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Los chicos se miraban fijamente, ninguno de ellos pronunciaba algo, todos esperaban a que el otro hable. El peliverde los mira con curiosidad, de verdad quiere saber como llegaron a ser infiltrados de la liga, pero no se atreve a hablar, en primer lugar, ¿por qué no los noto? Ni siquiera sintió su presencia, bajo la guardia y es lo que no debe hacer, pasa saliva, pudo haber echado todo a perder gracias a eso, siempre tiene que estar alerta.

—Ya quita esa cara Midoriya, ni que te fuéramos a matar.—Kaminari es el primero en atreverse a hablar, ambos chicos lo voltean a ver.—En primer lugar, el jefe y el fetichista de manos nos matarían; apenas intentáramos algo en tu contra. Y en segundo lugar, queremos conocerte, el maestro nunca nos dejó conocer al menor de sus hijos y realmente estamos muy emocionados.—Aoyama le daba la razón a lo que decía Kaminari mientras sonreía.

—Monsieur, ¿nos permite acompañarlo a casa?—Aoyama fue el que hablo esta vez.

—¿Eh?, c-claro.—El peliverde se relajó, realmente parecían amables y sin ganas de hacerle ningún daño.—Vamos.

Los 3 chicos comenzaron a caminar en dirección a la casa del peliverde, la mayoría del camino fue silencioso, ya que preferían ya no hablar más estando fuera, preferían llegar a la casa de Izuku y terminar de conocerse por completo.

Al llegar a la casa del peliverde se encontraron con Inko preparando la cena, esta se sorprendió de que Izuku trajera invitados, pero después de una breve explicación del peliverde comprendió y los dejo subir a su habitación mientras ella terminaba la cena.

—Bueno... siéntanse como en casa.—Dijo Izuku mientras entraba a su habitación con ambos.

—Ah... Estoy agotado.—El chico eléctrico se tiró en la cama de Izuku mientras sonreía.—De verdad... detesto la escuela.

—Qué morales los tuyos Denki, eso no es rien'extraordinaire.

—Ay cállate Yuga, tú por lo menos comes solo, ¡yo tengo que lidiar con Kirishima y con Bakugo! De verdad me sorprende que Bakugo no se haya unido a la liga, con esa actitud que tiene.

—Eh... ¿Hola?—Izuku por fin hablo después del rato que estuvieron en su habitación.—Podrían mínimo presentarse o algo, ¿saben? 

Ambos chicos lo voltearon a ver, el chico eléctrico sonrío.—Un gusto Midoriya o ¿te puedo decir Izuku? Bueno, mejor eso para otro momento. Soy Denki Kaminari, me puedes decir Denki si gustas, aunque normalmente en la escuela nos llamamos por nuestros apellidos para mantener las apariencias. Fui el segundo infiltrado de la liga y normalmente me encargo de dar la información que Yuga no puede. 

—Un gusto Kaminari-san.—El peliverde hizo una reverencia.

—De verdad tienes a un Kurogiri en tu interior.—Ambos rubios comenzaron a reír, Izuku solo los miro confuso.—Yuga, te toca.

—C'est un plaisir, monsieur. Soy Yuga Aoyama, como ya lo dijo Denki, me puedes decir Yuga e igual en la escuela decirme Aoyama. Fui el primer infiltrado de la liga y soy el que mayormente informa y manda ubicaciones cuando salimos a hacer algo fuera de la escuela.

—Es un gusto Aoyama-san. Es un honor conocerlos a ambos, pero, si ya hay dos infiltrados... ¿Para qué estoy yo de infiltrado también?—Y era cierto, no veía el caso de que hubiera 3 infiltrados y además en la misma clase, era ilógico.

—Por lo que nos contaron el maestro, el fetichista de manos y hasta Kurorigi, tienes un encanto natural que puede hacer que todos se pongan de tu lado, y ahora que te conocí en persona tenían mucha razón.—Kaminari le guiño un ojo e Izuku solo lo miro raro.

—¿Es así siempre? ¿Y a que se refiere con que puedo hacer que todos se pongan de mi lado?

—Contestando a tu primera pregunta, monsieur, sí, lamentablemente es así siempre. Ahora, lo que Denki quiso decir es que puedes conseguir que más gente se una a nosotros, podrías atacar primero a la clase 1A y después ir por las demás clases encontrando gente a quien corromper. El maestro y Tomura nos hablaron de ti, y sabemos que puedes hacer que gente se ponga de tu lado por tu encanto y tu carita que irradia inocencia.—El peliverde procesaba lentamente cada palabra que Aoyama decía, jamás pensó que tenía un encanto para que las personas se pusieran de su lado, realmente pensaba que simplemente lo mimaban mucho en la liga, ahora entendía varias cosas, sonrío, esto sería interesante.

—Bien, ya entendí.—Ambos rubios lo voltearon a ver.—Y tengo a dos personas ya seleccionadas, aunque no conozca del todo a la clase, ayude a mi hermano a investigarlos en el ataque de la U.S.J así que no será problema con la primer persona, el otro es solo un capricho; un reto personal que me quiero poner.

—¿Nos dirás de quienes se tratan?

—¿No quieren tener la emoción de adivinarlo por su cuenta?

El peliverde sonreía en forma de complicidad, realmente estaba muy emocionado por corromper a dos estudiantes de la U.A. en la misma. Los rubios lo miraron y sonriendo aceptaron el reto de adivinar a quienes había elegido el peliverde, esto sería bastante emocionante. Al cabo de unos minutos Inko los llamo para que cenaran y aprovecho para conocer también a los infiltrados y presentarse. Al acabar la cena Aoyama y Denki se despidieron y ambos se fueron a sus respectivos hogares, Izuku fue a darse una ducha rápida y después fue a dormir, mañana iniciaría con el primer estudiante.

Izuku iba caminando a su salón, había llegado media hora antes sabiendo que su objetivo llegaba muy temprano y podía aprovechar que era el único que llegaba a esa hora para poder hablar a solas con él. Al entrar al salón lo vio sentado en su asiento, sonrío y se le acercó. 

—Buenos días, Todoroki-san. 



Los hijos de AFODonde viven las historias. Descúbrelo ahora