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Cuando me desperté me deslumbró la luz que entraba de las ventanas, además de estar un poco desorientado pero al cabo de unos minutos volví en sí, justo al volver en mí y que la habitación dejará de dar vueltas entraron todos. Solamente, pude decir una palabra y al momento estaba siendo rodeado por los brazos de mis mejores amigos en un brazo reconfortante y cálido. El resto de personas pasaron como un segundo plano y se quedaron viendo nuestro reencuentro.

La primera en hablar de los tres fue la única chica del grupo, y cabe destacar que no estaba muy contenta.

-Harry James Potter, ¡cómo se te ocurre hacer algo tan peligroso!¡Te haces una idea de lo preocupada que estaba! ¡Podrías haber muerto! dijo Hermione con una voz alterada y enojada.
Inexplicablemente su pelo subió de volumen comparable a una melena de león, lo que la hacía parecer más peligrosa y letal. No entendía porque me daba más miedo enfrentarme a la Hermione que a la mantícora.

Yo solo podía rezar para que se calmará y se ve que el destino estaba de mi lado en este momento (por una vez), porque empezó a calmarse lentamente.

Al terminar de calmarse, vi como su expresión se suavizaba antes de sonreír cálidamente.

-Harry, cuando te hirieron no pude pensar en lo peor te vi sangrando, no sabía cuánta gravedad podía tener esa herida, pero cuando Madame Promfrey, Dumbledore y el Ministro Crouch entraron contigo a cuestas...- Hizo un pausa y con una voz algo temblorosa dijo. -Pensé lo peor, sigo sin comprender porque el ministerio accedió a traer una Criatura Mágica de ese nivel de riesgo y mortalidad, hasta los magos más experimentos mueren ante la mantícora. Harry has tenido mucha suerte de no morir ahí...-

No sabía que contestarle a Hermione, así que solamente pude coger la mano para ver si podía transmitirle algo de tranquilidad y ella levantó la mirada y correspondió el agarré con un apretón a la mano.

Ron estuvo todo el tiempo en silencio haciendo saber su presencia con una mano apoyada en el hombro que iba apretando de vez en cuando, justo en las partes más tensas como cuando comentó Mione sobre las heridas. -Harry, la próxima vez que vayas a pelear o enfrentar un reto, hazme el favor de venir a nosotros.-

No pude evitar mirar hacia otro lado algo avergonzado por no comentarles mi plan, ya que los deje en la oscuridad para no preocuparlos. - Lo siento-

Hubo un silencio sepulcral en la enfermería que fue roto por Ron con un golpe seco en mi hombro, al girarse algo molesto pude ver una sonrisa con dientes en su cara y a su lado estaba Mione con los brazos cruzados acompañado de una sonrisa suave. El primero en hablar fue nada más ni nada menos que mi amigo pelirrojo.

-Compañero, no te preocupes. Estaremos a tu lado pase lo que pase o no te acuerdas de la conservación que tuvimos hace tiempo. Ahora mismo, céntrate en mejorar y volver pronto, estar sin ti en clase es muy aburrido y encima Snape nos ha vuelto a poner ¡un ensayo de 10 páginas! ¡Es imposible hacer tantas páginas de esto!-
Había dicho todo con calma salvo la parte sobre la tarea que habían mandado. Y como no mi amiga de cabello tupido, pareció muy ofendida con lo que dijo nuestro amigo.

Vi como Hermione dejaba ese rostro enfadado y molestia a uno curioso

- Por cierto, ¿vosotros por qué queríais venir?- dijo Mione. Durante toda la conservación que tuvimos me había hecho olvidar que no éramos los únicos aquí, sino que también estaban Snape, Viktor, Fleur, Luna y Malfoy. Y con eso recordé lo que había dicho con anterioridad mi amigo pelirrojo y supe que Snape se lo haría pagar. Lo único que podía hacer ahora era pedir disculpas y esperar que no se lo tomarán a mal.

-Disculpar chicos y profesor, es que se me había olvidado por un momento que estabais aquí.- dije. A su vez me ponía la mano detrás de la cabeza rascándome la nuca algo avergonzado.

Harry Potter Y Su Lado SLYTHERIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora