CINCO MINUTOS ANTES DE ENAMORARNOS ♡||FREENBECKY||♡

6. Y ocurrió...

FREEN.

—Perfecto, esta es la última foto —acomodé la cámara para que quedara bien—. Muy bien, Kira.

Esta se bajó de la silla, —Esto es cansado —dijo.

Sonreí, —Sí que lo es, pero puedes estar tranquila, hasta el lunes no tocan más secciones. Es una estrella —halagué.

Porque si era hermosa, tenía un cuerpo espectacular y me gustaba halagar a mis modelos para que se sintieran bien con sus cuerpos y cómodas frente a la cámara. Ahora me tocaba cambiar el escenario, la última chica que me tocaba era Becky, así que, tendría que dejar de lado mis problemas con ella.

—¿Todo listo? —entró esta.

—Sí, te estaba a punto de llamar —moví las luces—. Ahí está la ropa que quiero que te pongas, entra a esa habitación que esta ahí.

Cuando esta se fue con Non, no tardó en lanzarme una mirada algo victoriosa, y lo hizo sólo para causar efectos, porque dedujo que ese tipo y yo no nos llevábamos para nada bien.

Non siempre fue un idiota, se creía más que todos por el simple hecho de estar en el puesto que estaba, y no sólo yo lo detestaba sino que muchos de este piso y de demás pisos. Llegaba un momento en el que era frustrante nisiquiera escucharlo.

Por eso mismo, siempre traté de mantenerme al margen pero sabía que ese no se daría por vencido hasta que tuviera a Becky en su cama, y lo hubiera regado por toda la oficina, porque así era él, hasta que no obtenía lo que quería, no dejaba de acosar a las mujeres.

No era un logro salir con Non; podía lucir guapo, pero era un misogino de mierda, que lo único que le gustaba era tener a las mujeres y botarlas como si nada.

Desperté de mis pensamientos cuando Becky salió, esta tenía un albornoz cubriendo la ropa de abajo. No pude evitar que se asomara una sonrisa ladeada.

—¿Qué? —preguntó.

—Nada —seguí arreglando el set—. Te sigue dando pena que te vean, siempre me decías que me diera la vuelta cuando te tocaba cambiarte, o te quedabas toda una tarde en mi casa de películas, siempre machabas tu ropa y te tocaba ponerte una de las mías.

Becky hizo la imitación de una sonrisa, sus ojos brillaron. Tuve la esperanza de que recordara ese momento. De que no olvidara momentos que vivió a mi lado; que a pesar de ocultarme y a pesar de pensar que parte de la culpa la tengo yo, tenía fé de que algo dentro de ella me seguía recordando más que una persona que la abandonó.

—No lo recuerdo —afirmó.

La sonrisa se borró de mi rostro. Forme una línea fina con mis labios y asentí.

—Vale, es normal, ya pasó mucho tiempo —terminé de arreglar el set—. ¿Te puedes quitar eso?

—¿No había una ropa más cubierta?

—Es parte de la sección; no soy quien las elige. Así que no.

Estaba inconforme, pero no le quedó de otra, quitó su albornoz y quedó en ropa interior, una muy linda. El cuerpo de Becky era celestial, sus músculos estaban tensos pero no dejaba así de verse hermosa, era sencilla, era una chica que podías quedarte a mirar por horas, y seguirá siendo igual de interesante que al minuto.

No quería incomodarla, pero era difícil no mirarla y apreciar su belleza, era en pequeñas porciones. Primero sus ojos, sus labios, sus mejillas, y si seguías podías sacar hasta sus pestañas. Después bajamos lentamente y chocábamos con sus brazos los cuales se veían suaves y morían porque me abrazara, y seguíamos así, hasta detenernos en su abdomen...