Capítulo 28

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- Es su vecino, Jisung me dijo que era una especie de hacker o algo así - explicó al agente.

- Mañana temprano traeré el disco y dile al tal Jisung que me tiene que llevar con ese sujeto personalmente - condicionó - también adviertele a Christopher sobre la seguridad de Felix, escuché que los demonios de bajo rango se enteraron de su existencia y vendrán por el en cualquier momento.

- Dudo que quieran acercarse teniendo a Chan cerca - soltó sin importancia.

- Entonces cuida tu espalda, porque ahora eres conciderado un traidor en el infierno, al igual que el Prakloo - aconsejó.

- Lo tomaré en cuenta.

(...)

El tono agudo de su alarma resonó en toda la habitación obligando a despertar de su siesta. Revisó sus notificaciones antes de ponerse de pie con mala gana y darse una ducha.

Hoy sería su primer día de clases en el año y se podría decir que su emoción no era mucha, mandó algunos mensajes a Jisung para que se encontraran en la entrada de la escuela y buscaran un espacio cómodo para aprender.

Ajustó su uniforme perfectamente planchado y arregló su cabellera relajado.

Había despertado demasiado temprano y esto le permitía tomarse el tiempo necesario para arreglarse a detalle.

La sala se encontraba vacía esa mañana, se preguntó si el azabache había siquiera regresado después de lo de ayer.

No comprendía en qué momento ambos habían terminado de esta forma, Christopher no dejaba en claro la intención de sus actos, eran tan difícil de predecir.

Se decía a si mismo que existía una gran posibilidad de salir lastimado si dejaba que las cosas continuaran a ese paso, no quería hacerce ilusiones y que se las terminará destruyendo cruelmente, aún teniendo en cuenta esto se ha encontrado intentando justificar las acciones de Christopher un montón de veces, jamás a experimentado el amor, y quizás su inexperiencia lo hacía alguien ingenuo.

Su mejor amigo se encontraba esperándolo impaciente en la entrada, pudo notar su preocupación al encontrarle, literalmente corrió en su dirección.

- ¡Lixie! - le abrazó - ¿Viniste solo? - consultó con inquietud.

- ¡Ah!, Claro, siempre vengo solo - contestó extrañado.

El castaño pareció buscar algo a su alrededor, sus ojos se detuvieron en un punto detrás del pecoso y este se giró con curiosidad encontrándose al azabache apoyado en un árbol mientras lo observaba con atención, no era la primera vez que lo seguía, tenía entendido que se aburría en el apartamento, pero aún así le parecía extraño.

- ¿Entramos a clase? - propuso la ardilla, sonaba más aliviado luego de encontrar a Christopher, el rubio le dió una última mirada al mayor antes de asentir y entrar a la escuela.

El aula se llenó de estudiantes progresivamente, entre ellos la entrada de su más grandes temores, aquellos que gobiernan su salón y toda la escuela en si.

Esperaban poder salir ilesos de esta clase sin ser sorprendidos con una gloriosa bienvenida de estos.

Las horas avanzaban con velocidad hasta el momento del receso, el menor intentó buscar al peligris de hace unos días sin tener éxito, la escuela era demasiado grande y habían muchos estudiantes, quizás lo encontraría en otra ocasión.

El día continuó con normalidad, por fortuna no había tenido roses o problemas con los fanfarrones del salón y esperaban que continuara así.

Desgraciadamente al terminar la clase este grupito se acercó a sus pupitres con una sonrisa malvada en sus rostros, los demás estudiantes escaparon con prisa del salón sabiendo lo que sucedería a continuación.

EL PRAKLOO / CHANLIX (adaptación) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora