VI: Fantasma

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Pov Lisa:

Seulgi y yo caminamos por el pasillo a tres pasos la una de la otra, todavía estamos un poco enfadadas por el hecho de que nos tiramos algunas cosas que hicieron que mi casa se convirtiera en un desastre.

Si sentíamos que nuestra piel se tocaba, podríamos darnos un puñetazo en la cara. Hoy estamos sensibles, así que es mejor distanciarnos un poco.

Fuimos a la cafetería del colegio, ya que Rosé me mandó un mensaje diciendo que estaban allá, cuando estábamos para llegar a la mesa en donde se encontraba, Jennie inmediatamente se levantó de su asiento cuando nos vio porque Jisoo nos señaló.

—¡Lili!— Exclamó feliz y se lanzó hacia mí.

Conseguí atraparla y también logramos atraer la atención de la gente. —¿Por qué acabas de llegar? Te echaba de menos—

No respondí y ella solo se limitó a sonreírme, guiándome a sentar a su lado.

—¿Por qué están alejadas ustedes dos?— Preguntó Jisoo, señalándonos a Seulgi y a mí.

—Hoy estamos sensibles— Lo dijimos sincronizadas y eso las confundió.

—¿Qué paso, Liz?— Preguntó Rosé preocupada.

—Creo que hay actividad paranormal en mi casa— Miré a mi alrededor y no sé por qué, pero me sentí observada.

—¿Perdón?— Dijo con acento australiano.

—Creo que hay un fantasma en mi casa— Se quedaron en silencio y parpadearon un par de veces.

—¿Fantasma?— Jisoo preguntó para confirmar mientras tartamudeaba.

—Sí— Agarró con fuerza el brazo de Rosé y miró discretamente a su alrededor.

—Oye, los fantasmas no son rea... ¡AAAHHH!— Jisoo gritó como una niña pequeña cuando Seulgi y yo pateamos la mesa, abrazó fuertemente a Rosé y nos reímos de su reacción.

—¡Muy buena!— Seulgi y yo chocamos los cinco.

—¡Ya! Me van a dar un infarto— Jisoo nos tiró una servilleta.

—¿Qué pasó que te hizo suponer que había un fantasma en tu casa?— Rosé frotó tranquilamente el brazo de su novia para calmarla.

—Seulgi me despertó, luego me di cuenta de que mi habitación olía diferente y había una marca de un beso de pintalabios rojo en mi mandíbula— Le expliqué, y ella frunció el ceño.

—¿Seulgi te besó?— Preguntó Rosé, y Seulgi golpeó la mesa con la mano, lo que hizo que Jisoo se sobresaltara.

—¡Ya paren con esa pregunta! ¡Qué asco! Nunca besaría a este mono— Exclamó Seulgi y se defendió. —Por si fuera poco, no uso pintalabios—

—Entonces, ¿Quién te besó?— Preguntó Jisoo, que ya se había recuperado de su miedo a los fantasmas.

—No lo sé, anoche, me sentí observada y creo que alguien también me tomó una foto— Me miraron preocupadas.

—Liz, la puerta principal estaba abierta cuando la revisé esta mañana— Seulgi informó, eso hizo que mis ojos se abrieran de par en par, jadeé y me tapé la boca con la mano derecha.

—Comprobé dos veces que estaba cerrada, Seul, y además es automática; se cierra sola—

—¿Alguien consiguió colarse en tu casa? ¿Te han robado? ¿O alguien se está aprovechando de ti mientras duermes? ¿Has comprobado la cámara de seguridad?— Rosé me bombardeó de preguntas. Miré a Jennie y ella también me miró.

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