Descubriendo a un enemigo
Mi curiosidad me lleva a buscar la respuesta del comportamiento de ese chico asiático. Al asomarme sobre el espacio que deja la delgada cortina, descubro que es alguien, una chica tan bella de pelo castaño recostada sobre el colchón delgado de abajo. Creo que no se percata de mi sombra sobre la tela y menos de mi atención hacia sus ojos verdes perdidos en aquella pared agrietada de su celda. Me muevo a la orilla cerca del marco metálico y es ahí cuando se da cuenta de mi cuerpo. La primera reacción que tiene es un entrecejo arrugado en esa piel blanca, luego se sienta sobre la litera en un parpadeo, desde mi lugar se puede interpretar que le he robado un susto y cómo no, soy una desconocida espiándola.
—Lo siento, es que...— de reojo miro el pasillo en una mueca de dolor. Mi cuerpo se quedó con el recuerdo de ese pequeño accidente —Acabo de darme cuenta que es mejor mantener los ojos abiertos si no quiero volver a chocar con ese chico.
Me sobo el hombro donde recibí el primer impacto de la brusquedad intencional. Disimuladamente noto que este pequeño cuarto tiene más cosas a comparación de las que no están habitadas. Sobre una silla hay varias prendas amontonadas más una colcha de color azul rey para el frío de las noches.
—Disculpa a Glenn. Ahora mismo no está pasando por un buen momento...— respira hondo viendo mis tenis y luego subir a mi rostro de una forma muy analítica —¿Eres una de las que recibió Rick?
Gracias a la luz del día que entra a mis espaldas puedo saber que esos ojos verdes se asoman unas cuantas lágrimas, tiene otras secas en las mejillas rosadas que desde mi lugar torna una piel bastante suave, pero ahora no es lo que llama la atención de ese bello rostro.
Abro la boca para preguntarle si está bien, en unos cuantos segundos me arrepiento y solo simulo coger aire. Yahir me estaría regañando por estarme involucrando en esto, lo único que alcanzo a hacer es sonreír de lado obedeciendo automáticamente a las palabras de mi amigo.
—Sí— la palabra me cuesta soltar en seco. Vuelvo a mirar el pasillo asegurándome que ese rubio no esté cerca —¿Estás bien? — atraigo esa mirada que por ahora no logro reconocer ninguna emoción —Pregunto porque...
—Sí, sí, sí— insiste volteando la cabeza de lado contrario y con el torso de la mano limpiarse las mejillas.
En cuanto vuelve a mí esbozo una delicada sonrisa sin estar segura si es una buena respuesta, como si en el fondo estuviera buscando estrategias para caerle bien.
—¿Cuál es tu nombre? — su voz apagada me relaja los muslos. Es dulce igual que la expresión que dibuja en el rostro después de esa pregunta.
—Jennette— respondo amable.
—Soy Maggie— se pone de pie —¿Entonces se unirán a nosotros?
—De hecho, solo vamos a pasar la noche. Es bueno que ese hombre nos haya ayudado. No podíamos seguir así y...
—¿Estás segura de que solo quieren pasar la noche? — su rostro se llena de preocupación —Lo digo porque estar afuera es peligroso y más si son niños ¿cuántos vinieron contigo?
Me desconcierta en cierto punto la manera en que lo pregunta, me resisto a contestar y retrocedo el paso que nunca me había dado cuenta que había avanzado hasta ahora. Cruzo el marco.
—Eh...en verdad no hay razón para quedarnos— evito contestar y para ser más creíble esa gran mentira muestro todos mis dientes —Tengo que ir dejar mis cosas. Nos vemos.
Sacudo la mano antes de desaparecer de su vista con la idea de que mañana no me volverá a ver y por lo tanto, no hay razón para iniciar una relación con ninguna persona de aquí. Solo es cuestión de dar tres pasos para llegar a otra celda libre, puedo decir que es acogedora al conseguir una litera considerando todos los horrendos lugares que pasé noches atrás. Nada a lo anterior se compara a lo que tengo momentáneamente. Tan placentero, tan acogedor, como un nido para crías.
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• 𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐂𝐎𝐑𝐑𝐄 • ||CARL GRIMES|| [𝐓𝐖𝐃] (2da edición)
FanficEl destino puede ser difícil de entender. Lo único que podemos hacer es dejarse llevar hasta el final. Una chica y un chico con el mismo objetivo: Sobrevivir. Sin embargo, hay mucho más cosas que lo conectan donde el destino los lleva por varios ca...