XVIII: Pretendientes Competitivas

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Pov Jisoo:

Es agradable ver a mi hermana feliz y alegre. Se está peinando su cabello mientras canta y baila la canción «Really» de Blackpink.

Anoche le dije que Limario le había dado la oportunidad de demostrar su valía, se sorprendió cuando le di esa noticia; también la animé y le aconsejé que no volviera a hacerle daño a Lisa.

Aún recuerdo con claridad aquellos días en los que sufría de desamor. ¿Cómo puede no adelgazar tanto si se salta las comidas, se aísla en su habitación, se niega a hablarnos, ríe hasta sollozar y poco a poco se va perdiendo a sí misma? 

Flashback

He vivido en Nueva Zelanda durante años, ya que mi papá necesitaba a alguien que la ayudara en su empresa. Un día de repente, me enteré de que mi hermana Jennie se mudaría aquí, a Nueva Zelanda, y se quedaría conmigo hasta que se sintiera mejor.

La primera semana fue tranquila y agradable, nos volvimos cercanas y disfrutamos cada momento juntas; sin embargo, en la segunda semana todo cambió. 

Jennie se encerró en su habitación y no salió en absoluto, no dejaba que nadie entrara, así que le dejábamos comida afuera de la puerta, pero nunca la comía.

Preocupada, llamé a mi mamá para preguntarle qué le pasaba, y me contó que Jennie estaba atravesando una depresión. Había contratado a un psicólogo, quien era la única persona con la que Jennie hablaba.

Un día, entré en su habitación mientras dormía profundamente. Me senté a su lado y la observé en silencio, tenía grandes ojeras, sus mejillas, que solían ser regordetas, ya no se veían, había perdido mucho peso y su piel estaba muy pálida.

Le acaricié suavemente el cabello y limpié las lágrimas que aún estaban en sus mejillas.

—Jennie, espero que te recuperes pronto. Tu unnie te extraña mucho— Susurré suavemente.

Luego salí de su habitación y fui a la cocina a prepararle algo de comer. Cuando terminé, volví a su cuarto con la comida. Sin siquiera tocar la puerta, la abrí y la vi sentada en la cama, mirando por la ventana.

—Jennie— la llamé, y me miró con una pequeña sonrisa. —Aquí tienes, come esto— le dije mientras colocaba la comida frente a ella.

Para mi alivio, empezó a comer. Pensé que rechazaría la comida, pero verla comer me hizo suspirar de alivio.

—La extraño— murmuró de repente. La miré, sorprendida. —Rompí con ella, y ahora me arrepiento de haber hecho algo tan horrible—

—Te das cuenta de cuánto amas a alguien cuando finalmente la dejas ir, ¿verdad?— Le dije, y ella asintió con tristeza.

—Al principio, solo la usaba para matar el tiempo cuando estaba aburrida. Siempre me seguía, cuidaba de mí, me compraba las cosas que quería, siempre estaba ahí, me apoyaba en las decisiones que tomaba, siempre esperaba que terminara mi práctica de voleibol para caminar conmigo a casa, y era una novia perfecta. Sin embargo, elegí ignorar las cosas que hizo por mí y elegí herir sus sentimientos.—

—El arrepentimiento siempre llega al final, cuando ya hemos perdido algo o alguien. No podemos cambiar el pasado, pero podemos hacer las cosas bien en el presente. Aún tienes mucho tiempo por delante y puedes usarlo para hacer un cambio, deja de encarcelarte aquí. No puedes cambiar el pasado porque ya está en el pasado solo reflexiona sobre tus errores y no cometas los mismos otra vez— La abracé, y ella comenzó a llorar en mi hombro. Le acaricié el cabello suavemente mientras seguía llorando

—Quiero que mi Jendeukie vuelva, por favor— le susurré, y ella asintió en silencio.

Fin del Flashback 

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