Las puertas del ascensor se abrieron y seguí a mis amigos hasta la puerta en la que Anthony se detuvo y abrió.—Adelante —Nos dijo, haciéndose a un lado para que pudiéramos entrar.
El apartamento estaba decorado en tonos grises. Mis ojos fueron del suelo, que era de una madera muy bonita, al sofá negro que estaba pegando de la pared, detrás de este había un gran cuadro, pegando de la pared, con una pintura a blanco y negro del océano.
—¡Ya llegué! —Anthony nos hizo gesto de sentarnos en el sofá.
Algo que notamos fue que habían dos gatos acostados cómodamente en la alfombra, pero solo levantaron la cabeza y luego de echarnos un rápido vistazo, volvieron a acostarse y cerrar los ojos.
Julie casi chilla de la emoción al verlos.
Luego nos movimos, pero no pude obviar el olor delicioso que impregnaba el lugar. Alguien estaba cocinando.
Julie se sentó en él mullido sofá y cuando yo me acerqué para imitarla, hizo acto de presencia Levi.
No llegó a decir nada, ya que nuestra presencia lo sorprendió bastante.
Al parecer Anthony olvidó comentarle el pequeño detalle de que vendríamos. Pero ese no era el problema aquí, sino sus fachas. El muchacho estaba con el torso desnudo y únicamente con unos pantalones que lucían muy cómodos para estar en casa.
—Hola, Levi. Vinimos a visitarte. —Julie se dio la vuelta desde el sofá para saludarlo.
Los ojos de Levi fueron a ella y luego mí.
—¿Cómo están, chicas? —Sonrió algo nervioso. —No sabía que vendrían.
Miré a Anthony al percibir el rápido vistazo que le hecho Levi. Este solo se rascó la cabeza.
—Se me pasó decírtelo. —Anthony tomó la espátula de madera que Levi le ofreció.
—Pónganse cómodas, yo... regreso en un segundo. —Luego su espalda se perdió por el pasillo.
Anthony nos hizo acompañarlo a la cocina y nos sentamos en las sillas de la encimera mientras lo veíamos mover los vegetales que estaban friéndose en un salten.
—Debiste decirle —Susurró Julie. —Si se enoja con nosotras será tu culpa.
—No está enojado, bonita. Solo sorprendido. No se preocupen.
Levi volvió a irrumpir en el lugar, ahora con una camiseta puesta.
Que crimen no mostrar esos abdominales al mundo.
—No queríamos aparecer de sorpresa, Levi. Solo queríamos saber cómo estabas. —Julie se excusó.
—No pasa nada, tranquila. Me cayeron de sorpresa, es todo.
—Las chicas estaban preocupadas. —Anthony le entregó la espátula de vuelta y Levi volvió a la acción.
¿Los hombres en general se ven tan bien cocinando?
—Lamentó haberlas preocupado. He estado algo ocupado estos días, por eso no me han visto. No crean que he estado encerrado en la habitación llorando.
Yo sonreí. Eso era algo que él diría.
—El viernes si te pusiste a llorar...
—Cállate, Anthony. Solo fue la película que me puso sensible.
Julie y yo nos miramos sin saber qué hacer.
—No sabías que eras de los que lloraba viendo películas. —No pude evitar molestar.
Levi me miró y arrugó la nariz.
—Solo cuando estoy en mis días.
La risa que se desató en la cocina cambió el ambiente completamente. Y me dije que tenía delante mío a una de las personas más fuertes que conocía.
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Hasta que el verano nos vuelva a juntar
RomancePasar los veranos en la casa de la tía Susy era una tradición que Lily no solía dejar pasar. La playa, el sol, la arena, sus amigos y... él. Levi Evans, su mejor amigo y su amor de la infancia. Pero Lily creció y sus intereses eran otros, su mundo...