Capítulo 27

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En su corta vida jamás había oído una historia como la que acaba de escuchar. Quizás su cabeza no había sanado del todo, o aquel peli morado realmente no existe y todo es una imaginación suya, puede que en realidad esté en cómo y todo sea parte de un mal sueño.

Decir que Felix, su mejor amigo es un ángel mitad humano y que su extraño nuevo inquilino es en realidad un demonio mitológico que estuvo a punto de matarlos a ambos pero no lo hizo porque no se le dió la gana y ahora deben robar información legal de la policía para salvar la vida de su amigo era un poco difícil de creer.

- Tengo que tomar mis pastillas para la esquizofrenia - susurró.

- Y bien, ¿Vas a ayudarnos? - consultó la entidad.

- Tu no eres real - acusó - sal de mi cabeza.

- Se que estás perturbado niño, pero esta es la realidad, puedo pellizcarte si quieres - ofreció con gracia.

- Si fueras real podría tocarte, solo eres una fantasía en mi cabeza - intento convencerse.

- Tienes razón, voy a hacer que me toques - afirmó con una media sonrisa.

Avanzó hacia el de cachetes rellenitos con lentitud y extendió el brazo en dirección a su muñeca, concentró su mirada en este y sus ojos tomaron un color azul intenso, el menor hipnotizado por está peculiar atracción, comenzó a sentir un calor intenso en su mano derecha, convirtiendose ahora en una quemadura de primer grado que ardía como el infierno.

Un grito lastimero salió de sus pulmones y toda su vista se nubló por un instante antes de volver a la normalidad.

- ¿Qué fue lo que me hiciste? - se alarmó, su cuerpo se sentía bastante pesado y la vibración en su cabeza había desaparecido.

- Ahora puedes tocarme - aseguró tomando la mano del contrario con suavidad.

El menor abrió los ojos impacto y comenzó a considerar todo lo que este le había revelado hace unos minutos.

- Felix... - mencionó - ¿Van a matarlo? - tembló.

- Si quieres que sobreviva tienes que acceder a mis condiciones - afirmó.

- H-haré lo que me pidas pero no dejes que le hagan daño - imploró.

- Descuida, el está en buenas manos por ahora.

(...)

El centro comercial se mantenía ligeramente vacío aquella tarde.

Se disponía a comprar algunos materiales faltantes para la escuela mientras paseaba por el pasillo de plumones.

Los colores pasteles y brillitos llamaron su atención, elegir sus lapiceras y decoraciones era su parte favorita.

Caminó por la sección con curiosidad mientras buscaba uno que se acople a sus gustos.

Dentro de un estante casi oculto encontró uno con detalles y estampados de colores, era el último en la caja y se apresuró a tomarlo, sin embargo otra persona se lo arrebató antes de que lo consiguiera.

- O disculpa, puedes tenerlo tu - escuchó de este.

- Garcias - sonrió amablemente.

Creyó que se iría después de aquello pero el peli gris continuó hablando.

- ¿De compras para la escuela? - preguntó, parecía alguien amable y carismático.

- Si - respondió tímido.

- Yo también - agregó - ¿Puedo acompañarte?, Si es que no te molesta, claro, note que tenemos los mismo gustos - sugirió.

El rubio lo pensó por unos segundos antes de asentir con una sonrisa, no era bueno haciendo amigos pero el peli gris parecía querer ser uno de ellos.

EL PRAKLOO / CHANLIX (adaptación) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora