YOU BELONG WITH ME | BILLY HARGROVE

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B | BILLY HARGROVE.

Yo estaba teniendo problemas, problemas graves. No me sentía yo mismo, no me sentía bien. Solo me sentía bien cuando mi James estaba conmigo, cuando pensaba en ella. Y para no lastimarla tuve que darle la peor mentira.

Estaba siendo mandado por aquel monstruo.
Quería matar a la chica, a la chica que tenía frente a mi. Había escuchado hablar de ella, por Jimmy. Once, ella había salvado a Will.

—Y James Byers...-Dijo Once y entonces volví a ser yo.—Ella es el amor de tu vida, ¿cierto? Sus ojos marrones son los ojos más bonitos que haz visto. Su piel pálida y su sonrisa. Te gusta todo de ella. La amas tanto.

Mi Jimmy.

Mi dulce y perfecta Jimmy.

Mi gran amor.

La mujer de mi vida.

Decidido, me levanté y caminé hacia el Desuellamentes. Lo mire fijamente.

Escuche a mi chica gritar mi nombre. Me giré hacia ella y le sonreí. No podía dejar de amarla, pero tenía que arreglar mis errores. Regrese hacia el Desuellamentes, ya no había vuelta atrás.

Cuando esté me ataco, no pude dejar de pensar en James. Ambos hubiéramos hecho una linda familia, un lindo futuro. Ser los padres que nunca tuvimos.

Cuando ella se acercó a mi quise decirle muchas cosas, quería decirle que la amaba y que siempre estaría para ella. Que lamentaba los malos tratos que le había dado, lamentaba haberla hecho sentir insuficiente cuando era todo lo contrario, pero no pude...

Cerré mis ojos y todo fue oscuridad. Oscuridad y tranquilidad.

J | JAMES BYERS.

Mis manos temblaban mientras me adentraba al hospital. Sentía un mal presentimiento. ¿Y si Neil ya quiso desconectarlo?

—Señorita Byers, que bueno que llega.-Dijo la enfermera.—Acompáñeme.-Me guió hasta la habitación de Billy.

No entendía muy bien que estaba sucediendo.

Lo primero que hice al entrar fue mirar hacia la ventana, el sol entraba por ella haciendo iluminar la habitación.

Mire hacia la cama de Billy, ahí estaba el.
Me estaba mirando.

El me estaba mirando. Mirándome con esos hermosos ojos azules.

¿Ya estamos fuera de peligro? ¿Estamos a salvo?

—No quiere decir ni hacer nada. Solo te pedía a ti.-Dijo la enfermera.—Ve a verlo, linda. Él despertó.-Me dio una palmadita en la espalda.

—¡Billy!-Corrí hacia el.—¿Estás bien? ¿Cómo te sientes? ¿Necesitas algo? ¿Quieres algo?

—Abrázame, James.-Sonrió.

—Te amo, te amo, te amo.-Lo abracé.—Sabia que despertarías. ¡Lo sabía! Siempre tuve fe en que lo harías.

—No te librarías de mi tan fácil.

—Joven Hargrove, necesitamos revisarlo.-Dijo el doctor.—¿Ahora si nos dejará?

—Solo si mi chica se queda junto a mi.