Jimin

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Estaba repasando la coreografía de ON, pero sufrí un pequeño accidente y al parecer me lastimé el tobillo. Mis compañeros me llevaron con el médico de la empresa y al parecer se trataba solo de un pequeño esguince, pero aun así por seguridad debía ir al hospital.

―No hay nada malo con su tobillo solo deberá descansar un poco. Le vendría bien un reposo de una semana―informó el doctor. ―La tendremos en observación hoy y mañana podrá irse a casa―sonrió y salió de la habitación.

―Min Young, ¿estás bien? ¿te duele algo? ¿quieres comer? ―preguntó de forma torpe Jimin, mientras se acercaba a mi cama.

―Jimin, estoy bien―sonreí. ―Solo necesito reposo.

―¿Estás segura? ¿no te duele algo más? creo que mejor te llevo a otro hospital―dijo y empezó a caminar hacia la salida.

―Park Jimin, quédate quieto―ordené desde mi cama. ―Me quedaré aquí. No necesito que te preocupes tanto por mí.

―Lo siento es que te quiero... como amiga, si eso eres mi amiga de la empresa. Porque eres una de las bailarinas de la empresa―balbució, dejándome extrañada ya que nunca se comportaba así.

―Solo necesito descansar―musité y empecé a cerrar mis ojos y caí rendida en los brazos de morfeo, cuando me desperté noté que él aún se encontraba en la habitación y también se había quedado dormido. ―Jimin―Lo llamé de forma suave.

―Uhm...―dijo él intentando abrir los ojos. Como se puede ver tan adorable cuando se despierta, pensé y negué.

―Deberías ir a casa a descansar―sugerí. ―Trabajaste mucho hoy, y sería bueno que descanses.

―¿Y quién te cuidará? ―preguntó

―Mi hermana debe llegar mañana―informé y él se negó a dejarme sola.

―Traeré comida―informó saliendo de la habitación, así que yo aproveche para llamar a Jung Hoseok.

―Hola, Hoseok―dije mientras movía mis dedos de forma nerviosa.

―Hola, ¿cómo estás pequeña? ―preguntó Hobi.

―Bien... Pero tengo una pregunta―dudé por un momento. ―¿Tú le avisaste a Jimin que estoy en el hospital? ―pregunté.

―En realidad fue uno de los bailarines, Jimin lo escuchó y salió a buscarte―Es tan romántico... pero el solo me ve como su amiga pensé desanimándome.

―Ya veo... pero deberías venir por él... se ve cansado y aun así no quiere ir a su casa.

―Eso me suena a amor―dijo alegre y seguramente si estuviese frente a él podría ver su enorme sonrisa en su rostro.

―Estoy mucho más segura de que tú y Yoongi se gustan―reí. ―Uhm... debo colgar, adiós―dije al ver una sombra entrando a mi habitación.

―¿Con quién hablabas? ―preguntó Jimin.

―Con Hoseok―respondí de forma sincera.

―Hyung estaba preocupado por ti, que bueno que lo hayas llamado―sonrió y se golpeó con la cama. ―Lo siento, pero cuando estoy riéndome o sonrío no puedo ver―Se disculpó. Es tan cute, sonreí como boba al verlo ―¿En qué piensas? ―preguntó sacándome de mis pensamientos.

―En nada―respondí.

―Bien, vamos a comer. Compré muchas cosas deliciosas―dijo sacando comida diferente. ―No sabía que querías comer, así que traje mucho.

―Con eso podríamos alimentar a medio hospital―señalé la comida que puso en la pequeña mesa. ―Espero que tú comas lo suficiente y te olvides de tus estúpidas dietas―mencioné cuando me estaba cargando de la cama hacia el pequeño sofá que había en la habitación.

―Prometo que voy a comer―sonrió. No hagas eso Park Jimin, me vuelves loca, intenté mirar a otro lado.

―¿Estás incómoda? ―preguntó y yo negué rápidamente,―tus mejillas están demasiado rosadas―Se burló y empezamos a comer.

―Está muy rico―dije mientras probaba un poco de sushi. ―Es delicioso, pero no veo que comas―gruñí enojada,―si no comes pediré que me trasfieran al equipo de bailarines de TXT.

―Eso es injusto―Se quejó empezando a probar la comida.

―Claro que no―sonreí, continuamos comiendo en silencio. ―¿deberíamos dormir enseguida? ―pregunté al verlo cansado y él asintió.

Me ayudó a acomodarme en la cama y él se acomodó en la silla que se encontraba junto a mi cama, al inicio me resulto fácil dormir pero cerca de las tres de la mañana me desperté y pude ver que los pequeños rayos de luz artificial que se colaban por la ventana resaltaban aún más las hermosas facciones de Jimin.

―¿Cómo puedes ser tan hermoso? ―pregunté casi musitando. ―Eres un ángel, un ángel que me hace tener pensamientos inapropiados―reconocí ya que muchas veces había soñado alguna fantasía con Jimin, volví a cerrar mis ojos pero cuando los volví a abrir me encontré con la cara de Jimin a centímetros de la mía.

―¿Te hago tener pensamientos inapropiados? ―preguntó y sonrió. Mierda... como le digo.

―No―dije lo más seria.

―Mientes―susurró y comenzó a ver mis labios.

―Bueno sí. Pero nada cambia entre nosotros ―dije moviéndome de forma brusca para alejarme de él.

―Claro que cambian las cosas.

―¿Qué? ―Mi mente maquinaba la terrible idea de dejar de ser amigos y eso dolía mucho más que el esguince.

―Me gustas y al parecer te gusto. Eso nos convierte en personas que se gustan mutuamente―Lo miré sin entender el punto. ―Lo que quiero decir es que podemos empezar a salir―concluyó haciéndome sonreír.

―No creo que pueda―dije y él me miró raro. ―Digo, necesito tener una semana de reposo y eso incluye nada de citas―hice un puchero.

―Creí que la romántica cena que tuvimos hoy contaba como la primera cita―sonrió.

―No es nada romántico cenar en un hospital―negué.

―Bien, cuando estés recuperada. Haremos todo lo que tú quieras―sonrió de forma pícara y me dio un pequeño beso en los labios.

Dios, este hombre me va a matar. 

BTS ONE SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora