Un peligro revelado
El cielo empieza a ser invadido por las nubes grises escondiendo el sol que hace unas horas estaba calentándome la cabeza, uso la capucha de la sudadera como una estrategia de defensa, de escondite, de un disfraz que esconde las inmensas ganas de llorar que están a flor de piel. La tela es delgada, por lo tanto, es suficiente para que la brisa que empieza a viajar por la autopista se sienta frío. Maldito verano.
Sigo a mis amigas cuando deciden subirse a la camioneta y esperar qué es lo que pasará con todo este lío. El frío se sustituye por el calor que desprenden nuestros cuerpos y las cobijas revueltas entre asientos y piernas. Puedo notar cómo cada una incrementa más ideas para poder contactar a nuestros padres, piensan y piensan hasta que se dan por vencidas. Los cuerpos de afuera me distraen de momento y mi inquietud aparece al ver a los padres de Iván irse de nuevo levantando el celular como una manera de poder agarrar señal. Puedo ver a Iván prender la radio igual que el carro de a lado, al parecer todos están atentos a las indicaciones de esa voz donde presentan refugios momentáneos. Los nombres y direcciones se entienden rara vez, pues la estática que interfiere es cada vez mayor hasta que logra desvanecer la voz, la ayuda, nuestra ayuda.
Un hombre de tez morena azota las manos en su carro color azul desesperado por la situación. Mismo sentimiento es contagiado por otra pareja que empieza a discutir abrazando a una niña pequeña.
—¿Crees que todo esto sea una equivocación? Me refiero a que, todo va a volver a la normalidad mañana o pasado mañana. Ya saben, estar en nuestras casas— Karina pregunta rápidamente, como si estuviera desesperada por una confirmación de nuestro pronto bienestar.
Sus ojos brillan al reflejo del día ya nublado, ojos con una pizca de esperanza. Cualquiera diría que es una pregunta positiva, pero la voz sepulcral delata lo mal que la está pasado, igual que todos nosotros. No tengo ni valor para seguirla viendo, tampoco para tranquilizarla porque, sinceramente, no sé si esto sea un ligero inconveniente y ya. Todo es aterrados, diferente a esos días cuando cerraron varias calles por culpa de una manifestación. Es incomparable.
—No empieces, Karina— pide Ana con poca empatía rodando los ojos llena de fastidio. De todas nosotras, ella es la que todavía muestra una postura firme —No empieces con tu drama ahora.
La petición prohíbe que la castaña no lance ninguna lágrima que delate su vulnerabilidad. Su crueldad me saca de quicio.
Siempre tiene que lastimar a las personas sin importarle lo que esas sientan. No es el momento para comportarse como una despiadada, no ahora que ninguna sabe sobre el paradero de nuestra familia.
Al sentir el dolor en el entrecejo me doy cuenta que mi mirada ya está diciendo lo que mi boca no se ha atrevido por mucho tiempo. El silencio incomodo casi me asfixia y más cuando mi amiga se acomoda en su asiento haciendo lo posible por ocultar su rostro, quizás las lágrimas que hace un segundo fueron prohibidas.
—No puedes hablarle así. Solo mira cómo estamos— espeto molesta sin soportarlo más.
Melody pasa una de sus manos sobre mi hombro para pedirme que me calme, pero ya no puedo reconsiderar eso. África tose con falsedad esperando desvanecer la tensión que es más intensa por cada segundo que pasa. Ana alza la mirada en dirección a mí sin emoción.
—¿Así cómo? — alza los hombros fingiendo indiferencia —Admite que a veces es una dramática. A veces me desespera sus quejidos— busca a la castaña y estira su mano para llamar su atención —Oye, no te lo tomes tan personal.
—Creo que esta vez sí te estas pasando de la raya— comenta Melody en voz baja. Ana posa la mirada desaprobadora sobre la pelirroja, lo que hace que ella alce los hombros como si nada —Solo digo.
ESTÁS LEYENDO
• 𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐂𝐎𝐑𝐑𝐄 • ||CARL GRIMES|| [𝐓𝐖𝐃] (2da edición)
ФанфикEl destino puede ser difícil de entender. Lo único que podemos hacer es dejarse llevar hasta el final. Una chica y un chico con el mismo objetivo: Sobrevivir. Sin embargo, hay mucho más cosas que lo conectan donde el destino los lleva por varios ca...