XI: Disputas

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Pov Tercera Persona:

Han pasado dos días desde que Lisa recibió una paliza de Kai y sus compañeros de baloncesto. Afortunadamente, solo estuvo inconsciente un día y no sufrió peores heridas. En estos momentos se encuentra tumbada en la cama mirando el móvil.

Recibió un mensaje de texto de Kai, disculpándose y arrepintiéndose de todo lo que le había hecho, por lo que se sorprendió. Dudando si contestar, opta por dejar en visto el mensaje.

—Lili, ¿qué estás haciendo?— Jennie se sentó en la cama a su lado.

Desde el desafortunado incidente, la morena no se ha separado de ella, siempre cuidándola y acompañándola en su aburrido dormitorio.

—He recibido un mensaje de texto de Kai— Lisa apago su teléfono y se sentó con la ayuda de Jennie.

—¿Qué dice?— Jennie estaba arreglando el edredón y cubrió los pies de Lisa.

—Se está disculpando— Jennie tarareó en respuesta. —¿Nini?—

—¿Mmm?—

—¿Le hiciste daño?— Preguntó Lisa mientras miraba directamente a los ojos felinos de Jennie. La coreana sabe que no puede mentir, ya que Lisa se daría cuenta.

—Sí, le di el dolor que se merecía— Jennie admitió observando la reacción de Lisa. No sintió ningún miedo, conmoción o enojo, lo que la hizo suspirar internamente de alivio.

—¿Qué le hiciste?— Lisa tomo sus manos y observo sus nudillos.

—Le di una lección— Lisa tarareó y asintió.

Jennie se limita a mirar a la pelinegra, que pasa el pulgar por los nudillos de la más baja y no puede evitar esbozar una sonrisa porque Lisa le sostiene ambas manos.

—¡Agapornis, ha comer!— Gritó Jisoo, haciendo que Jennie y Lisa se alejaran rápidamente.

—¿Quieres que te traiga la comida?— Jennie le preguntó a Lisa y ella negó con la cabeza.

—No me rompí los pies, Jen. Pueden caminar— Jennie rio entre dientes y ayudó a Lisa a levantarse. 

Bajaron juntas las escaleras, Jisoo miró sus manos entrelazadas sonriendo al ver que el consuelo de Lisa viene de su hermana pequeña. Después de que las cuatro estaban sentadas, comenzaron a comer tranquila y pacíficamente.

—Kai y sus cómplices ya están expulsados de la universidad, ya no tienes nada de que preocuparte, Limario— Jisoo rompió el silencio con la buena noticia.

—Me envió un mensaje de texto disculpándose— Rosé giró la cabeza ante las palabras de Lisa.

—No me digas que lo perdonaste— Dijo Rosé, mirando a su prima, y esta simplemente negó con la cabeza.

—Claro que no, me golpeo y todavía me duele. Casi destruyó mi hermoso rostro— Lisa le guiñó un ojo, tratando de levantar el ánimo. Rosé gimió y puso los ojos en blanco.

—Eres tan arrogante, tu cara está destruida incluso antes de que te golpearan— Rosé sacó la lengua, burlándose de Lisa.

—¡Oye! Tienes suerte de tenerme como prima, soy bella y atractiva— Lisa dijo con orgullo.

—¿Dónde está? No recuerdo tener una prima así— Lisa puso los ojos en blanco y Rosé se rio.

—¿No puedes recordar quién es? Qué desperdicio, deberías estar orgullosa y feliz de tenerme, mientras que yo, tengo una prima que parece una ardilla listada y que no hace nada más que comer y comer— Rosé se ofendió.

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