BTS ONE SHOTS

V

—Tae, por favor—pedí. Estaba bastante cansada de pasar casi todo el día con ese niño intentando que diga una simple frase en español. —Taehyung... —volví a pedir y el dijo todo menos la frase que necesitaba aprender. —De acuerdo, me rindo—dije levantando las manos.

—No te enojes—pidió Tae al verme caminar en dirección a Hoseok.

—Bien solecito, tendrás que decirlo tú—dije claramente enojada por la actitud de Tae.

—Pero yo también puedo aprender—Se quejó Tae apareciendo a mi lado.

—He pasado las últimas 8 horas intentando enseñarte... solo 7 palabras en español—grité totalmente furiosa. —Prefiero que Hoseok diga tu parte, eso me hará sentir tranquila.

Luego de la pequeña discusión terminé de hacer unos cuantos pendientes y recogí todas mis cosas para irme a mi hogar, debido a la hora me era imposible tomar un taxi.

—Muchas gracias, Kim Taehyung—solté en voz alta, ya que mi hora de salida era normalmente a las 4 pm, pero esta vez era cerca de media noche. 

—De nada—respondió alguien detrás de mí haciéndome gritar. —¿Por qué me asustas? —Me quejé molesta al ver a Tae.

—Quería disculparme... Y bueno lo mejor que puedo hacer es llevarte a casa.

—No gracias—dije enojada y comencé a caminar, alejándome de la empresa. Pero él continuó insistiendo en su auto. —¿Si acepto me dejarás tranquila por hoy? —él asintió y yo subí a su tonto auto.

—Bien... ¿Quieres ir a ver a mi gato? —preguntó sonrojándose un poco.

—Taehyung... ¿Te golpeaste la cabeza? —pregunté examinando con mi mano al chico. —Yeontan no es un gato. ¿Recuerdas que tienes un adorable perrito? —Levanté una ceja y me crucé de brazos. 

—Lo siento—musitó

—Deberías tomar la siguiente salida a la izquierda...—estaba diciendo pero pasamos la calle. —¿A dónde me llevas? —pregunté.

—Lo mínimo que puedo hacerte es invitarte una comida... He sido un dolor de cabeza todo el día—reconoció.

—Estoy muy cansada—musité y empecé a sentir que mis ojos empezaron a cerrarse.

Estaba profundamente dormida cuando sentí que alguien empezó a moverme suavemente y a llamarme por mi nombre.

—Chae Young... Lee Chae Young—abrí mis ojos y me encontré con Taehyung.

—¿Qué hago aquí? —pregunté asustada al ver que no me encontraba en mi casa.

—Te quedaste dormida y no se donde vives—Se encogió de hombros. —Además creo que tienes hambre—estaba a punto de negar pero mi estómago empezó a rugir.

—No puedo quedarme aquí—dije.

—Descuida, te llevaré a casa—prometió Tae y yo solo sonreí. —Uhm... lo siento pero solo tenía ramen—señaló los platos que se encontraban frente a nosotros y prendió el televisor.

INICIO DE FLASHBACK.

—Chae Young, eres tan inocente—dijo mi mejor amiga apretando mis cachetes.

—¿De qué hablas? —pregunté ofendida por su comentario.

—Cuando un muchacho te invita a comer ramen, en realidad no te está invitando a comer ramen... —La miré confundida. —Te está invitando a... —hizo una señal totalmente obscena con sus manos.

—Eres una pervertida—Le lancé uno de los peluches que estaban cerca de mi asiento.

—¿De qué hablan? —preguntó la hermana menor de mi mejor amiga.

—De nada—solté.

—Las escuché... Y son unas ancianas—Se empezó a reír y nosotras la miramos sin entender. —Ahora se dice "quieres venir a ver a mi gato" —Me quedé aún más confundida.

—¿Qué pasa si no tiene un gato? —pregunté y las dos se empezaron a reír.

―Fácil... el chico se convierte en el gato―soltó la hermana de mi mejor amiga. 

FIN DE FLASHBACK

Al recordar aquella charla corriente que tuve con mi mejor amiga me di cuenta de la situación y me atoré con la comida.

—Chae Young ¿Estás bien? —preguntó Tae una vez terminé de toser.

—Eres un pervertido—solté y él me miró confundido. —Se lo que significa lo del gato y también el ramen.

—¿Cómo lo sabes? Tú eres la pervertida—Se empezó a reír nervioso.

—Hiciste que mi día sea horrible y ahora sales con esas cosas—entrecerré mis ojos. —Eres un idiota Tae—él me miró confundido. —Supongo que Kookie aun no te ha contado mi secreto—sonreí. —Me gustas.

—A mi también—dijo con un terrible acento en español, cosa que me hizo reír. —Entonces, ¿quieres ver a mi gato? —volvió a preguntar.