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―¿Por qué me miras así?―preguntó levantando una ceja, ―¿te parezco atractivo?―continuó mirándome a pesar de que el resto de las personas que se encontraban en el parque lo miraban de forma extraña, ―puedo regalarte un autógrafo o una foto―ofreció haciéndome sentir feliz.

―¿Puedes verme?―sonreí y me acerqué más a él, ―¿Cuántos dedos ves?―pregunté.

―¿Qué?

―¿Cuántos dedos vez?―insistí.

―Veo 3―rodó los ojos.

―De verdad puedes verme―sonreí. ―Eres el único que puede verme―solté sin pensar, poniendo claramente nervioso al chico, decidió ignorarme y empezó a caminar hasta llegar donde sus amigos. ―¿Puedes ver a esa chica?―señalé a la extraña mujer que se encontraba muy cerca de mí.

―¿A quién?―preguntó Jungkook. ―No veo a ninguna chica aquí―dijo sin importancia.

―Él no puede verme, pero tú si―dije esperando que el chico no se asustara.

―Tae, deberías ir al doctor. Te golpeaste demasiado fuerte la cabeza hoy―pidió él chico dejando a su amigo solo conmigo.

―Necesito tu ayuda―suspiré, ―no recuerdo nada, lo único que sé es que mi nombre es Bae JungYeon, quizás tu podrías...

―Me estoy volviendo loco―puso sus manos en la cabeza y cerró los ojos.

DOS DÍAS DESPUÉS.

―Hola Kim―sonreí.

―¿Me estás siguiendo Bae?―gruñó al verme dentro de la sala de ensayos, ―además no recuerdo que te haya dicho mi nombre.

―Te dije que necesitaba tu ayuda... Y... era... bueno soy army―sonreí.

―Bien por ti―respondió y salió del lugar con dirección al gimnasio.

―Por favor Tae... si me ayudas prometo dejarte en paz―Lo miré, ―Y si no lo haces te molestaré toda tu vida―mentí, ya que no era capaz de molestarlo de ese modo.

―Si lo hago, ¿me dejarás en paz?―yo asentí.

―Podrías averiguar quién soy―pedí y el solo asintió.

―Le pediré a alguien que averigüé sobre ti. Y si me permites quiero realizar ejercicio... A SOLAS.

Salí del edificio de HYBE bastante feliz, ya que era la primera vez que alguien podía notar mi existencia. Según HaEun, estábamos muertas pero no podíamos avanzar ya que teníamos algún asunto pendiente.

―Te ves feliz―dijo mi amiga.

―Demasiado, él dijo que me ayudaría―sonreí.

―¿Crees que lo hará?

―Estoy segura, sabes que confiaría en ellos con los ojos cerrados―respondí segura, ―quiero saber que es lo que me mantiene en este limbo.

Estuve casi todo el día con mi amiga y en la noche no tenía un lugar a donde ir, ya que siempre cambiaba de lugar.

―¡Aaaah!―Tae soltó su comida al verme sentada en la mesa―¿Qué haces aquí?―preguntó intentando recoger lo que cayo al piso.

―Me quedaré aquí―musité.

―Eres el único que puede verme... Y ya no quiero sentirme tan sola.

―Bien, te quedarás ahí―señaló uno de los sillones.

―¿Un sillón?―Lo miré un poco enojada, ―¿Tienes idea de cuanto ha deseado dormir en mi propia habitación?

―Bien, dormirás en la habitación de invitados.

BTS ONE SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora