almas compartidas

Interludio: el concilio

La noche se acerca, en una tarde invernal de Eruisa, viajeros vienen y van como siempre, pero en este momento del día, la mayoría se quedan para pasar la noche y seguir mañana.

En la posada de Fargus, su dueño está en la sala, leyendo un libro frente a la chimenea, espera allí hasta que el último invitado se fue a dormir. Fargus espía sobre su hombro para saber si ya está solo, al no ver a nadie más, cierra su libro, se pone de pie y camina hacia una pared, al pie de la escalera que lleva a los dormitorios.

El anciano posadero, traza una línea con su dedo, de arriba hacia abajo, sobre la pared de madera frente a él. La pared hace un chasquido, luego unos ruidos de engranajes moviéndose, abren una abertura en la pared, revelando un pasaje secreto.

Fargus entra al pasaje detrás de la pared y tomando una antorcha apagada de la pared, la puerta oculta empieza a cerrarse.

Frente al anciano mago, había un pasillo con escaleras que bajaban a un túnel. Fargus, al llegar allí, se encuentra con un señor un poco menos mayor que él, Karmdur.

Karmdur: -Fargus, viejo amigo, no esperaba verte aquí.-

Fargus: -lamento la demora, tuve que esperar que no hubiera nadie. Venir a la reunión es difícil cuando la entrada esta en medio de mi posada.-

Karmdur: -entiendo, lo arreglaremos más adelante, por ahora apresurémonos, que estamos legando sobre la hora.-

Ambos magos caminan hasta el final del túnel, donde una puerta rustica los esperaba, al abrirla, del otro estaba una sala amplia.

En la gran sala había otras puertas que unían diferentes sitios de Eruisa, estaba iluminada con antorchas en las paredes, el suelo de piedra solida estaba grabado con un gran círculo dividido en ocho secciones, cada una tenía un trono adornado, diferenciados por los colores de los diferentes signos mágicos. El trono del signo oscuridad, estaba desgastado por el tiempo, como si nadie lo haya usado en mucho tiempo.

Fargus llega a la gran sala y en ella habían otros dos magos: Samut y Dractra. Por otra puerta entraba Rayson y un mago joven llamado Enduby.

Karmdur: -Fargus ¿tú conoces a ese joven?-

Fargus: -es Enduby Eredal, *mira atentamente* parece que va a ocupar el lugar de su padre-

Luego de saludarse entre sí, Fargus se coloca en el centro del círculo de la sala.

Fargus: -muy bien, a todos los presentes, les pido que tomen asiento, el concilio está por comenzar.-

Dractra: -disculpe señor Fargus *mira hacia una puerta* ¿Quién ocupara el lugar de Yoru Soulfree?-

Fargus: -lamento informar que ella aun no ha vuelto, y debido a que no dejo un aprendiz a cargo, el trono del signo hielo estará vacío esta vez.-

Luego de las palabras del gran mago, Dractra asiente con la cabeza y se dirige como los demás a su lugar. Dractra se sienta en el trono del signo fuego, Samut se sienta en el del signo naturaleza, Enduby en el del signo tormenta, Rayson en el del signo tierra, Fargus el del signo celeste y Karmdur al lado de su amigo en el trono del signo espiritual.

Karmdur: -damos comienzo al centenario septuagésimo tercer concilio de magos. Para aquellos que vienen por primera vez, cada uno de nosotros estamos asignados en un área del continente en específico, este concilio consiste en informar a los demás sobre los problemas de cada lugar. Por favor, empecemos con sus informes de manera ordenada.-

Cada mago del concilio se prepara para ir al centro del círculo y decir su propio informe. Dractra es la primera en pasar al centro del círculo.

Dractra: -mi informe es corto, no tomara mucho tiempo *aclara la voz y lee su pergamino* "en los pueblos del sur a cargo de la ciudad de Kither, ha habido serios casos de delincuencia, por fortuna, los responsables fueron capturados y enviados a las mazmorras. Creemos que los altos impuestos de esta ciudad está creando disconformidad en los pueblos de las costas comerciales" *alza la mirada* es todo, gracias.-

Acto seguido, Dractra va a tomar asiento y Rayson pasa al centro.

Rayson: -mi informe tampoco tardara mucho *desenrolla su pergamino y lo lee* "el escuadrón de magos que vigila las montañas negras reporta que, pese a sus esfuerzos, siguen habiendo gigantes que traspasan sus perímetros. Solicitan apoyo para cerrar brechas y evitar que hayan más ataques a aldeas cercanas" *guarda el pergamino* gracias por su atención *hace una reverencia*.-

Fargus: -este es un problema serio, enviare la solicitud pero según recuerdo hay pocos magos designados para ello... *mira a Karmdur* Karmdur, administras la escuela para magia avanzada ¿crees que puedas enviar algunos a entrenamiento de combate en las colinas marcadas?-

Karmdur: -he enviado a algunos voluntarios antes del invierno, pero solicitare nuevos voluntarios en la mañana.-

Fargus: -entiendo, te agradezco. Bien, que pase el siguiente.-

Así, uno por uno los magos del concilio fueron relatando sus informes, hablaban de distintas problemáticas, algunas económicas y otras políticas, hasta que llego el turno de hablar de Fargus.

Fargus: -magos del concilio, lo que les voy a decir no necesito leerlo, pero es algo que deben escuchar con mucha atención.-

El anciano mago aclara la garganta y con voz firme les dice:

"he visto al norte, una maldad que crece sin tregua, las tinieblas que atrae está afectando el equilibrio de este mundo. Mi clarividencia me ha mostrado a seres de gran poder, que solo buscan destrucción, y a los únicos que han podido evitarlo hasta ahora. Es por esto que emprendí el viaje al noroeste, para brindar mi ayuda y ponerle fin a este problema."

La extraña terminología que utiliza Fargus, plantea dudas en los demás magos, en especial en Karmdur, quien se levanta y camina hacia su amigo.

Karmdur: -Fargus, *trata de tocarlo en el hombro* ¿Qué intentas de...?-

La pregunta del anciano, se ve interrumpida por el hecho de que su mano atraviesa el cuerpo de Fargus como si se tratase de humo. Karmdur no puede creer lo que ve, el cuerpo de su amigo ¡era una ilusión!

Al percatarse de este hecho, los magos del concilio empiezan a ver el cuerpo de Fargus desvanecerse frente a sus ojos.

Fargus no estaba en Eruisa, ni siquiera en sus alrededores, tal parece que su viaje, había empezado hace tiempo...

... pero... ¿Quién sabrá hace cuanto?