Tomioka Giyuu, el frío e inexpresivo Pilar del agua es mandado por ordenes de Oyakata-Sama a una misión muy lejos de Japón, Latinoamerica.
¿Qué pasará con ese Pilar frío e inexpresivo, que según su compañera de trabajo, Kocho Shinobu, Pilar del Ins...
El pelinegro camino durante algunas horas después de aver llegado a su destino, preguntando a la gente que se cruzaba donde podría haber algun lugar para alojarse. Se sentía un poco incómodo, algunas personas lo veían como si fuera una presa, eso no le gustaba. Lo hacían ponerse alerta ante cualquier cosa.
- ¡Ehh, tu! ¡El morocho de la ropa rara!- Le grito alguien.
Giyuu paro y vio de reojo como alguien estaba hacercandose. Se dio la vuelta para encontrarse a un joven de no más de 16 años con el cabello castaño oscuro y unos ojos verdes caminando hacia el con una sonrisa amigable en su rostro.
- Mmh, ¿necesitas algo?- Le pregunto el pelinegro incómodo cuando el chico llegó a su lado.
- No eres de por aquí, ¿Me equivoco? La ropa rara que traes y tu acento te delatan.- Le indico el chico con una sonrisa burlona mirandolo de pies a cabeza.
- No, soy de Japón. Estoy buscando lugar donde quedarme a pasar la noche.- Le dijo con su típica seriedad.
- ¿De Japón? Entonces vienes del primer mundo, vaya.- Hablo más para el mismo que para Giyuu el chico.
Giyuu lo miro extrañado. Pensó que significaba "primer mundo", pero decidió no preguntar para no pasar como ignorante.
- ¿Y como te llamas pibe? Yo soy Dante un gusto.- Le dijo estirando su mano para presentarse.
- Tomioka Giyuu, un gusto. - Le dijo Giyuu tomando su mano algo confundido por el saludo de manos.
- Si no estoy mal dijiste que buscabas un lugar donde quedarte, no?- Le pregunto el castaño.- Creo que te puedo ayudar con eso, ¡sígueme!- Le dijo Indico comenzando a caminar.
- Creo que puedo confiar en el, es un niño no creo que me quiera hacer algo malo.- Pensó mentalmente el pelinegro para después seguir al muchacho.
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- Entonces, ¿que te trajo por aquí? ¡A este hermoso país!- Le pregunto intrigado el castaño mientras caminaban por unas calles notablemente oscuras y con muchos callejones.
- Tengo unos trabajos que hacer por aquí. Nada muy difícil en verdad.- Le respondió algo tenso Giyuu.
El castaño lo miro de reojo por unos segundos y luego hablo.- Che pibe, por que estas tan tenso vos? Pareciera que hubieras viso un fantasma.-Le pregunto divertido.
- Oh, no es nada es solo que no estoy acostumbrado a ver casas tan...- Busco la palabra adecuada para poner una escusa. - Modernas, en Japón las casas no son así.- Le dijo relajando un poco su cuerpo para no levantar sospecha.
Giyuu estaba intranquilo y tenso hace unos kilómetros atrás, siente que los persiguen y a visto algunas personas de reojo en los callejones mirándolos de manera intimidante.
- Disculpa, Dante-San, ¿Hacia donde nos dirigimos? Dijo que me sabía dónde me podía quedar.- Le pregunto el mayor mirando hacia atrás atento.
- ¿Dante-San? Eso es raro, suena muuuy formal. solo llámame Dante, aqui no se usa eso.- Le informo alargando la U.- Y sobre lo que preguntaste, estamos muy cerca de un hostal no te preocupes.- Le respondió con una sonrisa burlona.
-Que chamuyo le tiras al pibe, Dante.- Hablo una voz chillona frente a ellos, alarmando al castaño y al pelinegro.- El hotel más cercano está como a 20 cuadras más allá chorro.- Sonaba un poco molesto.
- ¿Y vos que haceses acá pelotudo? No ves que estoy ocupado.- Le pregunto Dante con una expresion molesta.
- Andate a romperle las bolas a alguien más forro, el pibe no es de aquí se nota desde lejos.- Le respondió un niño de unos 12 años aproximadamente.
- Caballero, no vaya con este chorro que le va a pifiar todo lo que trae con su grupito.- Le dijo el niño mirándolo.- Y por si no entendió se lo dejo más claro. El boludo aquí presente junto a usted lo va a dejar pelado, le va a quitar todo, le va a robar. ¿Haci o más claro?- Le pregunto.
Giyuu se quedó quieto, mayormente no entendía nada de lo que decían hasta que el niño se dirigió a él y le dijo que, Dante, el chico con el que iba le estaba a punto de robar con su grupo.
- ¡Tu el pibe se salvan no más por que eres hijo de doña Leti y conoce a nuestras viejas! Pero no vuelvas a interrumpir en nuestros asuntos mocoso de mierda, si no quieres que te agarremos a trompadas.- Le dijo es castaño para luego darse la vuelta e irse apurado y unos segundos más tarde salieron varios chicos dentre los callejones.
- Y yo pensé que iba a ser tranquilo.- Dijo en voz baja Giyuu con una expresion de decepción.
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