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Tres adolescentes caminaban en dirección a la casa del más bajo, mientras dos de ellos iban divirtiéndose y haciendo bromas entre ellos, el chico bicolor iba serio, pensado en cuál sería la propuesta de la que el peliverde había hablado y el porqué el peliverde no había querido hablar en la escuela. Sus pensamientos fueron cortados por varios llamados de los dos chicos que lo acompañaban.

—Todoroki-san, ¿te encuentras bien?—El nombrado volteo a ver al chico de pecas.

—Sí, lo siento Midoriya. Solo estaba pensando.—Izuku sonrío en respuesta y volteo a ver a Denki.

—Kaminari-san, ¿quieres cenar en mi casa? 

Denki estuvo a nada de decir que sí, pero detuvo su habla cuando vio los ojos del peliverde, lo miraba como si quisiera decirle algo, su sonrisa se veía forzada. Fue ahí que lo entendió; Izuku quería que dijera que no, para poder hablar a solas con Todoroki, ¿es acaso él, uno de sus objetivos? Sonrío en complicidad, calmando a Midoriya.

—Uy, mira la hora, será mejor que me vaya. Nos vemos mañana chicos. Salúdame a tu mamá.—Salió corriendo mientras movía su mano en señal de despedida.

Ambos chicos que quedaron solo movieron la mano como despedida. Izuku estaba aliviado de que Denki si le haya entendido, volteo a ver al bicolor y sonrío.

—Pasemos, Todoroki-kun. 

—Claro.—El peliverde abrió la puerta, dejando pasar primero a Todoroki, cerrando la puerta después de pasar.

—¡Bienvenido, Izuku! ¿Cómo te fue?—Saludo Inko saliendo de la cocina, notando al bicolor.—Oh, traes visitas. Un gusto, soy Inko Midoriya, madre de Izuku. 

—El gusto es mío, señora Midoriya. 

—Vamos a estar en mi habitación, mamá.

—Claro, claro hijo, cuando esté la comida les hablo.—Izuku sonrío.

—Gracias, mamá. Por cierto, Kaminari-san te manda saludos. Bueno, nos vamos.—Inko solo asintió y volvió a la cocina. 

Izuku guío al bicolor a su habitación, llegando a ella y entrando los dos, Izuku cerro la puerta tras de él. 

—Siéntate donde quieras, Todoroki-san. Hay mucho que quiero decirte.—Dijo mientras se sentaba en la cama, Todoroki opto por sentarse en la silla del escritorio.

—Y bien, ¿de qué querías hablar Midoriya?

—¿Pensaste lo que te dije?

—¿El qué?—Pregunto confuso.

—Sobre vengarte, Todoroki-san, ¿no te gustaría vengarte de todos los años de sufrimiento que tu padre les hizo pasar? No solo te vengarías a ti, vengarías a tu madre y a tus hermanos.—Shoto pareció pensarlo.—En tu cara se nota que sí quieres.

—Aunque quiera, es imposible. Es decir, solo míralo, es un héroe y muchos creen en él, apenas haga algo en su contra y todos se me irán encima. 

—¿Y quién dijo de hacer algo tan apresurado?—Todoroki lo miro con duda.—Escúchame bien, Todoroki-san. Estoy en una organización la cual tiene como objetivo mostrar la verdad de los héroes. Podemos ayudar a vengarte Todoroki-san, solo pido que te nos unas y tu completa lealtad, no te fallaremos.

—¿No quieres ser un héroe?—Pregunto en shock.

—Prefiero ser otra cosa que ser un héroe, los héroes son falsos, mentirosos e interesados, solo les importa el dinero y la fama.—Cada palabra que decía Izuku, era escupida con odio sorprendiendo más al bicolor. Izuku miro a Shoto.—¿Estás estudiando esto por voluntad?—Pregunto con una sonrisa.

—No...

—¿Quieres ser un héroe?

—No

—¿Quieres venganza?

Todoroki parecía pensarlo, ¿es acaso que si quería vengarse? Bueno, eso era más que obvio, pero, ¿qué tan malo sería unirse a la organización que mencionaba el peliverde? Después de pensarlo un rato, subió su cabeza, tenía una mirada decidida.

—Sí, si quiero venganza, quiero vengarme de todo lo que nos hizo, quiero verlo sufrir.—El chico de pecas sonrió.

—Bienvenido, Todoroki-san. Te juro que nosotros no te fallaremos.

—Te lo agradezco Midoriya... Eh, por cierto, ¿de qué organización hablas?

—Nada más y nada menos que... ¡La liga de villanos!—Shoto quedo en shock.

—¿La... la liga de villanos...? Estás, estás bromeando, ¿verdad?

—Puede que como los conociste se te hicieron malos, pero créeme cuando te digo que ellos han salvado más vidas de las que los héroes han salvado. 

—¡Pero han matado gente!—Izuku frunció el ceño.

—Matamos cuando es necesario, cuando corremos peligro. No somos asesinos sin piedad, salvamos a personas que la sociedad rechaza por el simple hecho de tener un quirk de "villano", Todoroki-san, los héroes son peores que los villanos, los héroes como Hawks, son peores. 

—¿Estás seguro, Midoriya?—Pregunto inseguro.

—Más que seguro, Todoroki-san. Estás seguro con nosotros.

—Confiaré en ti, Midoriya.

—Entonces, ¿estás dentro? 

—Estoy dentro. 



Los hijos de AFODonde viven las historias. Descúbrelo ahora