XVII: Cortejar

978 111 18
                                    

Pov Lisa:

Mi vida cotidiana volvió a la normalidad, donde siempre hay una gatita siguiéndome o estando conmigo donde quiera que vaya; ya dejó a su nuevo juguete porque quería demostrarme que ya no es una persona que juega con los demás, y que solo utilizó al chico para pasar el rato, típicas frases de playgirl.

Estamos en la cafetería del colegio, comiendo nuestro delicioso almuerzo y hablando entre nosotros de algunas cosas, pero la gatita y la pollo no están porque tienen trabajo del Consejo Estudiantil; ya que se acerca el día de la fundación de la universidad KM.

Me doy cuenta de que Rosé envía mensajes de texto mientras come y habla con nosotros; se le da bien la multitarea.

—¿Con quién te estás mensajeando?— le pregunté.

—Tu Bae— arrugué las cejas sin entender.

—¿Mi Bae?— pregunté y la miré con confusión.

—Bae Suzy— respondió y puso su teléfono sobre la mesa. —Está entrando...—

—¡Hola chicas!— Oí que alguien nos saludaba con entusiasmo, lo que hizo que Seulgi y yo miremos en esa dirección. —¿Les importa si me siento con ustedes?— Suzy preguntó mientras llevaba, creo, una fiambrera.

—En absoluto— respondió Seulgi, que incluso le acercó una silla.

—Gracias— Suzy le dio las gracias y tomó asiento a mi lado. —Nos encontramos de nuevo, Lisa—

—Muy formal por tu parte, Suzy— Se rio entre dientes, y puso su fiambrera sobre la mesa. —¿Puedo preguntar por qué un estudiante de la universidad JY está aquí?—

—Soy parte del consejo estudiantil de nuestra universidad y tuvimos una reunión con el consejo de aquí, así como las otras escuelas— explicó y abrió su lonchera. Su almuerzo era de cocina japonesa.

—¿Te gusta la comida japonesa?— le pregunté y ella asintió.

—Está deliciosa; pruébala— usó sus palillos y me acerco la comida a boca.

—No tienes que hacerlo— sacudió la cabeza.

—Abre la boca— miré a Seulgi y Rosé pidiendo ayuda, pero estaban ocupadas mirándonos como si estuvieran viendo un kdrama. Abrí la boca y comí un poco, ella quitó las migas que fueron a parar a mi barbilla y me sonrió.

—¿Qué tal está? ¿Está delicioso?— asentí mientras masticaba. —Voy a traer una caja de bento para ti mañana, así no tendrás que molestarte en hacer cola para comer la comida de la cafetería—

—No tienes que hacer eso, estoy bien con la comida de la cafetería, ya que es deliciosa—

—Pero yo quiero alimentarte, así que déjame— me rasqué la nuca y suspiré cuando vi que me ponía ojitos de cachorrito.

—Bien, pero será la primera y última vez que lo hagas por mí— ella asintió, y sonrió ampliamente.

—¿Ahora están saliendo?— Seulgi nos señaló a Suzy y a mí.

—No estoy segura de Lisa, pero creo que poco a poco estoy desarrollando un interés romántico en ella— intencionadamente rozó su hombro contra el mío, lo que provocó que Seulgi y Rosé chillaran como fangirls.

—Mono, ¿y tú?— preguntó Seulgi y todas me miraron, esperando mi respuesta.

—Para ser sincera, no lo sé y no estoy segura— Rosé y Seulgi me miraron decepcionadas.

—Es un buen partido, Mono. No desperdicies una belleza como ella—

—Lo sé y soy consciente de que es un buen partido—

ExnoviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora