Tomioka Giyuu, el frío e inexpresivo Pilar del agua es mandado por ordenes de Oyakata-Sama a una misión muy lejos de Japón, Latinoamerica.
¿Qué pasará con ese Pilar frío e inexpresivo, que según su compañera de trabajo, Kocho Shinobu, Pilar del Ins...
El pelinegro menor se estaba preparando para dormí, estaba agotado por la cazeria y lo único que quería era acostarse y no saber nada de él hasta el otro día.
- Enserió necesito un descanso de todo. - Pensó suspirando. - Cuando vuelva de esta misión le voy a pedir a Oyakata-Sama unas vacaciones. - Dijo Giyuu cansado.
Unos golpes en la puerta de su habitación lo hicieron sobresaltarse. - ¿Quien es?.- Pregunto colocándose su camisa.
- Soy Murata, quería preguntarte algo.- Le respondió el pelinegro.
- Ah, esta bien puedes pasar.- Le dijo Giyuu. - Gracias y perdón por molestar. - Le dijo habiendo la puerta y adentrándose en la habitación.
- No te preocupes por eso. ¿Qué querías decirme?- Le pregunto Giyuu.
- Ah, si sobre eso. Quería preguntarte si estás de acuerdo con ir a esta misión. - Le dijo mirándolo con preocupación. - Digo, tienes que irte a otro continente. Y estába pensado que talvez tu te sentías presionado, que talvez te resulta incómodo o no te sientes preparado para la misión.- Hablo Murata. - No me malentiendas, no digo que seas débil o algo por el estilo. Si no que lo digo por ti por que me preocupa que no te sientas bien con esto.- Termino de decir.
Giyuu lo miro durante unos minutos y luego hablo.
- Al principio me molesto un poco, luego sentí miedo por tener que ir a un lugar que no conozco y del cual no se que tipo de peligros hay.- Le respondió calmado.- Después una sensación de alegría me invadió, porque después de todo iba a conocer lugares y culturas nuevas. Eso me hacía sentir un poco feliz.- Le dijo mirándolo a los ojos. - No tienes porque preocuparte Murata, estoy bien llendo a esta misión, y si bien no se con lo que me voy a encontrar allá. Estoy seguro que por lo menos me voy regresar con más conocimiento del que me fui.- Le dijo seguro Giyuu.
Murata lo miro y luego de un momento dio un largo suspiro. - Bien, entonces ya no me preocupa más el malestar que sentía en el pecho.- Menciono aliviado. -Espero que te vaya bien en esta misión Giyuu, que puedas cumplirla sin ningun problema de por medio y regreses sano y a salvo.- Le dijo hacercandose y dándole un abrazo.
Giyuu se quedó inmóvil el tiempo que el pelinegro mayor lo abrazo. No sabía cómo responder a eso, ¿Lo abrazaba de vuelta o se quedaba quieto? Quizá si lo abrazaba se sentiría incómodo y lo alejaría de un empujón. No quería eso así que decidió quedarse quieto.
- Lamento mi atrevimiento me deje llevar por el momento Giyuu. - Se disculpo apenado Murata. - Que descanses y te vaya bien en tu misión mañana - Le dijo antes de retirse y dejar solo a Giyuu.
- Gracias por eso Murata. - Dijo en un susurro mirando por donde se había ido anterior mente el oji negro con una sonrisa cálida.
Último capítulo antes del desmadre que se viene.
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