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La clase de inglés había terminado y todos salían emocionados a la cafetería u otra parte de la escuela donde pudieran descansar de las clases. Todos menos uno; Izuku, él se quedó procesando desde la clase de inglés la información que Aizawa les había dado, pensaba en posibles soluciones ante esto, él tenía planeado visitar a la liga por lo menos los fines de semana y esto se lo complicaba, chasqueo la lengua molesto sin importarle que aún había gente en el salón, gente que lo volteo a ver raro. Shoto que lo miraba desde hace rato, decidió acercarse a él.

—Midoriya.—El nombrado salto de sorpresa y volteo hacia el bicolor.

—Todoroki-san... ¿Pasa algo?

—Bueno, además de que te has quedado callado todo este tiempo, mirando un punto fijo solamente, y el haber chasqueado la lengua molesto, no, no pasa nada.  Solo que, aún tenemos una conversación pendiente, ¿recuerdas?

—¡Ah! ¡Tienes razón Todoroki-san!, pero... este no es el lugar. ¿Crees que puedas ir a mi casa saliendo de clases?

—Claro.

—Gracias Todoroki-san. Eh, voy con Kaminari-san, ¿gustas acompañarnos?

—¿Con Kaminari?

—Sí, me pidió que estuviéramos juntos en el receso porque quería preguntarme cosas.

—Ya veo. No te preocupes Midoriya, prefiero quedarme en el salón.

El peliverde solo asintió y se marchó en dirección a la cafetería, dejando solo a Todoroki, el cual solo volvió a su lugar. Izuku llegó a la cafetería y comenzó a buscar a Denki con la mirada, el cual lo sorprendió colgándosele del hombro.

—¡Midoriya! Ya te estabas tardando, pensé que me abandonabas.

—Ay, lo siento Kaminari-san, me quede pensando un buen rato en el salón.—El rubio río.

—Sí, lo noté. Bueno, vámonos a otro lugar, quiero hablar contigo de muchas cosas.

Kaminari jaló a Izuku fuera de la cafetería y lo llevo en dirección a la azotea. El peliverde solo se dejó llevar por el que más conocía la escuela, llegando al fin a la azotea, el rubio soltó al peliverde y cerro bien la puerta asegurándose que no había nadie más que ellos.

—Izuku.—El nombrado volteo.—¿qué vamos a hacer ahora? Con lo de los dormitorios y todo eso.

—Yo... aún no sé Kaminari-san. Pero tranquilo, hoy iré a la guarida e informaré la situación, ellos me dirán que hacer.—Denki al escuchar eso se le iluminaron los ojos.

—¿¡Vas a ir a la guarida!? ¡Quiero ir! Por favor, por favor. 

—¿¡Kaminari-san!?—Izuku no entendía el cambio drástico en el comportamiento de Denki.—Sí, Kaminari-san, puedes venir.

Denki solo abrazó a Izuku mientras le agradecía. Izuku aunque al principio se sorprendió, correspondió el abrazo. Sentía que se llevaría muy bien con Denki.

Al salir de la escuela, Izuku y Denki salieron juntos riendo, mientras bromeaban entre sí, tratando de incluir al bicolor que los acompañaba a la casa del peliverde.  Estos caminaban alegremente sin notar que alguien los miraba desde lejos, quien dirigía más su atención al chico peliverde. 

En los bajos barrios, se encontraba un bar en malas condiciones, dentro de él había una pequeña discusión.

—Me pueden explicar, ¿por qué demonios Izuku está en la U.A.?

—Ya te dije, son planes de nuestro padre. Yo también me negué al principio, pero no pude hacer nada al respecto.

—¡Lo pusieron en la boca del lobo prácticamente! ¿¡Y todo por un maldito plan!?

—Él va a estar bien, confía en él.

—¡Sus planes nunca funcionan! 

—Esta vez funcionará. Y en lugar de tirar mierda a nuestros planes, mejor dime, ¿qué haces aquí? Shinso.

Los hijos de AFODonde viven las historias. Descúbrelo ahora