capitulo 20

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La pelinegra recorría su habitación con la ayuda de las parteras. Su camisola de seda estaba manchada de sangre, al igual que el suelo.

Es demasiado pronto para que el bebé nazca aún - susurró una de las parteras, theia quien trataba de no soltar gritos de dolor, mordiéndose los labios hasta hacerlos sangrar. Miró a la mujer que la ayudaba a caminar de mala manera -

El bebé quiere nacer ahora, no puedo más... - la pelinegra susurraba con ansiedad, sintiendo el pes de su vientre y el calor de las contracciones. - No quiero caminar más, solo quiero acostarme.

No puedes acostarse ahora, tu cuerpo debe dilatarse más - le explicó la partera, intentando calmarla -

¿Dónde está mi nana? - preguntó angustiada, preocupada por su ausencia -

En ese momento, las doncellas de Theia entraron en la habitación acompañadas por un médico. Al ver el estado de la pelinegra y el suelo manchado de sangre, el médico se alarmó y comenzó a tomar medidas de urgencia. Ordeno acostar a la pelinegra sobre la cama con mucho cuidado, tocó el vientre de la muchacha sintiendo como el bebé dentro del vientre de su vientre de su madre se movía mucho, Sophia y Ezma limpiaban el sudor del cuello y rostro de theia

Ezma - theia logro susurrar el hombre de su doncella entre jadeos de dolor - yo necesito que hagas algo por mi

Si mi señora, ¿qué es lo que necesita? - preguntó, preocupada por el estado de la chica -

theia apuntó a su escritorio, lugar donde estaban los documentos manchados con un poco de sangre

Quémalos ahora por favor

¿Quemar los documentos, señora? - La pelinegra afirmó levemente antes de agarrar con fuerza las sábanas de la cama entre sus manos -

Ezma dejó de hacer lo que estaba haciendo y se acercó hasta el escritorio. Observó los documentos manchados con sangre y, sin dudarlo, los agarró con un trapo y los lanzó al fuego de la chimenea. Rápidamente regresó a su trabajo para ayudar.

Justo en ese momento entraban hienrey acompañado de afife y mckenna.

¡Mi reina! - Se acercó hasta la cama donde estaba Theia y se arrodilló junto a ella - ¿Qué es lo que ocurrió? - preguntó, mirando al médico y las parteras.

Al parecer la reina... Bueno, algo la hizo entrar en trabajo de parto.

Pero, ¿por qué pierde tanta sangre?

Majestad, está demasiado alterado. Lord Mckenna, por favor, ayúdelo. - Le susurró Afife al peliazul y una de las parteras se acercó al rubio para ayudarlo a calmarse -

Tome esto, majestad. Le ayudará a calmarse. - Le ofreció un vaso con agua, donde anteriormente había puesto un remedio calmante -

No quiero tomar nada. - Miró a Mckenna, pero este suspiró y tomó el vaso -

Tiene que tomar el remedio que le están ofreciendo. No será de ayuda si se altera y altera a su majestad la reina en estos momentos. Hágame caso y tome el remedio - Heinrey miro con recelo el vaso de agua pero un grito de dolor por parte de la pelinegra hizo que sus ojos se aguaran sin poder evitarlo agarro el vaso y tomo todo el líquido de un sorbo -

Mckenna, yo...

Disculpen, Majestad Lord Mckenna, tienen que salir de la habitación. La Reina está comenzando su trabajo de parto - dijo el doctor con cierta presión. Él medico se mantendría alejado mientras las parteras y doncellas de la pelinegra se encargaban de ayudarla en el parto -

Ella será mí ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora