27. Perderla para siempre.

2.2K 252 4
                                    

BECKY.

—Te lo dije, gané más de tres juguetes, soy la mejor en ese juego de disparo, ¿a que sí? —no pude no reír con la felicidad de Freen —. Vamos, di la verdad, Becbec.

—Vale, pero ¿qué se supone que haga con todos estos juguetes ahora? —levanté el oso, el pato, el dinosaurio y el tiburón —. Son lindos, sí, pero son muchos Freen.

—Bueno, lo podemos dejar en mi coche. Ya nos subimos a todos los juegos de aquí, compramos cuatro algodones de azucar, probablemente moriremos de diabetes pero felices —reí—. Ven, tengo que llevarte a otro lugar, este no es la última parada.

—¿Es a un acantilado? —bromeé.

Freen nos llevó hasta su coche. Tomó los peluches y los dejó en la parte de atrás de su coche. Abrió la puerta del copiloto.

—Tal vez, entra, lo averiguáremos.

Cuando puso el coche en marcha, era muy diferente a antes. Ahora tenía una sonrisa de oreja a oreja y yo estaba menos preocupaba hacia donde me llevaría. Porque a donde fuera que ella lo hiciera, yo me iba a sentir segura.

No tardó en parquear el coche. Miré por mi ventana, el lugar era despejado, no tenía árboles alrededor, todo era silencio, incluso me dio miedo porque no se veía ni un alma cerca de aquí. Fruncí el ceño, cabe decir que el lugar era hermoso, el cielo estaba muy estrellado, estas iluminaban el camino y la luna brillaba como nunca.

—¿Y esto qué es?

—Pues... —me miró—. Un lugar. Las estrellas se ven hermosas y —Freen quitó la capota de su coche, dejándome ver el cielo sobre nosotras—. Quería compartir esto contigo.

Mis ojos brillaron al momento que mire ese cielo. No sabía como cosas como están significaban tanto para mí. El solo hecho de estar con Freen ya lo hacía mucho, pero ¿esto? me gustaba más de lo que yo podría decir. Las palabras no me alcanzaban.

Había pasado un dia maravilloso, me sentía como en casa, era algo que no quería dejar de sentir. Ella era mi lugar seguro; a donde fuera, Freen siempre estaría. En mi cabeza, en una canción, en momentos cortos.

Freen era eso que no quería dejar ir. Que sentía tan cerca pero a la misma vez tan lejos, era tan perfecta, no veía imperfección en aquella chica. Y no sé de que me enamoré exactamente, pero estaba dentro de ella. No sabía si era del como me miraba.

Con paciencia, amor, entrega.

O de como me trataba.

Cariñosamente, con ternura.

O puede que de como me sonreía.

Con genuinidad, una sonrisa pacífica, una sonrisa arrebatadora.

O puede que de como me tocaba.

Como pasaba sus dedos por mi mejilla, como tomaba mi mano. Como me hacía sentir mariposas con el simple hecho de pararse a mi lado.

Habían demasiadas cosas de ella que me gustaban pero no podía decir solo una. Era imposible.

Freen se estiró y echó mi asiento hacia atrás, ella hizo lo mismo con el suyo y ambas quedamos con los ojos en el cielo, o por lo menos yo, porque sentía la mirada de Freen sobre mí.

—¿Por qué no miras al cielo? —quise saber.

El lugar tenía un silencio magico, un silencio unico, un silencio que te abrazaba junto a una brisa cálida y que no traía frío. Era cómodo, se sentía bien.

—Tú eres mi cielo, Bec —sentí como su mano se fue entrelazando con la mía de a poco.

—No entiendo.

—¿Qué no entiendes?

—Porque me quieres —me remojé los labios—. No entiendo como sigo teniendo a una persona como tú en mi vida.

Se sentó unos segundos, buscó algo en la guantera del carro y me lo tendió. Me quedé mirandolo.

—Tómalo —y así lo hice, miré el sobre por fuera—. Ese es el pasaje de avión. Puedes leerlo detenidamente, y ver la hora correcta a la que sale, Becky.

Los ojos de Freen tenían un brillo especial.

—Freen... no otra vez.

—Sé que te dije que no insistiría más. Y es cierto, es mi último intento, no lo haré más, me voy en días Becca, no me queda tiempo aquí. Lo máximo que puedo compartir contigo es esto, y unos días más y ya —expresó con algo de tristeza—. Tú decides, no te presiono, pero en serio quisiera que dejaras de lado lo que diga la gente y comenzar a seguir tu corazón.

Se extiró y besó una lagrima que había comenzado a rodar por mi mejilla.

—No es fácil.

—Lo sé. Créeme que lo sé, y por eso no te presiono. Harás lo que mande este —apuntó mi corazón—. Ahora, quedémonos mirando este cielo, esta hermoso.

Y así nos quedamos. Pero ya yo no estaba aquí, o por lo menos mi cabeza no lo estaba; sentía que algo dentro de mí estaba perdiendo a otra parte importante, no sabía que hacer, pero mi cabeza sentía estallar. Era irse con Freen o perderla para siempre.

^_^Maratón 3/5^_^


Voten ⭐ y comenten💖🌷🤍

CINCO MINUTOS ANTES DE ENAMORARNOS ♡||FREENBECKY||♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora