Antes de comenzar, esto es un capítulo especial. Lo escribí por pura diversión y no afecta en nada a la historia en curso.
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su alteza por favor tiene que parar con todo esto... cortejar a la emperatriz de un poderoso imperio y a su vez a la princesa del mismo imperio... es demasiado peligroso
eso no te concierne McKenna
si que me concierne... esto puede acabar en problemas diplomaticos si alguien mas se llega a enterar de esto
no hace falta tanto dramatismo - Heinrey movio sus manos quitandole importancia mientras caminaban a través de aquel jardín pero lo que no esperaban era encontrarse de frente con cierta peli plateada, quien tenía una sonrisa de oreja a oreja -
El príncipe se mostró un poco molesto por la presencia de la muchacha, pasando de largo. Ella volteó con una sonrisa en el rostro.
Su alteza...
¿Qué? - los ojos magenta del príncipe se posaron en el cuerpo de la chica -
¿Usted no tiene nada que decirme?
No...- la miró seriamente - Pero creo que usted sí tiene algo que decirme.
McKenna observaba la interacción, pensando que el príncipe podría al menos fingir que no le desagradaba tanto la muchacha.
Yo pienso que su alteza es una persona tramposa. - el rostro del peliazul era un poema, mientras que el príncipe solo tenía una sonrisa burlona en su rostro -
Si yo soy una persona tramposa, no sé qué será usted, Lady Rashta - Rashta cerró la sombrilla que tenía en sus manos y también sonrió de la misma manera -
Lo que su alteza el príncipe hace no es correcto. Jugar con los sentimientos de dos mujeres no es correcto. Menos si la primera está casada y la segunda es la cuñada y prima de la primera.
Siempre estás metiéndote en asuntos que no te incumbe. Deberías ocuparte de tus propios asuntos, nadie te ha llamado aquí. - dijo él con una sonrisa burlona, dispuesto a seguir su camino.
Su alteza la princesa Theia se enterará de esto tarde o temprano... ¿Hasta dónde piensas llegar con todo esto? - McKenna lo siguió, visiblemente preocupado -
La emperatriz también se enterará de que la engañaste. - Heinrey se detuvo y la miró fijamente, emanando un aura intimidante -
¿Y crees que la emperatriz o Theia te creerán a ti? ¿Crees que ellas creerán si les dices que me importa una mierda los sentimientos de Theia? ¿Que valoro mucho más a la emperatriz? ¿Crees que eso pasará? Te reto a hacerlo, ve y diles. - sonrió desafiante -
El peliazul sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, pero la mirada de la peliplata se desvió detrás del rubio y sonrió.
Bueno, no hace falta que yo se lo diga a su alteza la princesa... - susurró Rashta, a lo que el rubio se volteó en la dirección en que miraba la muchacha -
Theia se encontraba a tan solo unos escasos 6 o 7 pasos de ellos. Tenía la mirada fija en el suelo, entre sus manos tenía un pedazo de papel que estaba rompiendo en pedazos. El rubio no sabía qué hacer, podía sentir cómo su cuerpo empezaba a sentir miedo. La pelinegra no decía nada, aún tenía la mirada fija en el suelo.
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