Mas Allá De Mi

Fue culpa de tu actitud

-Entonces ¿No saldrás hoy?- Juanchi me ve desde el otro lado de la barra. El muy maldito está con ropa de playa y tentándome a salir de fiesta.
-Ya te dije que mañana tengo grabación y tengo que levantarme muy temprano. Si salgo de fiesta tendría que regresar temprano y eso es muy aburrido.
-¿No es más aburrido quedarte aquí como señora?- se recarga en la barra viéndome- piénsalo cariño....playa, fiesta, algún morocho que te consigas para que te quite ese mal humor que te cargas últimamente.
Ruedo los ojos- Se oye muy tentadora la oferta pero mañana tengo trabajo, quizá mañana en la noche si quiera salir.
El timbre del apartamento suena, ambos nos quedamos en nuestro lugar haciendo una guerra de miradas.
-Te estás tardando en abrir, querido.
-No soy tu sirviente, solo abriré por que ya se me está haciendo tarde y me tengo que ir.
Recargo mi cabeza en mi mano-Mhm- le hago saber mi aprobación.

Se retira negando y escuchó como abre la puerta. Supongo que ha de ser el repartidor de Starbucks's, como pague con tarjeta no me preocupo y espero pacientemente a que regrese.
-Emilia-grita Juanchi-creo que te buscan.

Frunzo el ceño confundida, no espero a nadie y  Juanchi conoce a toda la gente de mi equipo como para no dejarlos pasar.
Con curiosidad pero mucha flojera me bajo del banco y salgo hacia el recibidor.

En cuanto reconozco al "visitante" abro mis ojos como platos, me quedo helada en mi lugar sin seguir avanzando y sin decir una palabra.
La mirada de Mauro me hace muy consciente de lo corto de mi short, sus ojos se mantienen unos segundos en mis piernas y cuando suben a mi rostro veo como muerde su labio.

-Supongo que luego me explicarás, por que ahora no te creo tu excusa para no salir- las palabras de Juanchi me regresan a la tierra. Se acerca y deja un beso en mi mejilla- hablamos luego.
Me despido de manera distraída y cierro la puerta una vez que Juanchi se ha ido.

Volteo a ver a Mauro quien parece muy entretenido observando el apartamento. Maldito chico, yo que me vengo a Miami a tratar de olvidarlo y el que se aparece aquí y luciendo tan guapo.                       

Trae  tenis deportivos, un short de mezclilla deshilachado y una camisa playera abierta hasta el pecho. Me impresiona no ver ningún tatuaje en este.
-Lindo apartamento- dice sin voltear a verme.
-Gracias- me recargo en la pared frente a él y cruzó mis brazos- mi mamá me ayudó a decorarlo.
Asiente- Buenos gustos.
-¿Que haces aquí en Miami?- no puedo evitar preguntar.
Frota su mentón donde veo un leve rastro de barba- Fede me pidió que viniera, tengo trabajo que hacer acá....y bueno, quería hablar contigo.
Enarcó mis cejas- ¿Y como conseguiste la dirección de mi apartamento?

Guarda sus manos en los bolsillos delanteros de su short e inclina la cabeza viéndome.

-Digamos que tenemos algún tipo de cupido que estuvo muy feliz de darme tu dirección.
-Maldito cupido traicionero-murmuro pero se que me escuchó por que sonríe.
-¿Podemos hablar?
-Ya lo estamos haciendo- aprieta sus labios por mis palabras. No es que me quiera hacer la difícil, la verdad es que estoy un poco herida por como se dieron las cosas.
-Te quiero pedir perdón ¿Si? No se si con eso vas a bajar la guardia que has levantado conmigo pero de verdad lo siento, fueron demasiadas cosas en tan poco tiempo que no me hicieron reaccionar de la mejor manera-suspira- tu solamente querías estar para mi y te aleje de la peor manera.

Mi ego me detiene un poco pero dime si este chico no tiene algún truco que me hace ceder fácilmente, bajo mis brazos y lo observo, parece a la expectativa de mi respuesta.

-¿Como te has sentido?- mi pregunta parece descolocarlo un poco, y me doy cuenta que es por que no le respondí - acepto tus disculpas Mauro, pero quiero saber cómo estás.
-Justo ahora mucho mejor, se qué hay cosas que tengo que seguir trabajando pero.....hablé con unas personas que me hicieron ver los errores que estaba cometiendo. Uno de ellos fue hacer lo que dije que no haría contigo- se acerca un poco- fue muy egoísta de mi parte decirte que no podía seguir pero querer seguir teniéndote cerca.

Pienso bien en cómo decir mis próximas palabras, tengo miedo por que no se cual es su decisión pero me empiezo a cansar de ser yo la que tiene que dar más.