8 - UCI
TW: Este capítulo contiene escenas relacionadas con autolesiones y lenguaje gráfico. Proceder con precaución.Despertar fue pesado. Se encontraba algo aturdido y con dolor de cabeza. Su mirada era borrosa, tan borrosa que los contornos de las figuras eran imperceptibles ante sus ojos. Sus oídos igual de aturdidos escuchaban un continuo y agudo piiiii. ¿Dónde estaba? ¿Qué había pasado? Una fuerte y cegadora luz blanca atacaba sus ojos como si fuesen enemigos.
—“¡Luca! ¡LUCA…! ¡Luca, despierta! ¡Por favor despierta!”
Una voz resonaba en su memoria clamando por él en medio de un amargo y trágico llanto. No comprendía qué estaba pasando; parecía que sus sentidos se habían atrofiado de alguna manera. Lo único que percibía, además de incomodidad en su cuerpo, era un fuerte olor a medicinas, ¿pero por qué medicinas? ¿No había estado en la panadería, discutiendo con Smuca, hacía un segundo?
—Sí. Parece estar fuera de peligro —escuchó por fin algo con medianamente algo de sentido. Era un hombre.
“¿Quién está fuera de peligro?”, pensó con confusión haciendo un gesto apretando los ojos. La fuerte luz seguía cegándolo. ¿Acaso estaba muerto?
—¡Luca, por Dios! ¡¡Mi bebé!! —Esta vez una femenina voz aullaba con dolor— ¡¿Qué le pasó?!
—Señora, cálmese por favor. Hablemos afuera. Tiene que descansar —el hombre del principio hablaba con una reconfortante calma.
“¿Qué está pasando?” pensó una vez más. Trataba de agudizar su oído, quizás su tacto podría ayudarle. Su olfato no era de fiar y sus ojos estaban nublados.
Con la fuerza que pudo obtener de su interior y su propia voluntad movió levemente sus dedos intentando sentir cualquier cosa. Para sorpresa suya, no sintió nada más que vacío, sus palmas estaban hacia arriba y en su dorso se sentían cosas similares a unos cables, además, algo presionaba su índice izquierdo.
La confusión creció aún más durante un segundo, misma que se desvaneció en un parpadeo cuando sintió una fuerte punzada en sus brazos provocándole un ardor agudo en toda su extensión.—Mierda… —susurró. Por fin emitía sonido.
Un par de lágrimas escaparon desde sus ojos hasta sus mejillas y finalmente cayendo en su cuello. Comprendió que estaba acostado, atado de alguna manera a algo. Había personas preocupadas y otras cuantas tranquilizándolas. Si fuera ingenuo y no supiera que su último recuerdo era en la cocina de la panadería, juraría estar en un hospital. Irónico y poco conveniente.
Seguramente Smuca había cambiado el pan que estaba comiendo por alguno alterado y le estaba jugando una pesada broma con Alberto. Ambos eran buenos molestándolo y causándole sufrimiento. No había duda de que era eso. Más tarde regresaría en sí y estaría en la habitación de Smuca con humedad por todos lados y estarían burlándose de él. Luca se molestaría con ambos, los maldecirá y después se iría a su propia casa con molestia y vergüenza en su andar.La puerta se escuchó denotando amplitud y que habían entrado a la habitación. Intentó hablar con sarcasmo anunciando rendición y que había caído en su trampa, pero como era de esperarse, no lo consiguió.
—Menos mal estás bien… Luca… mi bebé…
—Te lo dije, ¿no es así? Te dije que algo así iba a suceder, Daniela.
—¡¿Dices que es mi culpa?! —hablaba la mujer como en un susurrado grito— M-mira sus brazos, mamá…
Un sepulcral e incómodo silencio se hizo alrededor. El incesante piiiii había desaparecido, ahora un pii pii pii pii sonaba en su lugar; casi parecían latidos. De pronto sintió miedo. Conocía esas voces, eran su madre y su abuela; por nada en el mundo aceptarían hacerle una broma de esa magnitud a él. Esto no era obra de Smuca, tampoco de Alberto. Era la vida real. Estaba en el hospital. Habían descubierto sus cicatrices, ¿pero cómo?

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Tritone - Alberca/Luberto
Teen Fiction"Me dueles en el fondo de mi corazón, la herida no ha cerrado todavía. No hay forma en que pueda olvidarte yo. Lo siento, te has llevado ya mi vida. Siempre intento olvidarte y te vuelvo a encontrar; siempre, en cada rincón y debajo del mar." ━Eres...