Hasta que el verano nos vuelva a juntar

Capítulo 2: Respeto

—Amor, ¿sigues despierta?

Alcé los ojos del celular, para ver la cabeza de mamá asomarse por la puerta.

—Ajá. —Me senté, apartando el móvil.

—¿Cómo estás? —Me preguntó, sentándose a mi lado, en la cama.

—Si lo preguntas por la noticia que me acaban de dar tú y papá, solo te diré que respeto la decisión que tomaron. —Coloqué el celular sobre el colchón y volteé hacia mi mamá.

Ella lucía bastante sorprendida.

—Lo estás tomando mucho mejor de lo que esperaba, la verdad. —Pasó la mano por las sábanas, como si pudiera borrar las arrugas en esta.

—Eso es porque no estoy sorprendida. Tampoco estoy contenta. Lo último que querría en esta vida es que mis padres se separen, pero prefiero eso a que sigan juntos siendo infelices. Algún día terminarían odiándose, y eso si me destrozaría. —Suspiré, tomando su mano. —Se que lo intentaron mucho, y sé que en parte lo hicieron por mí, pero para mí su bienestar es lo primero.

Silencio.

—Oh, por favor, no me mires así.

Mi madre solo sonrió.

—Un día les cambias los pañales y al siguiente ya son jóvenes que saben cosas de la vida. ¿Cuando creciste tanto?

Luego de que me pude liberar de su abrazo de oso, tomé mi móvil de nuevo, solo para encenderlo y ver quien me había mensajeado.

Tuve que evitar poner los ojos en blanco, volviendo mi atención a mi mamá.

—Ustedes seguirán siendo mis papás, y yo los seguiré amando, eso no cambiará —le dije. — ¿Van a estar estar bien, verdad?

—Vamos a estar bien, tú no te preocupes.

Esta vez fui yo quien la abrazó y le dió un bezote en la mejilla.