CINCO MINUTOS ANTES DE ENAMORARNOS ♡||FREENBECKY||♡

12. Lo mío con Freen no había terminado

BECKY.

Caminé a paso seguro, hasta que estuve frente a la puerta que yo creía que era de Freen. Y tenía que ser, porque no había otra, me preparé mentalmente y entré sin tocar.

Alcé las cejas con asombro cuando vi a una chica en interiores. Freen la fotografiaba mientras le decía lo bien que lo estaba haciendo. Y es que si vieran, parecía maravillada, y no pude evitar sentir esa pizca de celos.

—Ejem... —Freen bajó la camara y volteó hacia la puerta, ahí es donde estaba yo. Se miraba sorprendida—. ¿Tienes unos minutos?

—No —declaró—. Estoy trabajando —se giró hacia aquella chica—. Si quieres has cita.

—No jodas que tengo que hacer cita para hablar contigo, ni que seas la Reina Isabel, Sarocha —discutí.

—Pues ya sabes donde está la puerta. Estoy ocupada..., muy bien Katrina, en serio tienes un cuerpo maravilloso.

Respiré profundo. No era nadie para enojarme y hacerle una escena aquí, me tenía que aprender a controlar, porque si me enojaba cada que Freen fotografiara, iba a pasar toda mi vida con arrugas. Así que simplemente me limité a esconder mis celos.

—Es enserio, necesito que hablemos —pedí otra vez.

Era nuevo. Sí, muy nuevo estarle rogando a alguien, pero tampoco es como que me importara mucho. Quería hablar con Freen, Non se metió en medio y no me dejó terminar ahí fuera.

—Te dije que no, Rebecca. ¿Que no ves que estoy trabajando? —bufó—. Pide que te hagan una cita conmigo. Es más, deberías estar en el area de Noey.

—Coño, Sarocha. Deja de ignorarme, basta con eso.

—¿Ignorarte? sólo quiero que me dejes hacer mi trabajo.

—Claro, y por eso me evadiste todo este tiempo —reclamé.

Freen se puso derecha, —¿Katrina?

—Sí, Saro...

¿Saro le dice? increíble.

—Por favor... —le tendió un albornoz—. Sal un rato, necesito hablar con la Señorita.

La tal Katrina salio moviendo su maldito trasero de un lado a otro. Me amarré la lengua para no soltar un comentario, pero mi mirada lo decía todo. Cuando la chica salió, me dirigí a la puerta y cerré con seguro.

No quería que nadie nos interrumpiera.

Me volví hacia Freen, la cual me miraba con algo de reproche y cansancio.

—Dime lo que quieres y que sea rapido, porque no tengo todo el tiempo del mundo —escupió—. Dale.

—No terminamos de hablar ahí afuera.

—Porque tu amado Non interrumpió, y que raro que estás aquí conmigo y no con él —increpó—. Que por cierto, aparte de que eres alergica a las flores, estaban bien feas, en plan buena onda te lo digo.

—Mira, sé que no te cae bien, pero conoces mi situación.

—¡Y una maldita mierda tu situación Becky! —apretó los puños—. La conozco, pero estás así porque quieres. ¿Qué más vas a esperar para salir de las malditas garras de tu madre? ¿que te pida un bebé y tú de idiota se lo cumplas?

—Es mi madre.

—¡Y yo en su momento fui tu novia! —vociferó—. Y no respetaste eso, te dio igual, decidiste que era mejor dejarlo a estar conmigo, yo sólo di el empujón para saber cuanto te importaba y bien que me lo demostraste.