Capitulo 2

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Una semana ya había pasado desde su regreso y todo transcurría como antes.

Se sentía relativamente aburrido y su estadía en aquel enorme departamento comenzaba a estresarlo, añadiendo el hecho de que se encontraba completamente solo.

Aún quedaban varias semanas para poder regresar a la escuela y así pasar más tiempo con Han y quizás hacer más amigos is es que el destino se lo permitía.

Había creado una rutina muy ordenada para cada día, desde salir de compras, jugar videojuegos, bailar mientras realiza la limpieza y por último mirar películas de terror por las noches.

Todo esto sonaba muy entretenido pero si no tienes con quien hacerlo realmente no daba gracia.

En esta oportunidad era noche de películas por lo que unas palomitas de maíz no sonaban nada mal para el ambiente.
La noche era lluviosa y los truenos eran tan fuertes que iluminaban por completo la habitación.

Félix regresó con su merienda hasta su sala donde accidentalmente chocó con unas de las mesas provocando que varias cosas cayeran al suelo, por fortuna sus palomitas no sufrieron ningún daño, pero no podía decir lo mismo de su florero, quien yacía destrozado en el piso.

- ¿No puedo hacer nada bien? - se cuestionó a si mismo inclinándose para recoger el desastre.

Mientras terminaba de limpiar notó que algo más que no había visto se encontraba en el suelo, era la reliquia que había colocado hace tan solo una semana, con cuidado la revisó para asegurarse de que no estuviese rota y para su suerte solo tenía una pequeña apertura en la orilla, era casi invisible así que no le tomó importancia y la regresó a su sitio.

Después de haber terminado de dispuso a retomar su película, se encontraba en la parte más espeluznante dónde los personajes comenzaban a morir sádicamente por lo que no supo en qué momento comenzó a cubrirse los ojos.

De pronto un sonido no muy lejos de el logró alertarlo, no quiso ser paranoico pero la oscuridad acompañada de los truenos y lluvia de afuera no ayudaban del todo.

Con temor se levantó hasta llegar al lugar de donde provenía aquel ruido siendo este el mueble de su sala, dónde nuevamente volvió a ocurrir, esta vez frente a sus ojos, aquella cerámica se había tambaleado sola.

Pero aquellos pensamientos fueron descartados al revisar la sección y concluir que no existiera nada que manipulara el objeto.

Su cuerpo se sobresaltó cuando el movimiento volvió a ocurrir, el artefacto ahora se encontraba muy cerca de la orilla, tanto que no fue sorpresa que este cayera al suelo después de agitarse nuevamente.

De pronto una bruma oscura y espesa comenzó a ascender de entre los trozos de cerámica.
El menor retrocedió efusivamente sin terminar de comprender lo que sus ojos veían, tenía que ser una ilusión, lastimosamente está acción provocó que tropezara con un mueble detrás suyo lo que obviamente lo llevaría a una caída muy dolorosa así que simplemente cerró los ojos esperando el impacto.
Sin embargo esto no ocurrió, su cuerpo jamás llegó a tocar el suelo.

Abrió los ojos con lentitud y lo primero que observó fue todo en completa normalidad lo que lo alivió un poco, a excepción de un pequeño detalle, o más bien dos detalles.

¿Por qué sentía unas manos sujetando su cuerpo?.

Giró su rostro temeroso encontrándose con otro totalmente desconocido.

Quiso reclamar, gritar o incluso atacar pero simplemente se quedó en shock, y no por todo lo que acaba de ocurrir, sino por la persona que estaba sosteniéndolo, en toda su vida jamás vió a alguien con tal apariencia.

EL PRAKLOO / CHANLIX (adaptación) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora