VI

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Ha-na pidió un taxi que nos llevase a la tienda de tienda de fideos

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Ha-na pidió un taxi que nos llevase a la tienda de tienda de fideos. Mientras esperamos el taxi note a So-mun muy desconcentrado y yo tenía un presentimiento de que se trataba, no me equivocaba al pensar que era por su amigo Hun-min.

- Oye, tienen que denunciar a esos chicos que agredieron físicamente a tu amigo y ti - comente pero fue más como una orden.

- ¿m? Si - respondió aun en Marte.

- sigues en marte bro - comente antes de que llegara al taxi.

Nos subimos al taxi en los acientos de atrás, yo al medio como un sándwich aun que tenía la opción de irme adelanta pero me daba pena. Estaba muy apretada entre los dos asi que tenía una sonrisa nerviosa hasta que So-mun pregunto si eramos del lugar de fideos. Ha-na le empezó a hacer preguntas a So-mun, preguntas como si había soñado pero el sueño no se sentía como un sueño, este respondió que si. Luego le preguntó si la señora que había aparecido era Wi-Gen dándole características de ella, también respondió que si. Ha-na le mostro los puntos de su mano seguido de mi agregando que era el "más alla".

Llegamos a la tienda y estaba Mo-tak con la señora Chuu cortando peces a la mitad. Mo-tak al ver a So-mun se puso insoportable.

- ¿Es él? ¡¿Un estudiante?! - pregunto y reclamo con su tono pesado e insoportable para mi.

- ¡¿y por que se pone así?! ¡Yo también soy estudiante! ¡No me diga que también fue su primera imprecion en mi! - reclamé disgustada a su reacción a So-mun, pues yo también soy estudiante y menor que él, no podría soportar que también así fue su reacción respecto a mi. Mo-tak no me respondió solo siguió cortando cabezas.

- le explique la vida después de la muerte - hablo Ha-na sentada mientras leía un libro que estaba en la mesa, se toma esto muy a la ligera.

- gracias Ha-na, esa es la parte delicada - agradeció la señora Chuu, So-mun estaba muy confundido - ven, ven, siéntate aqui - llamo a So-mun que estaba parado todavía en la puerta, le agradeció por a ver ido y ofreció un vaso de agua - te llamas So-mun ¿verdad? Que bonito, como "luna" en ingles - comento la señora Chuu.

- ¿cierto? Yo pensé lo mismo, es muy lindo - agregue a lo que sentí una mirada amenazante de parte de el señor Mo-tak - que le pasa?! Por que me mira asi! - reclamé.

- Nosotros somos como "Agentes del más allá" - habló la señora Chuu, So-mun observó a todos y yo de ultima extrañado.

- no me mires a mi, yo me uní hace menos de un mes - remarque dejándolo boquiabierto.

- más allá? - pregunto mas que confundido.

- así es, somos dioses de la muerte - respondió la señora Chuu como si fuese normal lo que estaba hablando. Yo entendía a So-mun, estuve demasiado confundida mientras aprendía mas cosas.

- ¿ustedes llevan a la gente que se muere al más allá? - pregunto apuntando al techo.

- exacto y te vas a unir a nuestro equipo y hacer justo eso mismo.

- que - So-mun a de pensar que estamos trastornados.

- los espíritus que se escapan del más alla son muy fuertes, por eso siempre estamos entrenando como él - menciono refiriéndose a Mo-tak que estaba cortando cabezas de pobres peces - Así es como él entrena, ese es su estilo - Mo-tak no le hacia caso a la señora Chuu haciendo que haga ruido con sus uñas en la mesa para llamar su atención - tu te ves un poco dibilucho, ah digo un poco débil pero te vas a fortalecer.

- ¿enserio quieres trabajar con él? Oye, crees que puedes? - hablo Mo-tak con cara de disgusto.

- ssh! No me lo espantes! - reclamo la señora Chuu.

- yo soy el que esta asustado, como se supone que voy a trabajar con este mocoso - reclamo nuevamente.

- No le quedara de otra que aguantar señor Mo-tak... por que tendrá a dos estudiantes a su lado - comente para fastidiarlo.

- ash, vas a ser la única mocosa que me molestara como nunca ¿no? Y yo que fui a buscarte - pregunto cortando otra cabeza para luego tirarla bruscamente al tazón donde estaban dejando esa parte del pez para luego quedar viendo a So-mun - ¿por que este niño me parece conocido? - pregunto parandose de su silla - oye ¿nos conocemos?

- no lo creo señor - respondió So-mun.

- excelente, esta mejor asi, sin que me conozcas - hablo Mo-tak rencoroso.

- Mo-tak, ¡¿se te olvido que nos dijo Jang-Mul?! Lo necesitamos así que hay que ayudarlo - reclamo la señora Chuu a las acciones de Mo-tak.

- ¿Cuando vino el señor Jang-Mul? - pregunte a ha-na que estaba leyendo un libro en una des mesas, me dijo que llego cuando me fui al colegio - que pena, lo quería saludar - comente antes de que el señor Mo-tak y la señora Chuu discutieran.

- por favor no discutan - intervino So-mun a la discusión de ambos - Esta es la razón por la que estoy aquí - comento mostrando su mano derecha la cual tenía los puntos del más alla - ¿que es esto? - pregunto.

- esos puntos es como una puerta al más alla - respondí sentándome al reves en una silla.

- Que - dijo So-mun impresionado alejando su mano.

- mira - le mostré la mano donde tengo los 6 puntos acompañada de la señora Chuu que hizo ruido en la mesa para que Mo-tak también le muestre pero le mostro la otra mano.

- oohh, no me diga que no sabe diferenciar la derecha con la izquierda señor Mo-tak? - pregunte para fastidiarlo.

- es la otra tonto - ordeno la señora Chuu pegando en la palma incorrecta que mostro el señor Mo-tak. - okey, So-mun, ahora vas a ir al "más alla". A ver pon tu mano en tu pecho - dijo la señora Chuu colocando la mano de So-mun en el pecho de él. So-mun miraba a todos lados - ahora sierra los ojos y quédate así por unos tres segundos - dijo la señora Chuu.

- que?! Yo no vine a eso - reclamo So-mun.

- sshh, hazlo - pidió la señora Chuu a So-mun con ternura.

- parece una locura pero hazo, no pierdes nada - dijo Ha-na cuando So-mun la vio.

- agradece que te lo pide la señora Chuu y no una voz en tu cabeza - comente dejando peor a So-mun - tu solo hazlo, no te matará hacerlo - dije mientras este cerraba sus ojos.

- si te unes a nosotros te voy a arreglar la pierna - ofreció la señora Chuu.

- Que! - dijo So-mun impresionado a lo que le dijo la señora Chuu sin embargo no pudo decir más pues el señor Mo-tak lo presionaba para que contara hasta tres. Este contó y callo a la mesa.

- ahora a esperar - dije mientras me paraba de la silla - oigan, ¿¿que pasa si no quiere?? - pregunte dejando un silencio incómodo.

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A la casa de espíritus malignosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora