Los hijos de AFO

30

Monoma salió de la U.A. sin siquiera recoger ninguna de sus cosas, después de su plática con el peliverde, no quería ni pasar por donde estaban sus compañeros, temía el cómo lo verían. Miraba a la nada con los ojos en blanco, sus pensamientos parecían un remolino pasando por su cabeza sin dejar que se concentre en algo específico, aún perdido, comenzó a caminar alejándose de la U.A. y dirigiéndose a su casa. 

Al llegar a su casa, esta se encontraba sola, busco a su madre hasta que encontró una nota dirigida a él por si regresaba a casa antes que ellos, su madre le explicaba que ella y su padre estarían fuera y regresarían el sábado. Monoma leyó la nota repetidas veces, subió su vista bajando la nota.

—Oh, es cierto, lo que me ocurrió hace poco...—Soltó una risa amarga.—Ni siquiera recuerdo habérselos dicho, estoy seguro de que si se los digo ahora, no me creerán, es más, pensarán que es una excusa. 

Soltó en voz alta, el eco de la casa lo hizo sentir solo, comenzó a soltar lágrimas, ¿qué pensarían sus padres si en algún momento se enteran del problema en el que estaba metido? Corrió a su habitación sacando su teléfono para comenzar a marcarle a su madre, él tonó apenas sonó cuando se escuchó la voz de su madre al otro lado de la línea.   

—¡Neito! Por Dios, estaba a nada de llamarte, ¿cómo es eso de que te suspendieron de la U.A.? El director me lo explico todo, querían que fuéramos a tu escuela, pero estamos fuera por negocios. Neito, no puedo creer lo que hiciste, te he dicho que estaba mal que les tuvieras envidia a los de tu clase vecina, ellos igual quieren ser héroes, pero no, decidiste no hacerme caso y en su lugar, creaste una mentira aprovechándote de la situación del pobre chico que fue secuestrado, estamos muy decepcionados de ti. 

«Estamos muy decepcionados de ti.»

Cada letra de esa frase le dolió como una daga atravesando su pecho, comenzó a sollozar con mayor intensidad.

—Mamá...—Habló tratando de calmar su voz.—Tienes que creerme cuando te digo que yo no hice nada.

—Hay pruebas Neito Monoma, el director nos reprodujo tu audio, ¿¡qué demonios estabas pensando!? Cuando regresemos a casa hablaremos, por el momento no nos llames, no queremos escucharte.

Su madre colgó dejándolo con las palabras en la boca, aventó su teléfono gritando de la frustración, lloro con más intensidad abrazando su cuerpo tratando de calmarse, no entendía que es lo que estaba pasando y ahora ni sus padres querían saber de él. 

En la U.A., Katsuki entro a los dormitorios, todos lo miraron sorprendidos y corrieron a él llenándolo de preguntas, Katsuki exploto y les grito que lo dejarán tranquilo alejándose como pudo de ellos, se dirigió a su habitación. Cuando llego a esta, observo que la habitación de al lado le pertenecía a Izuku, recordó lo de horas antes y se encerró en su habitación rápidamente, golpeando su cabeza con la puerta.

—¡Maldita sea! ¿¡Por qué mierda lo abracé!?

Antes de que pudiera seguir con su crisis, unos golpes en su puerta hicieron que se alejará de ella instintivamente, luego entre cerro los ojos mientras escuchaba la puerta ser tocada sin parar, poco a poco acabando con su paciencia. Después de unos segundos la puerta seguía siendo golpeada, Katsuki ya harto, la abrió de un golpe encontrándose a Denki con la mano alzada, Izuku y Shoto estaban detrás de él.

—Así que eras tú, maldito rubio sin chiste, el que estaba tocando mi puerta sin parar.

—¿A quién mierda le dices "rubio sin chiste"? Te recuerdo que tú también eres rubio.

—¿¡Qué mierda acabas de...?

—¡Chicos!—Interrumpió el peliverde.—No vinimos a que se pelearan.

—Perdón Zuzu.

—Como sea. 

—Bien. Bakugo, ¿podemos entrar?

—Ya que.

Katsuki se hizo a un lado, al parecer tendrían una plática de lo que había pasado. Al entrar, Tomaron asiento en la cama y escritorio del rubio cenizo.

—Bien, primero, el plan para reclutar a Monoma ya está en marcha, el problema es que el director Nezu exagero y le puso 2 semanas de suspensión. Lo segundo, tenemos que hablar de Kirishima Eijiro. 

—¿Y el pelo de mierda que tiene que ver con Monoma?

—Nada relativo, el caso es que Kirishima fue el que acuso a Monoma.

—¿Qué?

—Monoma encontró a Kirishima y a Den de primeros al momento de comenzar el plan, les dijo lo que planeamos, Kirishima tenía fe en que los héroes no le habían creído simples rumores a un estudiante para suspender a otro, vaya fue su decepción al darse cuenta de que así fue, así que estábamos planeando reclutarlo a él también.

—No, si lo hacen, es muy seguro que Kirishima nos traicione, él jamás se uniría a la liga por su sentido de la justicia. Lo que podemos hacer es usarlo, para que Monoma no se entere de que todo fue un plan de la liga de villanos, podemos decir que Kirishima fue el que planeo todo porque estaba harto de los insultos de Monoma.

—Wow, Bakugo sí tiene cerebro.

—¡Cierra el puto culo rubio de mierda, o te reviento!

—Ay, no aguantas ni una bromita, aguado.

—Bueno, ya paren.—Interrumpió el bicolor.—Izuku, ¿qué piensas del plan de Bakugo?

—Me parece muy buena idea, esto nos ayudará a reclutar a Monoma. 

Habían pasado ya unos días desde que suspendieron a Monoma, cada día fue una tortura para Monoma, el cual no quiso ni salir de su casa, apenas dormía y comía, no entendía por qué su vida había dado una vuelta completa, odiaba todo. Faltaba un día para ver a sus padres y no soportaría ver sus caras de decepción. Se levantó de su cama y se dirigió al baño, abrió el grifo lavando su cara, estaba llena de lágrimas y ahora bajo sus ojos tenía ojeras, producto de no haber dormido bien. El teléfono sonó exaltándolo, se dirigió a su cama para tomar el móvil, al ver la pantalla se sorprendió y rápidamente contesto.

—¡Mamá!

—Neito, llegaremos el miércoles, el trabajo se alargó. 

La voz de su madre sonó al otro lado de la línea, estaba seria.

—Oh... está bien. ¿Cómo están?

—Bien, me tengo qué ir.

Como la vez pasada, Monoma no pudo siquiera responder algo cuando escucho que la llamada había terminado. Monoma bajo su mano en la que tenía el celular.

—Que bien que estés bien, pero... yo no estoy bien, mamá...