V

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―Maeve―gritaron un montón de niñas, mientras se acercaban de forma realmente escandalosa a mi mesa.

―¿Qué?―solté enojada, ya que ellas nunca solían hablarme y si lo hacían era para decir algo estúpido.

―¿Adivina a quién le gustas?―preguntó una de ellas sonriendo.

―No. Y tampoco me interesa―Me coloqué mis auriculares, esperando poder ignorarlas.

―Le gustas a Kim―dijo otra de las chicas cuando me quitó mis audífonos.

―Más de media escuela se apellida Kim―sonreí en forma de burla.

―Le gustas al granjero―dijo con demasiado desprecio la chica que caía peor.

―¿Taehyung?―pregunté y ellas asintieron.

―¿Y está mal que le gusté?―pregunté rodando los ojos, ―se que son idiotas conmigo solo por ser extranjera, pero no entiendo por que se burlan de él. Es lindo, inteligente; cosas que ustedes jamás llegarán a ser―golpee la mesa y me levante furiosa.

―Gracias―musitó el chico mencionado al verme salir enojada.

DOS MESES DESPUÉS.

―Hola Maeve―musitó Taehyung cuando me encontró.

―Hola―sonreí de forma amable y lo noté bastante raro, ―¿puedo ayudarte?―pregunté preocupada.

―¿Te gusta el saxofón?―preguntó de la nada, ―es decir, ¿te gusta escucharlo?

―¿Me estás invitando a escucharte tocar el saxofón?―pregunté e hice una mueca divertida al verlo asentir. ―Me encantaría.

―Te veo en el salón de artes en diez minutos.

―Ahí estaré―sonreí y comencé a caminar

―Mejor en media hora―gritó.

―De acuerdo―grité y como no tenía nada que hacer fui a la biblioteca para pasar el tiempo. ―Lo siento, estaba leyendo―musité avergonzada ya que llegué un poco tarde.

―No soy tan bueno―dijo y empezó a tocar una melodía bastante suave pero por alguna razón la sentía un poco triste.

―Eso fue, lo más hermoso que he escuchado―limpié una de mis lágrimas.

―Yo... ¿te agrado?―preguntó haciéndome fruncir el ceño.

―Sí―respondí confundida por su pregunta, ―eres una de las pocas personas de esta escuela que me agradan.

―Yo... bueno... creo que me gustas―se sonrojó hasta las orejas.

―Eres lindo―respondí, ―¿a qué se debe tu confesión?―él estaba mirando al piso sin decir nada, ―no es el día de regalar chocolates, ni el día de los enamorado, entonces tú confesión es algo malo―deduje y tomé delicadamente su mano.

―Me mudaré a Seúl.

―¡Vaya! Es increíble, ¡felicitaciones!―dije con un tono dulce. ―Eres demasiado adorable―Lo tomé de sus cachetes y deposité un beso en su mejilla. ―En realidad, escuché que te convertirás en trainee, te deseo mucha suerte, Kim Taehyung―respiré profundo y lo tomé de su uniforme para dar mi primer beso.

―Yo... yo...―empezó a repetir sin parar luego del beso.

―Digamos que es el beso de la suerte. Intenta no olvidarme con tantas chicas lindas en Seúl―sonreí y salí del salón ya que me sentía en parte triste de su partida.

10 AÑOS DESPUÉS.

―¿Puedes traerme un delicioso café?―pregunté con una sonrisa a mi mejor amiga.

―Puedo traerte un francés sexi, si deseas―Se burló, ya que sabía perfectamente que me negaba a salir con algún chico.

―Vete al diablo―rodé mis ojos y continué diseñando el vestido de bodas en el que estaba trabajando. Luego de varios minutos que se me hicieron eterno sentí que alguien caminaba de forma errática frente a mi pequeña oficina compartida. ―Si no me traes un latte frío, no quiero verte.

―Lo siento, pero no hablo francés. ¿Me estabas insultando acaso?

―Hola Taehyung, digo V―solté mi iPad y me levanté al verlo.

―¿Por qué siento que los papeles se invirtieron ahora?

―Am... por que quizás tienes razón―sonreí, ―eres demasiado famoso, ¿cómo puedo ayudarte?

―Tú también eres famosa―sonrió de una forma bastante atractiva, ―de hecho quería que diseñes el vestido de novia para el amor de mi vida―sus palabras llegaron como dagas a mi corazón y a mis casi inexistentes ilusiones.

―Claro, puedo hacerlo. ¿Cuándo lo necesitará?―pregunté.

―No sé, aún no se lo he pedido―respondió bastante tímido.

―Te daré mi número para que puedas avisarme―sonreí de forma forzada, ―tengo algunos diseños disponibles, se los enseñaré con gusto.

―¿Puedo verlos?―soltó.

―Claro―suspiré y tomé nuevamente mi iPad para mostrarle los diseños.

―Todos son bonitos... ¿Cuál te gusta más?

―Me gusta el primero―musité... ―Lo diseñé cuando cumplí 21 y lo he modificado un poco... cambié el escote y añadí algunos detalles―sonreí.

―Bien... entonces ese es el elegido.

―¿Qué? ―pregunté confundida, ―claro que no, a tu futura esposa no puede gustarle el diseño... y el vestido es algo muy importante para una chica, no puedes hacerle eso―chillé casi quedándome sin aire.

―Dijiste que te gusto ¿no?―levantó una ceja.

―Sí, pero me gusto a mí. Le gusto a Maeve Roux, no a tu novia.

―¿Aún no lo entiendes verdad? ―comenzó a reírse.

―No sé qué es tan divertido―rodé los ojos enojada y luego de algunos minutos de pensarlo, entendí. ―¡Por qué eres tan complicado! ―grité y golpeé suavemente su hombro, ―era tan difícil pedirlo en una cena bonita o algo romántico.

―Tomaré tu golpe como un sí.

―Al menos invítame una cena romántica y ¿volverías a tocar el saxofón para mí?

―Lo haría todas las veces que tu quieras―sonrió y me dio un beso.

―Soñé esto por 10 años―dije feliz y empecé a dar saltitos alrededor de Taehyung. 

BTS ONE SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora