Retiro en la cabaña

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La mañana se filtraba por las cortinas, creando un ambiente sereno en la casa de Sarie. El aroma del café llenaba la cocina mientras Margot tomaba su taza, sumida en sus pensamientos. Sarie, observando la expresión reflexiva de su hija, decidió abordar la conversación con tacto.

"Sabes, Margot, he estado reflexionando sobre todo lo que ha sucedido últimamente. Creo que sería beneficioso para ti tomarte un tiempo. Un retiro en una cabaña podría proporcionarte el espacio necesario para reflexionar y encontrar claridad"
sugirió Sarie, eligiendo cuidadosamente sus palabras.

Margot, con una ceja alzada, se giró hacia su madre, sorprendida por la propuesta. "¿Una cabaña? ¿De qué estás hablando, mamá?"

Sarie, con una sonrisa tranquila, se sentó frente a Margot.
"Sí, una cabaña. Un lugar apartado, rodeado de naturaleza. Creo que te vendría bien desconectar por un tiempo. Piénsalo como una pausa para ti misma, lejos de las tensiones diarias", explicó, buscando el contacto visual con su hija.

Margot, aún confundida, cuestionó: "¿Por qué ahora? ¿Y qué tiene de especial esta cabaña?"

Sarie, tomando las manos de Margot con ternura, respondió:
"Esta cabaña tiene algo especial. Es un refugio, un lugar donde puedes encontrar tranquilidad. Además, conseguí un paquete que incluye todo lo que necesitas para relajarte sin preocuparte por nada más. Es una oportunidad para cuidar de ti misma".

La expresión de Margot pasó de la confusión a la contemplación. Sarie continuó explicando los detalles del retiro, detallando cómo sería una experiencia diseñada para el bienestar de Margot. Con cada palabra, buscaba convencer a su hija de que esta cabaña ofrecía algo más que un simple cambio de escenario.

Después de una conversación llena de dudas y preguntas, Margot finalmente cedió, aceptando la sugerencia de su madre. La cabaña se presentaba como un refugio lleno de promesas, y Margot, aunque escéptica, estaba dispuesta a descubrir qué le deparaba este retiro.

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En el otro extremo de la ciudad, Dua reflexionaba sobre la revelación de Sarie. La noticia de la infertilidad de Margot y las dificultades que enfrentó en su matrimonio la tomaron por sorpresa.

Determinada a hacer que Margot se sintiera valorada, Dua estaba decidida a ser un apoyo sólido.

"Puedo ser mejor para ella que Tom", pensó.

En una llamada telefónica con Sarie, Dua expresó:
"He enviado a un chófer de confianza para que recoja a Margot y la lleve a la cabaña. Quiero que tenga todo lo que necesita para este retiro".

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La cabaña recibió a Margot con un susurro de hojas crujientes bajo sus pasos. La madera de la puerta chirrió suavemente al abrirse, revelando un interior acogedor. La chimenea crepitaba, proporcionando una calidez que contrastaba con la brisa fresca del exterior.

Margot exploró la cabaña, notando la atención meticulosa a cada detalle. Se detuvo ante una mesa adornada con un ramo de flores frescas y una tarjeta. Intrigada, levantó la tarjeta y leyó las palabras escritas:
"En la serenidad de este lugar, que encuentres la paz que buscas". Margot, desconociendo la procedencia del gesto, asumió que era un detalle de su madre, sintiendo una mezcla de agradecimiento y emoción.

Decidió colocar las flores en un rincón, creando un ambiente más luminoso y acogedor. Al explorar la cocina, encontró una cesta de frutas y una selección de tés. Después de asegurarse de que todo estuviera en su lugar, decidió darse una ducha para relajarse.

Bajo la cálida cascada de agua, Margot cerró los ojos, dejándose llevar por la sensación rejuvenecedora. Sin embargo, su tranquilidad se vio interrumpida al notar el sonido de la puerta del baño abriéndose, sin duda alguien más estaba en aquella cabaña.

Bajo el destino de las estrellas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora