capitulo 23

1.1K 144 15
                                    

Hienrey me dio una suma considerable de dinero para organizar una fiesta en honor a los trillizos - dijo Theia mientras miraba un montón de papeles sobre su escritorio -

¿Qué son todos estos papeles, majestad? - susurró Kader -

Son listas de orfanatos, merenderos y refugios... Quisiera donar comida, ropa y algo de dinero a estos lugares.

¿Pero el dinero no era para organizar la fiesta?

Sí, pero ya pagué todo y está todo organizado. Todavía me sobra dinero y pensé que sería bueno donarlo a gente que lo necesita.

¿De verdad, majestad? - Theia afirmó tomando una taza de té - Ese es un gesto muy lindo.

Sí, pienso seguir donando a estos lugares después de los festejos

Un suave y agudo gorjeo llamó la atención de las doncellas y de la pelinegra, quienes volvieron las miradas hacia la cuna de los trillizos. Una pequeña cabeza de polluelo se asomó por encima de las mantas, con plumas blancas y ojos magenta. El pequeño pichón emitió un chillido y miró fijamente a Theia, quien soltó rápidamente la taza que tenía en las manos y se acercó a la cuna. Para su sorpresa, no estaban los bebés, sino tres polluelos: dos dorados y uno blanco. Las doncellas estaban igual de sorprendidas que ella.

Por favor, llamen a Hienrey -susurró, para luego dirigir su mirada a los tres polluelos en la cuna. Suponía que los dos durmientes apilados eran Kai y Lari, aunque no estaba segura de quién era el que estaba arriba. Por otro lado, el polluelo blanco se acercó a sus manos cuando intentó acariciarlo. Con sumo cuidado, lo tomó entre sus manos y lo observó detenidamente. Las plumas de su cabeza estaban curvadas, casi como rizos - Tian...

.
.
.
.
.

Mi reina, ¿ha pasado algo con nuestros hijos? - el rubio de ojos magenta entró a la habitación de la pelinegra, donde la encontró sentada en un sillón individual -

Cuando comenzamos a enviar cartas... Un día fui a la capital del imperio y me encontré con un brujo... Me dijo que tendría dos pichones... En ese momento pensé que King tendría una pareja, ya que fue la apuesta que hicimos los dos y pensé que ganaría... Hoy he descubierto el significado de esas palabras - Quitó sus brazos de su regazo, dejando ver a los tres pichones, sentados uno al lado del otro mirando a Heinrey - Al final, sí tuve pichones con King, ¿verdad??

Theia observaba atentamente mientras Heinrey soltaba un jadeo de sorpresa y se arrodillaba frente a ella. Sus ojos magenta analizaban los pequeños cuerpecitos cubiertos de plumas, y sonrió. En un abrir y cerrar de ojos, Heinrey se transformó en "King". Los tres polluelos, al ver un ave mucho más grande que ellos, se ocultaron detrás del brazo de su madre, solo levantando sus cabecitas para mirarlo fijamente. "King" se acercó dando pequeños saltitos hacia los polluelos, tratando de ganarse su confianza. La pelinegra observaba la escena con ternura, maravillada de la habilidad de su compañero para comunicarse con los pequeños
A pesar de las volteretas y movimientos de King, los tres polluelos se negaban a salir de detrás de los brazos de su madre. No importaba cuánto intentara ganarse su confianza, ellos se resistían a acercarse al nuevo visitante. Esto le causaba gracia a la pelinegra ya que veía como king pareció deprimirse por el rechazo de sus hijos

Dales un poco de tiempo, Heinrey... Ellos no te conocen en esta forma, solo conocen a papá y este desapareció - comentó la pelinegra, divertida al ver cómo Tian y Kai tenían todo su plumaje esponjado y protegían a Lari con sus pequeños cuerpos. -

King bajó la cabeza, avergonzado, y se ocultó con sus alas. Theia sonrió y acarició suavemente las alas de King, quien la miró con los ojos cristalizados, sorprendiendo a la chica. Ella lo tomó entre sus brazos y, por instinto, él ocultó su cabeza en el cuello de la chica y comenzó a soltar chillidos de tristeza. La pelinegra le acaricio la espalda

Ella será mí ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora