El invierno está por terminar, solo le queda unas semanas más; aun así, ya se asoman algunas flores desde el blanco paisaje que deja la nieve.
Unos días después de su partida de Pridan Oriental, los hermanos casi están a medio camino. Debido a esto, la preocupación de Derius aumenta.
Por otra parte, Laira se encuentra bastante alegre, mientras caminan, ella canturrea para sí misma una canción. Al ver a su hermano, recuerda algo que le sorprende de él.
Laira: -hermano ¿Por qué no usas el collar que te dio Rayson?-
Derius: ¿huh? Oh, sí lo uso *mete la mano dentro de su capucha y revela el collar*... lo llevo puesto, pero no hago que funcione cuando viajamos, eso me desgasta y hace que no avanzamos mucho *vuelve a guardarlo*... así que lo hago funcionar cuando estamos en algún pueblo o ciudad.-
Laira: -oh, ahora entiendo.-
Derius recuerda el tiempo que pasaron en Eruisa, al hacer memoria de lo sucedido desde entonces, comprende una realidad que lo hace tomar una decisión: deben detenerse.
Derius: -espera *extiende su brazo frente a Laira*... creo que nos detendremos aquí hoy. *descuelga su bolso y mira a su hermana*... Laira, hasta el momento hemos tenido suerte contra el peligro que nos enfrenta, pero esto no durara, más ahora que somos nosotros quienes lo buscamos.-
Laira: -¿Qué quieres decir con eso? No lo entiendo.-
Derius suspira y se cruza de brazos, luego trata de explicarle con delicadeza que le preocupa.
Derius: -escúchame hermanita, aunque ambos tenemos buena habilidad con la magia, no creo que sirva en combate, y estamos por enfrentar un ejército entero. Antes de llegar a Pridan Occidental, entrenaremos nuestras habilidades y... además te enseñare... *desvía la vista*... a luchar.-
La idea de enseñarle lo que aprendió Derius en combate, no le agrada en lo más mínimo al hermano mayor. Al contrario de él, al escuchar esas palabras de su hermano, Laira se llena de coraje.
Laira: -*lo mira seriamente* estoy de acuerdo contigo *toma una semilla de su bolso*... therbust *convierte la semilla en una lanza*. Por favor hermano, enséñame.-
Al ver la energía de Laira, Derius sonríe y camina hacia su hermana, luego le agarra la lanza y se arrodilla para mirarla a ella frente a frente.
Derius: -me encanta tu entusiasmo, al parecer no tengo nada de que preocuparme. Déjame ver *mira la lanza de Laira*... esta arma es apropiada para ti, compensa tu tamaño y te mantiene segura al mantenerte a distancia, pero con una lanza no podrás luchar contra esqueletos.-
Laira: -¿eso quiere decir que debo crear un arma diferente?-
Derius: -sí, pero si lo haces, será difícil para ti manejarla si es igual de larga que una lanza. *se pone de pie y camina pensativo* Tal vez no necesites luchar así, he visto lo buena que eres creando paredes de arboles, podrías usar eso como arma.-
La pequeña maga, se pone nerviosa al tratar de explicar el problema que tiene con ello.
Laira: -es una buena idea, pero... *desvía la mirada*... para hacer eso necesito estar en contacto, tocar el suelo o un árbol. Cuando combatimos al Hormus, gaste mucha energía para crear una barrera de arboles y mucha más para mantenerla.-
Derius: -ya veo, eso sí que es un problema *piensa*... espera...- _contacto con el suelo o un árbol_ -... ¡tengo una idea! ¿Si usas un bastón? *señala las manos de ella y el suelo* Podrías usarlo como una extensión de ti y mantener el contacto con el suelo.-
Laira: -eso... suena algo difícil, pero lo intentare.-
Con la semilla aun en la mano, Laira repite el conjuro y transforma la semilla en un bastón del mismo largo que su cuerpo. Luego se da vuelta, dándole la espalda a Derius, y respira profundo.
Laira: _es momento de ver si esto funciona, concéntrate_ *cierra los ojos y golpea su bastón en el suelo* -¡therbust!-.
Tan rápido como dijo el conjuro, un árbol aparece desde el suelo frente a ella y crece hasta llegar a la madurez. La velocidad con la que salió, hizo que la nieve que había asentada, fuera arrojada muy alto y cae en miles de copos.
Un pensamiento contundente, hace reflexionar a Derius.
Derius: _no le costó nada aprender a usar un bastón para conjurar magia. *recuerda su batalla con el Hormus*... Debo esforzarme más, ya que aun no logro que toda mi magia me obedezca. *toca el hombro de Laira con su mano y sonríe*... No quiero volver a fallar frente a ella._
Laira esta tan nerviosa que aun no abrió los ojos, solo lo hace al sentir la cálida mano de Derius sobre su hombro. Cuando ve lo que logro, salta de felicidad y ambos se abrazan por la alegría.
La felicidad de este día, quedara grabada en sus recuerdos; sin mencionar que de ahora en adelante, en estos días de entrenamiento, ya no aprenderán más uno del otro... si no de ellos mismos.
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almas compartidas
Fantastikdos hermanos, una alma destinos cruzados, lados confusos un poder de destruccion. . . o quizas. . . . . . de salvación