Dentro de la comisaría se encontraba la castaña declarando entre lágrimas todo lo que había sucedido la noche anterior, los oficiales tomaron su caso y mandaron a algunos hombres a investigar, encontrándose con nada más que dos cadáveres en la escena, estos parecían haber tenido una muerte muy desgarradora, sin dudas la mujer no podía estar implicada en esto, ella mencionó a un muchacho que la socorrió en aquel momento, describió lo mejor que pudo cada detalle que recordaba de este, desde su estatura hasta la contextura de su cuerpo, tal y como le ordenaron los oficiales.
También estaba completamente descartado en el caso, pero esto llamó demasiado la atención de uno de los agentes que había husmeado un poco en la declaración.
Decía poder hacerce cargo de la investigación, de todas formas ameritaba un agente en el caso, los oficiales no cubrían este ámbito.
Sin embargo las intenciones de este agente eran otras, en realidad pertenecía a una civilización de investigadoras de aberraciones y casos paranormales, si de algo estaba seguro era de que este crimen no lo había hecho un humano, y aquel niño descrito por la mujer sería crucial para llegar a fondo de todo esto.
(...)
- Hice brownies, no salieron como lo esperaba pero si lo vez de lejos lucen muy apetecibles - se elogió - Le enseñé a Jisung un par de veces pero siempre termina distrayendose en medio de la preparación.
¿El que estén negros es normal?.
El menor estaba por poner la mesa cuando el sonido de la puerta se decidió por interrumpir.
Casi no recibía visitas por lo que le pareció curioso que alguien golpeara en su departamento.
Se acercó para atender a la persona, encontrándose con un completo desconocido. Llevaba un esmoquin gris bastante elegante y muy bien planchado, incluso sentía vergüenza de la pijama que traía puesta.
- ¿Lee Felix? - preguntó, tenía una voz muy suave y bastante acordé con su persona.
- Si, ¿Cómo sabes mi nombre?.
- Un gusto, agente Kim Seungmin - elevó su credencial - vengo para hacerle unas preguntas, ¿Me permite pasar a su aposento?.
El menor dudó demasiado, pero finalmente dejo pasar al hombre, le pareció curioso la desaparición del azabache, juraba que estaba sentado en la sala hace unos segundos.
- ¿Vives con alguien más? - preguntó el hombre.
El rubio se sintió nervioso, que se supone que respondería.
Si vivo con un hombre que no conozco, lo encontré husmeado en mi casa y desidí quedármelo.
Sonaba bastante ridículo y poco creíble.- No - mintió.
- ¿Come los brownies con dos utensilios?.
- E-estoy con un amigo, vino a ver películas conmigo.
- ¿Puedo conocerlo?.
El menor se sentía demasiado incómodo con sus preguntas y no podía ocultarlo.
- El está tomandose un baño - volvió a mentir.
- Muy bien joven Felix, voy a ir directo al grano, el día de ayer reportaron dos cadáveres dentro de un callejón, a solo unas calles de este edificio, una de las víctimas declaró haberlo visto en la escena del crimen, por lo que usted es conciderado un sospechoso.
- Yo no lo hice - admitió, y es que era cierto.
- No se preocupe, se que no lo hizo, estas muertes fueron demasiadas violentas y alguien como usted no podría provocar esto.
- ¿Entonces por qué viene a investigarme?.
- Porque se que usted sabe quién lo hizo.
- Yo no sé nada, y le pido amablemente que salga de mi departamento.
- Si guarda el secreto será considerado como un cómplice, piense bien lo que está haciendo - intentó persuadir.
- Ya le dije que no se nada.
- Bien, no me deja otra alternativa.
El agente redució a Felix del brazo y lo estampó en la pared.
- Queda detenido.
- ¡Suéltame! - reclamó el menor.
El agente se entretuvo buscando las esposas cuando la puerta de una de las habitaciones fue brutalmente abierta por un hombre bastante enfurecido.
- Suéltalo - ordenó - está herido, ¡Suéltalo maldita sea! - el agente finalmente accedió a su petición y liberó al rubio, estaba bastante sorprendido por la reacción de este, y si era quien pensaba lo estaría aún más.
- Tu debes de ser el "amigo".
- Felix, entra a tu habitación.
El menor estaba muy confundido pero de todas formas obedeció.
El azabache luego de asegurarse de que este entrara se aproximó a la puerta y le puso seguro por fuera.- Supongo que este niño es una de tus víctimas - opinó el agente.
- ¿A qué viene?.
- No necesitas esconderte de mi, se lo que eres, tengo un don.
- No me importa que lo sepas, no te quiero cerca.
- Es increíble saber que las leyendas eran ciertas, tu eres el mismísimo Prakloo al que tanto temen ¿No es así?.
- Me alegra que lo sepas.
- Eres tal y como lo imaginé, se que sonará muy raro pero yo me he leído cada libro que habla sobre tí, es una lastima que tenga que volver a capturarte - admitió.
El mayor sonrió con burla.
- Quiero que lo intentes.
- ¿Es esto un desafío?.
- Tómalo como quieras.
El agente sacó de sus bolsillos un pequeño crucifijo y lo apuntó hacia la entidad.
Este comenzó a carcajearse después de haber dejado en cenizas aquel inservible artefacto.Quizás el agente debió venirse más preparado.
- ¿Es todo lo que tienes?.
- Esto no se va a quedar así - expresó el agente sintiendose bastante humillado.
Cómo era posible que haya confundido su crucifijo con uno de plástico, definitivamente tenía que dejar de coleccionarlos.El azabache esperó a que este saliera del departamento para abrir la puerta de la habitación encontrándose con el rubio pegado a esta en un intento de escuchar la conversación.
- Era solo una mancha - se excusó - ¿Ya se fue el hombre?, ¿Qué te dijo? - preguntó curioso.
El mayor se sintió aliviado al saber que este no había escuchado nada.
- nada importante, ¿Revisaste tus vendas? - el menor negó.
Este sin aviso tomo su camiseta y se la despojó dejándolo expuesto.
- No hagas eso - se quejó este bastante avergonzado.
- ¿Hacer que?.
- Desvestirme, es demasiado extraño - reclamó cubriéndose con sus manos.
- Solo quiero revisarte.
- Lo sé, no me hizo nada, lo juro, las vendas están en su lugar - explicó arrebatándole su camiseta y corriendo al baño.
¿Por qué le había parecido demasiado tierno esto?.
Gracias por leer
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EL PRAKLOO / CHANLIX (adaptación)
Fiksi PenggemarDónde un enigmático mito, de esos que suelen contarse a los traviesos niños, se revela más tangible y verídico que la propia existencia de los majestuosos dinosaurios que poblaron la antigüedad En el centro de esta trama se encuentra una reliquia d...