The World Without Me [Traducción]

Capítulo 5: Encuentro

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Las siguientes dos semanas transcurrieron sin problemas para Harry. Sus días transcurrían aproximadamente al mismo ritmo: trabajar, dormir, caminar e ir al Callejón Diagon a hacer algunas compras para Rosmerta.

Cada vez que iba al Callejón Diagon, no perdía la oportunidad de ir a la heladería de Florean Fortescue a pesar de que hacía frío afuera: era el mejor helado que había. Se mantuvo alejado de la gente y la gente se mantuvo alejada de él.

Se había ganado la reputación de ser misterioso y posible mortífago en Hogsmeade, un gran insulto para Harry, pero al menos nadie intentó arrestarlo ya que no tenían pruebas y no había hecho nada malo.

También tenía la confianza de Rosmerta de su lado: la mujer era popular en el mundo mágico.

Aún no había conocido a ninguno de los sirvientes de Voldemort, incluidos los mortífagos y los dementores, pero se mantenía informado de su paradero por medio del Oráculo Diario. Pero Hogsmeade había estado en silencio durante demasiado tiempo y Harry sintió que no pasaría mucho tiempo antes de que Tom atacara la pequeña aldea.

Los estudiantes siempre se mantenían alejados de él durante los fines de semana de Hogsmeade. Una vez, Harry pensó que había visto a Seamus caminando por la calle, pero fue durante uno de sus turnos, por lo que no pudo salir para confirmar que realmente era el séptimo año de Gryffindor.

Malfoy también había estado evitando Las Tres Escobas, para agradecimiento de Harry. Xiomara Hooch mantuvo su costumbre de venir al menos una vez por semana, aunque sólo fuera para hablar de Quidditch con él. Los estudiantes de primer año se habían vuelto más hábiles con la escoba, por lo que sus clases eran menos agitadas, gracias a Dios por ella.

Pero esta vida pacífica no podía durar para siempre.

El día comenzó como un domingo tranquilo de otro fin de semana de Hogsmeade. Colin Creevey y sus amigos habían decidido ir a Honeydukes ya que se les estaban acabando las existencias de dulces.

Estaba acompañado por su hermano menor, como siempre, y otros miembros de las casas Ravenclaw y Hufflepuff. Siempre caminaban en grupos y como todos querían ir a Hogsmeade habían decidido ir juntos.

Sorprendentemente, no fueron a Las Tres Escobas -tal vez fue su miedo al chico extraño que trabajaba allí- sino que pasaron todo el día merodeando y divirtiéndose. Gladrags, la tienda de plumas de Scrivenshaft, la tienda de chistes de Zonko, Dervish y Banges, ¡lo que sea!

El tiempo pasó rápidamente y pronto tuvieron que regresar a Hogwarts antes de que el sol se pusiera por completo. El grupo decidió que era hora de irse, pero Colin los ignoró. Bromeó y se estaba divirtiendo mucho al escucharlos y continuó caminando.

Luna Lovegood, que estaba con ellos en ese momento, miró al cielo y se estremeció. "Chicos, será mejor que regresemos al castillo. ¡Está empezando a oscurecer ahí fuera! Colin tendrá que despertarse de su pequeño y divertido viaje en un momento u otro; Nos burlaremos de él cuando regrese a Hogwarts gritándonos que lo esperemos".

Los demás se rieron y asintieron, muy ansiosos por salir de allí. Y así regresaron a Hogwarts, junto con todos los demás estudiantes que estaban en el pueblo.

Mientras tanto, Rosmerta enviaba a Harry con Dervish y Banges. Una de las máquinas de café mágicas había empezado a enloquecer y rociar a todos los que pasaban, por lo que la mujer había tenido que ponerle un hechizo Petrificus Totalus para detenerlo.

Así que ahora Harry iba al taller de reparación mágico para arreglarlo. El viejo mago que trabajaba allí le gruñó al chico de cabello oscuro a modo de bienvenida y le dijo que pusiera la máquina sobre el mostrador.