CAPÍTULO 7

122 12 47
                                    

El error hizo la unión.

Carl baja corriendo las escaleras después de gritarle a Maggie y señalar la puerta directamente hacia esa mujer rubia. Su inquietud me la contagia a pesar de estar ya lejos de mí. Él se mueve tan rápido que al poco tiempo está de vuelta en el pasillo apartándome el arma de las manos obligándome a entrar a la prisión con Maggie detrás de nosotros.

Tantas preguntas me pasan por la mente porque en serio quiero saber quién es y por qué todavía no la ayudan ¿Acaso es otro enemigo? Preguntas y preguntas son cada vez más y la precaución me llena cuando pienso que otro ataque se puede aproximar. Sea lo que sea, sé que no es nada bueno.

El intenso sol es sustituido por la oscuridad y frialdad de las paredes grises, no me había percatado que estaba sudando hasta que la primera gota rueda por mi pómulo y termina a mi mentón. No puedo hacer mucho más que quedarme quieta esperando por lo menos una indicación, sin embargo, los únicos que reaccionan como un rayo es el hombre de la cuchilla de caza, Rick, Daryl, Carol y Glenn. Todos toman sus armas y salen con pisadas rítmicas hasta desaparecer del recibidor.

Caigo en cuenta que si fuera otro ataque ya estaría escuchando el ruido de las balas chocar contra los muros como ayer. Lo único que se aprecia es el silencio y nada más que eso.

Karina entra al recibidor junto a Beth, ambas me piden una explicación de lo que ocurre y por más que quiero tenerla, no hay respuesta que pueda articular. Me acerco a ellas para estar más tranquilas.

—Acaba de llegar una mujer— explico en palabras cortas lo que acabo de ver.

Tomo lugar en la banca dejando que lo frío me traspase la delgada tela de mezclilla. Busco con discreción a Carl, estoy segura que él les explicaría bien la situación, pero ya ha desaparecido sin darme cuenta.

En cuanto estoy por marcharme de ahí, todos regresan más tranquilos junto con esa mujer, su ropa limpia me da a entender que no ha estado afuera mucho tiempo. Sin el caminante de por medio puedo inspeccionarle bien los rasgos físicos, luego suelto un aire que no sabía que estaba conteniendo. La mujer recorre todo el recibidor para llegar al otro lado y abrazar con cariño a Beth, pero Karina se queda quieta a su lado sin saber qué hacer. Hasta yo me siento incomoda por verla ahí parada simulando que no existe. Me pongo de pie obligándola a que nos marchemos de ese lugar para darles espacio.

Tenemos que subir las escaleras para llegar a la celda de Iván. Las demás están a su lado haciéndole compañía dejando que el chico moreno repose en su profundo sueño. Entro en silencio tomando lugar en el suelo recargándome en la pared, el polvo se pega a mis pantalones igual que en las manos. África ni Melody preguntan lo que pasa.

—Milagro que te vemos. África fue a buscarte para desayunar juntos, pero seguías dormida, después ni tus luces.

Apoyo mis manos en la rodilla izquierda.

—Estaba con Carl— me inclino hacia adelante para también apoyar la barbilla —Lo estaba ayudando en algo.

No puedo evitar pensar que del poco tiempo que estuve con él en su mayoría solo lo frustré con mis palabras, se le notaba al principio. Es diferente hablar con él que, con mis amigos, siento como si debería dejar a un lado las bromas y tomar una postura similar para estar igual. Carl es tan frío que no sé cómo comportarme para caerle bien.

—Ese chico es demasiado... ¿cómo decirlo? — Melody chasquea los dedos intentando buscar la palabra adecuada.

—¿Callado? — pregunta Karina sin mirarla, pues está más concentrada sacándose la mugre de una uña.

• 𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐂𝐎𝐑𝐑𝐄 • ||CARL GRIMES|| [𝐓𝐖𝐃] (2da edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora