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―¿Es una broma Mi Yeon? ―preguntó Jung-Hee, al escuchar la extraña historia.

―No es ninguna broma, es más ¿cómo podría bromear con algo como eso? ―Lo miré y pude ver la furia en sus ojos.

―Me niego―musitó golpeando el volante del auto.

―No puedo negarme...―respondí en un hilo de voz,―me pagaron por adelantado.

―Bien, inventaremos una historia absurda pero no te dejaré subir a ese departamento―concluyó mirándome.

―¿Sabes que el apellido Kim es el más común en Corea?

―Claro que lo sé, el 22% de coreanos se apellidan Kim... Pero mierda... es mucha coincidencia que se llame Namjoon.

―Estoy segura de que debe ser alguien diferente―intenté tranquilizarlo.

―De todas formas no hay nada que pueda hacer para convencerte de no ir, ¿verdad? ―dijo y yo asentí. ―Me quedaré aquí... esperándote... si necesitas ayuda me llamas―insistió antes de bajarme del auto.

―Adiós, yo te llamo―sonreí intentando verme confiada, pero en realidad estaba demasiado nerviosa. ¿Era él? Kim Namjoon, aquel chico del que enamore hace muchos años, y lo único que hizo fue romperme el corazón. Aparte mis pensamientos y sonreí amablemente a la persona que se encontraba frente a mí―Buenas tardes, vengo al departamento 502, soy Kang Mi Yeon.

―Puede pasar―respondió el hombre, que supongo que era una especie de recepcionista, hice una reverencia y subí en el ascensor, al llegar al piso donde se encontraba el departamento me sentí aún más nerviosa.

"Bien, solo tengo que tocar el timbre" pensé, pero los nervios empezaron a tomar el control. "Mi Yeon eres demasiado idiota, Namjoon no tiene hijos" me dije a mi misma y apreté el timbre.

―Hola, soy Kang Mi Yeon. Vengo por...―estaba diciendo pero la puerta se abrió. Ingresé sin más demoras y me encontré con él. Kim Namjoon, el mismo hombre que ame con locura, digo amé por que lo deje de amar hace mucho tiempo o al menos eso quiero creer.

―Lo siento, no te podía dar muchos detalles por teléfono―se disculpó.

―De acuerdo―sonreí, intentando lucir normal.

―Papi, ¿es tu novia?―preguntó un niño que se agarró del pantalón de Nam, sentí una extraña punzada en mi corazón. 

―El es Juwon... mi hijo―musitó la última frase.

―Hola Juwon―sonreí quedando a su altura. ―Desde hoy seré tu maestra, espero que podamos llevarnos bien.

Los tres caminamos hacia una habitación que estaba equipada como un aula de clases, lo cual me pareció bastante extraño. A pesar de que al inicio quería salir corriendo cuando vi a Namjoon, su hijo era bastante agradable y al parecer yo también le agradaba. En pequeñas ocasiones podía sentir la mirada de Nam sobre mí, pero preferí pensar que estaba viendo a su hijo. Al finalizar mi trabajo comencé a recoger mis pertenencias cuando sonó el timbre.

―Debe ser Jiwoo ―dijo el pequeño con emoción.

"Debe ser su novia" pensé, apresurándome a recoger todas mis cosas, para no interrumpir.

―Te veo mañana Juwon―sonreí despidiéndome del niño e intentando salir rápidamente del lugar.

―Tú debes ser Mi Yeon―sonrió la chica y yo asentí. ―Soy la niñera de Juwon, lo cuido casi todo el tiempo.

"Mierda" miré a Nam, quien se veía serio.

―Es un gusto―sonreí de forma genuina. ―Debo irme―Me despedí. Yo solo quería salir de ese departamento... necesitaba que la tierra me tragara y me escupiera lejos de ahí. 

BTS ONE SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora