padre desde la parte baja de la casa.
- YA VOY - grité desde mi habitación.
Estaba buscando mi mochilita, la incondicional, con la que siempre salgo cuando escuché que se habría la puerta, por un momento creí que era mi papá que venía a apurarme, pero cuando me gire para ver. Pude ver a Xavi con su sonrisa de pendejo.
