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[ Este capítulo puede contener escenas +18. Si eres menor de edad y/o te incomoda este tipo de lectura, te recomiendo que saltes esa parte. ]

J | JAMES BYERS.

Era cumpleaños de Billy.
Por la mañana vino a desayunar, ya que lo había invitado desde días antes.

—Aún no entiendo porque me gustas.-Dije mirando a Billy.—Eres un idiota.

—Me lo dices muy seguido.-Rodó los ojos.—Pero, hey. Debes consentirme, no maldecirme.

—No es que ayudes mucho, sinceramente.-Le serví jugo de naranja.—¿Te parece gracioso haberle coqueteado a la señora del supermercado frente a mi?

—Eres muy celosa, James.-Negó lentamente, llevando una sonrisa burlona.—Lo hago para divertirme.

—A mi no me parece para nada divertido, me parece irrespetuoso.

—Ay, James. Por favor, no es como si las estuviera besando o pidiéndoles una noche de sexo.

—¿Entonces yo también puedo divertirme coqueteando con otros chicos?

—No, porque no te lo permito.

—¿Quien te crees?

—Soy tu novio, nena. El hombre al que debes obedecer.

—Y yo soy tu novia, la mujer a la que debes obedecer.-Me cruce de brazos.

—¿Me recuerdan el por que esta discusión?-Pregunto Will. Ambos miramos a mi hermano.

—Billy coqueteó con otra mujer.

—James se enoja por todo.

—Sí. Imy se enoja por todo, pero tú tienes algo que ver ahí.-Dijo Will, mirando a Billy.

—Mejor terminemos de desayunar.-Dije.—Feliz cumpleaños, imbécil.-Dije a Billy.

—Que tierna.-Me enseñó el dedo medio.

Terminamos el desayuno y Will se fue a su habitación y yo me quede limpiando la cocina.

—¿Que harás en la noche?-Pregunte a Billy.

—Nada, ¿Por que?

—Uhm, te tengo una pequeña sorpresa.-Sonreí.

—Me gusta por donde va eso.-Se cruzó de brazos.—Continúa.

—¿Seguro que no tienes nada por hacer? ¿Tal vez una fiesta o algo así?

—No, no tengo nada.

—Bien. ¿A las ocho podrías venir?

—¿Casa sola?

—Solo tú y yo.

—Bueno, entonces vendré más tarde.

—¿No quieres quedarte un rato más?-Pregunte.

—No, tengo cosas que hacer.

—Bien...

—Iré a coquetear con algunas perras.

—William.-Lo mire mal.

—Tú eres mi única perra.-Me dio una palmada en el trasero.

—Cállate, imbécil.

—Soy mayor de edad, ¿puedes creerlo?-Me sostuvo de la cintura.

—Espero ya no te metas en problemas.-Lo abracé.—Se que te gusta divertirte a tu manera, pero de verdad me preocupa que te metas con la ley y esta vez ya no puedas salir.

YOU BELONG WITH ME | BILLY HARGROVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora